Los expertos eval¨²an la gesti¨®n de Rajoy

El Gobierno de Mariano Rajoy comenz¨® su legislatura aplicando una pol¨ªtica econ¨®mica dirigida a reducir los enormes desequilibrios que sufr¨ªa la econom¨ªa espa?ola: d¨¦ficit p¨²blico, desequilibrio exterior, cajas de ahorro a punto de quebrar, enorme stock de casas sin vender y crecimiento espectacular en el n¨²mero de parados.

En los dos ¨²ltimos a?os de esta legislatura y en mayor o menor grado estos desequilibrios se han ido corrigiendo: el d¨¦ficit p¨²blico que lleg¨® a representar el 10% del PIB, se situar¨¢ este a?o 2015 en el 4,4%. Espa?a goza ahora de super¨¢vit en su balanza de pagos. El sistema financiero est¨¢ saneado. La econom¨ªa lleva dos a?os creciendo y actualmente lo hace a un ritmo del 3,1% anual (hay que remontarse a 2007 para encontrar un crecimiento mayor); gracias a este crecimiento durante los dos ¨²ltimos a?os se ha producido una reducci¨®n del desempleo de 1.130.000 personas.

Rafael Papill¨®n es profesor del IE Business School y Universidad San Pablo-CEU

En la campa?a de 2011 Rajoy prometi¨®: crear empleo, no gastar lo que no se tiene y que hubiera cr¨¦dito para las empresas y familias. Eliminado el efecto estacional hay 400.000 espa?oles menos trabajando que cuando Rajoy lleg¨® a la Moncloa y, seg¨²n la EPA, hay 700.000 parados m¨¢s que han perdido la prestaci¨®n y han pasado a la pobreza severa.

El cr¨¦dito a empresas y familias desde 2011 ha ca¨ªdo 300.000 millones de euros la mayor ca¨ªda desde Isabel la Cat¨®lica. Y la deuda p¨²blica ha superado la cifra psicol¨®gica del bill¨®n de euros y Rajoy se ha gastado 300.000 millones m¨¢s de los que ha ingresado.

Mi nota, teniendo en cuenta estos tres criterios objetivos, es de 3 sobre 10.

Jos¨¦ Carlos D¨ªez es economista profesor de la universidad de Alcal¨¢ y autor del libro ¡°La econom¨ªa no da la felicidad pero ayuda a conseguirla¡±

La actuaci¨®n en t¨¦rminos de pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno se ha desarrollado en un entorno de limitado margen de maniobra, iniciado desde antes del inicio de legislatura y marcado por las exigencias impuestas por Bruselas y la presi¨®n de los mercados. En cualquier caso, la implementaci¨®n de la obediencia debida se ha realizado con un grado de eficiencia notable, similar a la de los gobiernos irland¨¦s y portugu¨¦s, y en claro contraste con otras econom¨ªas perif¨¦ricas, como Grecia.

Los peros se ci?en a dos ¨¢mbitos. El primero, la distribuci¨®n temporal de los ajustes y su composici¨®n, demasiado sesgada hacia la reducci¨®n de inversiones en ¨¢reas clave para el crecimiento potencial, como es el caso de la I+D. En segundo lugar, el progresivo decaimiento en el ¨ªmpetu reformista de inicio de legislatura, a partir de mediados de 2013 y coincidiendo con la vuelta a la normalidad de las condiciones de financiaci¨®n para el soberano y reducci¨®n de la fragmentaci¨®n financiera.

Jos¨¦ Manuel Amor es Socio-director de An¨¢lisis de AFI

La pol¨ªtica exterior de casi todos los pa¨ªses europeos y de la propia Europa ha estado en niveles bajos, as¨ª que ning¨²n pa¨ªs europeo sirve de buen ejemplo de pol¨ªtica exterior. Espa?a no ha recuperado el peso en Europa que ten¨ªa hace unos a?os y eso se ha visto con el fracaso de la candidatura de Luis Guindos. No se ha ca¨ªdo, eso s¨ª, en los errores de la ¨¦poca de Aznar en lo que respecta a las relaciones con Marruecos y Argelia, que han mejorado mucho, m¨¢xime ahora que ha aumentado el campo de preocupaci¨®n: los desaf¨ªos ahora vienen de los vecinos de los vecinos, del Sagel y de lo que va y viene del Estado Isl¨¢mico.

