Los posibles aliados de Iglesias le exigen que acepte un frente con IU

Las fuerzas con las que Podemos busca confluir a escala auton¨®mica para mejorar su resultado en las generales en Catalu?a, Comunidad Valenciana y Galicia comienzan a poner sus condiciones al l¨ªder de la formaci¨®n, Pablo Iglesias. Estas incluyen la exigencia de un frente amplio en el que est¨¦n IU y movimientos sociales y el orden de los nombres en la papeleta, puesto que las Mareas gallegas rechazan figurar en segunda posici¨®n tras Podemos.

La vicepresidenta de la Generalitat valenciana y l¨ªder de Comprom¨ªs, M¨°nica Oltra, fuerza hegem¨®nica de la izquierda alternativa en esa comunidad, quiere que su partido concurra a las generales ¡°en una plataforma social amplia en la que obviamente est¨¦ Podemos¡±. No obstante, seg¨²n enfatiz¨® en una entrevista en EL PA?S, tambi¨¦n exige que ¡°haya otras personas que han representado a otras fuerzas o a otros movimientos que se han destacado en la lucha por los derechos de los ciudadanos¡±. ¡°Se trata de concurrir en una ¨²nica oferta electoral¡±, afirm¨®.

En Galicia, la postura de Podemos le puede dejar fuera de la confluencia electoral que tantean las Mareas ¡ªintegradas por colectivos ciudadanos, fuerzas nacionalistas como Anova o Compromiso por Galicia, e Izquierda Unida¡ª y el BNG. La formaci¨®n de Iglesias lleva meses insistiendo en que solo participar¨¢ en una Marea gallega si la candidatura lleva su nombre en primer lugar. Esta propuesta es inadmisible para el resto de formaciones favorables a una lista de unidad popular. Mientras Podemos se aleja, el BNG est¨¢ dando pasos para acercarse. Tocado por un descenso electoral en los ¨²ltimos a?os, ha abierto su discurso a integrarse en una ¡°candidatura nacional¡± en lugar de nacionalista.

La direcci¨®n de Podemos mantiene, por el momento, su estrategia electoral, que consiste en concurrir sola, con su nombre y logo, a las elecciones generales, con la salvedad de algunas autonom¨ªas donde pretende aprovechar el tir¨®n de otras formaciones como ICV, Comprom¨ªs, M¨¦s por Mallorca o las mareas.

Este plan fue avalado en julio por las bases del partido emergente, aunque con una abstenci¨®n muy alta (m¨¢s del 85% de los inscritos), pero tendr¨¢ una prueba de fuego decisiva: las elecciones catalanas del 27 de septiembre, a las que Podemos concurre en coalici¨®n con ICV y Esquerra Unida en la candidatura Catalunya s¨ª que es Pot. A la hip¨®tesis de que un buen resultado pueda cambiar el escenario de la confluencia se aferran, por ejemplo, la direcci¨®n de IU y la plataforma de unidad popular Ahora en Com¨²n, nacida hace un mes para impulsar una confluencia entre Podemos y la federaci¨®n de izquierdas.

Ley d¡¯Hont

El candidato de IU, Alberto Garz¨®n, espera que el 28 de septiembre Iglesias se vea obligado a un viraje y se abra a repetir esa f¨®rmula en las elecciones generales. Al mismo tiempo, en el partido de Garz¨®n y Cayo Lara insisten en el argumento de los n¨²meros: como bien conocen en la federaci¨®n de izquierdas, cuyos resultados se han visto lastrados durante a?os por esa circunstancia, la Ley d'Hont perjudica a los partidos minoritarios porque exige en las circunscripciones peque?as un alto porcentaje ¡ªde hasta m¨¢s del 30%, por ejemplo, en el caso de Soria en las generales de 2011¡ª para lograr un diputado.

De ah¨ª que, esgrimen, Podemos necesite una candidatura confluyente que evite que no se pierdan votos. La misma idea es la que arguye la plataforma pro convergencia de Ahora en Com¨²n, que celebrar¨¢ su primera asamblea nacional el pr¨®ximo 12 de septiembre. Sus impulsores reconocen que la situaci¨®n est¨¢ en un impasse pero estiman que la presi¨®n creciente sobre Podemos puede provocar que reconsideren su estrategia. ¡°Es el escenario deseable y no hace sino recuperar el propio esp¨ªritu fundacional de Podemos. Si estos procesos siguen adelante no quedar¨¢ otra¡±, sostiene Emmanuel Rodr¨ªguez, portavoz de Ahora en Com¨²n. Iglesias y la c¨²pula de Podemos quieren evitar la imagen de ¡°frente de izquierdas¡±, pero su estrategia, si no cambia, puede poner en peligro acuerdos incluso en esas comunidades en las que necesitan aliarse para ser una fuerza determinante y con peso en el Congreso en las pr¨®ximas generales.??