Tolerancia cero con la pederastia, seg¨²n y c¨®mo
El arzobispo de Granada, Javier Mart¨ªnez, se resiste a colaborar con la Justicia en el caso conocido como 'Los Romanones'
Como si quisiera dar la raz¨®n a quienes reclaman la supresi¨®n de los cinco Acuerdos (uno de 1976, cuatro de 1979) que regulan las relaciones entre Espa?a y el Estado vaticano, el arzobispo Javier Mart¨ªnez se resiste a colaborar con la Justicia en el caso conocido como Los Romanones, que implica a diez sacerdotes y dos laicos denunciados por supuestos abusos sexuales a menores. Hasta en cinco ocasiones ha deso¨ªdo el prelado los requerimientos del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 4 de Granada, que lleva meses reclamando al arzobispado documentos que ata?en a la causa. El primero tiene fecha de 4 de noviembre de 2014. El quinto, del mes pasado, fue entregado por la Polic¨ªa en mano al arzobispo, con una severa advertencia del juez en forma de ultim¨¢tum.
?Disculpas? El arzobispo esperaba ¡°la autorizaci¨®n¡± del Vaticano. Resulta incre¨ªble. ?No hay consigna de ¡°tolerancia cero¡±, emitida el invierno pasado por el papa Francisco? Y m¨¢s: ?Para qu¨¦ se requiere un permiso del Vaticano en procesos instruidos por jueces espa?oles y que afectan a ciudadanos espa?oles? Mart¨ªnez parece considerarse m¨¢s un s¨²bdito del Estado de la Santa Sede que de Espa?a, en l¨ªnea con el extravagante concordato de 1953, que reconoc¨ªa a su Iglesia ¡°el car¨¢cter de sociedad perfecta¡± y le garantizaba ¡°el pleno ejercicio de su jurisdicci¨®n¡±. Lo concordado entre Estados aquel a?o se public¨® en el BOE ¡°en el nombre de la Sant¨ªsima Trinidad¡± y pon¨ªa el C¨®digo de Derecho Can¨®nico por encima de todo. Los prelados no podr¨¢n ser emplazados ante un juez laico sin la licencia de la Santa Sede, dec¨ªa el canon 120.
Y a¨²n peor. Cuando el arzobispo apela a la presunci¨®n de inocencia de sus subordinados para resistirse a los requerimientos de la Justicia, lo hace tomando como gu¨ªa el protocolo emitido por la Conferencia Episcopal Espa?ola con ¡°los criterios orientadores¡± en caso de denuncias de pederastia entre el clero. Es del 22 de junio de 2010, apela ¡°a la legislaci¨®n espa?ola concordada¡± y aconseja ¡°prudencia jur¨ªdica para no ceder al clima de sospecha, de acusaciones con frecuencia infundadas, de denuncias muy tard¨ªas con sabor a montaje (...), que con frecuencia acompa?an estas oleadas de esc¨¢ndalos p¨²blicos¡±.
P¨¦simo consejo. Fue Francisco quien, despu¨¦s de llamar por tel¨¦fono a una de las v¨ªctimas, alert¨® a los obispos de lo que ocurr¨ªa bajo sus pies en Granada. Destapado el esc¨¢ndalo, el arzobispo Mart¨ªnez celebr¨® una ¡°eucarist¨ªa reparadora¡± y se ech¨® al suelo boca abajo ante el altar, junto a sus vicarios, en se?al de arrepentimiento. Falsa impresi¨®n. Lo denuncia el padre del joven que habl¨® con el Papa, ni?o cuando sufri¨® los abusos. ¡°A la petici¨®n de ayuda tras la denuncia, el se?or arzobispo respondi¨®: Querido hijo, estate tranquilo. El asunto este ya no est¨¢ ni en tus manos ni en las m¨ªas, sino en las de la Virgen¡±. El padre afea al arzobispo, adem¨¢s, que solo haya retirado de sus funciones a tres de los diez sacerdotes denunciados y que el laico que era profesor de religi¨®n haya seguido ejerciendo como tal hasta su detenci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.