Con Estados Unidos la relaci¨®n es buena, como lo demuestra el acuerdo de las bases, pero la importancia estrat¨¦gica de Espa?a para Estados Unidos no se ve reflejada en las relaciones de alto nivel: no se ve una relaci¨®n Obama-Rajoy.

Hay que tener en cuenta que estamos en una ¨¦poca m¨¢s compleja, donde el n¨²mero de problemas y actores complican una pol¨ªtica exterior, que ha de desarrollarse no solo con Estados sino tambi¨¦n con organizaciones, con movimientos e incluso con empresas. Si con Latinoam¨¦rica las relaciones son buenas, no sucede lo mismo con actores tan pujantes como los asi¨¢ticos. Respecto a la pol¨ªtica de Seguridad la estrategia es muy parecida a la de la ¨¦poca de Zapatero. Tambi¨¦n puede concluirse que la fijaci¨®n y el esfuerzo del presidente hacia la gesti¨®n de la crisis ha motivado que haya sido menor su atenci¨®n a la pol¨ªtica exterior, junto a la p¨¦rdida de peso de los pa¨ªses europeos.

Andr¨¦s Ortega es miembro del Consejo del European Council on Foreign Affairs, Senior Research Fellow del Real Instituto Elcano, patrono de la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n y director del Observatorio de las Ideas.

Para ser justos habr¨ªa que analizar la pol¨ªtica exterior del Gobierno Rajoy en funci¨®n de sus objetivos. Y en este sentido, si bien no eran muy ambiciosos, podr¨ªa decirse que los ha cumplido. Citar¨ªa cinco objetivos: Uno: Espa?a se ha mantenido dentro de la eurozona, dentro de la vanguardia de pa¨ªses con cierto protagonismo.

Ha estado en los debates, aunque no al nivel, naturalmente, de Francia y Alemania. Dos, respecto de la marca Espa?a, ha habido una estrategia de marca pa¨ªs que, en general, ha mejorado la imagen de Espa?a. Como tercer aspecto, se?alar¨ªa que el ministro Margallo ha conseguido aprobar una ley, como la del R¨¦gimen Jur¨ªdico de la Acci¨®n exterior, hecho que no ha sido posible con otros ministros de exteriores.

Le ha dado continuidad a la estrategia de seguridad que aprob¨® el Gobierno de Zapatero y como quinto aspecto se?alar¨ªa el ¨¦xito tangible de la entrada de Espa?a en el Consejo de Seguridad de la ONU. Entre los aspectos negativos, estar¨ªa la reducci¨®n de la proyecci¨®n espa?ola en ¨¢reas importantes como la cooperaci¨®n, en la retirada de las misiones militares, donde hemos tenido un perfil bajo, as¨ª como en la promoci¨®n internacional de nuestra cultura y nuestra ciencia. Estas reducciones han estado motivadas por una pol¨ªtica de recortes, en alg¨²n caso (la retirada de misiones militares) ha estado exenta de pol¨¦mica por razones obvias y en otras (la de cooperaci¨®n) se ha hecho con cierta falta de sensibilidad.

Ignacio Molina es experto del Instituto Juan Sebasti¨¢n Elcano.

Hemos sufrido hasta hace poco las consecuencias de una ministra con un perfil bastante bajo y un ministerio sin ning¨²n perfil. Se ha producido un recorte en los ¨²ltimos a?os de m¨¢s de 5.300 millones de euros, de los cuales m¨¢s del 30% corresponden a recortes del Gobierno Central. Eso ha terminado arruinando a las Comunidades Auton¨®nomas, que eran las que ten¨ªan que prestar los servicios.

Desde el decreto de 2012 se ha producido una aut¨¦ntica demolici¨®n en dependencia. Las comunidades cada vez reciben menos y hemos alcanzado un umbral m¨ªnimo. Tambi¨¦n ha habido recortes en otras partidas, que tienen otros efectos: o bien se han recortado o se han congelado. La red local se ha hecho cada vez m¨¢s d¨¦bil y muchos Ayuntamientos han terminado eliminando esos servicios, que era una de las se?as de identidad de la pol¨ªtica local desde finales de los 70, que exist¨ªan antes de que aparecieran las comunidades aut¨®nomas.Se ha generado una inseguridad y ya veremos qu¨¦ pasa con estas comunidades cuando, a partir de enero, tengan que absorber las competencias locales en estas materias.

Por otra parte, este desmantelamiento ha impedido un desarrollo de los servicios sociales en Espa?a. Hay 6,1 millones de personas en situaci¨®n de pobreza, medidas con respecto al umbral de 2008. Y dir¨ªa que si el Gobierno no ha usado el coraz¨®n, al menos que usara la calculadora: cada mill¨®n de euros en servicios sociales genera entre 26 y 42 empleos directos, que no son deslocalizables, que podr¨ªan haber generado una dinamizaci¨®n econ¨®mica. El problema es que una pobreza prolongada produce una exclusi¨®n social. Ese es el estado social de la naci¨®n.

Gustaco Garc¨ªa Herrero es Presidente de la Asociaci¨®n de Directores y Gerentes de Servicios Sociales

El modelo de sociedad que hemos estado construyendo durante los a?os de bonanza no llegaba a los m¨¢s pobres. Ese modelo cae durante los a?os de la crisis, pero tampoco hay un replanteamiento. Podr¨ªamos haber aprovechado para repensar las estructuras y establecer otros pilares, pero no se ha hecho. Estamos ante una sociedad dualizada. Las personas con mayor vulnerabilidad no tienen acceso a los servicios sociales, a la educaci¨®n y a la sanidad. Hemos creado otro modelo que hace a los pobres, todav¨ªa m¨¢s pobres.

Ninguna de las reformas ha priorizado a los m¨¢s necesitados en una ¨¦poca de crisis. En materia de inmigraci¨®n y de cooperaci¨®n con el desarrollo, Espa?a no ha ejercido un liderazgo entre los pa¨ªses del Sur. No hemos querido ser bandera de ciertos valores, como el de la solidaridad, y as¨ª ha quedado demostrado en el papel que hemos desarrollado en las pol¨ªticas europeas de inmigraci¨®n. En el lado positivo, destacar¨ªa que se haya tramitado la ley del voluntariado y la ley del tercer sector, que ahora se encuentran en el Senado.

Ana Abril es Coordinadora de Incidencias de C¨¢ritas espa?ola.

Lo primero que habr¨ªa que decir es que cumplir la Constituci¨®n y cumplir con las leyes es lo propio de una sociedad civilizada. No es una alternativa. Es lo primero que debe exigir un Gobierno. Y este Gobierno lo ha hecho, lo est¨¢ haciendo y anuncia que lo har¨¢. Eso es un elemento positivo. En la medida en que, desde el nacionalismo, no se plantea otra cosa, no hay lugar a una negociaci¨®n en otro contexto, como por ejemplo en la financiaci¨®n. El Gobierno no ha tenido la opci¨®n de plantear otras alternativas.

?Qu¨¦ puede ocurrir? Los ciudadanos dir¨¢n. Parece que las opciones independentistas pierden terreno, pero sin duda habr¨¢ un escenario nuevo. No hay que cerrarse al debate y a la negociaci¨®n, pero siempre desde el respeto a las leyes. Porque el simulacro de refer¨¦ndum fue la prueba ¨²ltima de que no se estaba en disposici¨®n de hacer otros planteamientos. Me gusta el actual modelo auton¨®mico, que responde a la unidad, la pluralidad y la solidaridad. La expresi¨®n federal me resulta ambigua: hay demasiadas en el mundo y quienes la defienden no concretan. En cuanto al derecho a decidir no est¨¢ en la constituci¨®n. Otra cosa es, si se cambia. La sociedad catalana es din¨¢mica y compleja, pero los catalanes saben que ni la Uni¨®n Europea ni las organizaciones internacionales admiten ese tipo de planteamientos unilaterales.

Benigno Pend¨¢s es director del Centro de Estudios Pol¨ªticos y Constitucionales.

Desde luego, la legislatura de Rajoy no ha contribuido a mejorar el problema de Catalu?a. Deber¨ªa haber sido un presidente m¨¢s activo y reactivo. Si hab¨ªa alguna posibilidad de acercar posturas, no lo ha hecho posible. Con la ley en la mano, no estaba reconocido el derecho a la independencia, pero hab¨ªa una posibilidad de modificar la constituci¨®n, porque los principios legalistas no son suficientes. Hay que hacer pol¨ªtica. Se ha producido una gesti¨®n torpe de un problema muy dif¨ªcil.

Francisco Rubio Llorente es exvicepreisdente del Tribunal Constitucional y expresidente del Consejo de Estado.