De profesi¨®n sus misterios
Fern¨¢ndez D¨ªaz se dedica a cultivar el sagrado misterio en su agenda p¨²blica mientras pide explicar en grandes actos p¨²blicos su agenda privada
Una de las buenas noticias de la comparecencia del ministro Fern¨¢ndez D¨ªaz en el Congreso es saber que su agenda buena es la que no puede contar al presidente. En la oficial, su siguiente acto programado era la beatificaci¨®n de tres hermanas m¨¢rtires en Girona: hay mejor comunicaci¨®n con Dios. Ese acto, revelado por El Confidencial, ya ha desaparecido de la agenda. Hace un a?o concedi¨® la medalla al m¨¦rito policial a la virgen Mar¨ªa Sant¨ªsima del Amor, por lo que estamos ante el primer ministro del Interior literal de Espa?a. Una agenda p¨²blica en la que Fern¨¢ndez D¨ªaz se dedica a cultivar el sagrado misterio y una agenda privada que pide explicar en grandes actos p¨²blicos.
Hay m¨¢s buenas noticias, por algo es verano. El ministro justifica la presencia de Rato en el ministerio con la ¨²nica raz¨®n por la que no deber¨ªa recibirle: no es un cualquiera. Fue la condici¨®n de exvicepresidente del Gobierno y ex director gerente del FMI la que motiv¨® que Rato fuese atendido por ¨¦l mismo. Un exvicepresidente econ¨®mico investigado por cinco delitos fiscales, entre ellos blanqueo y alzamiento: efectivamente, no hay muchos en Espa?a como ¨¦l.
La transparencia es otra de las m¨¢gicas virtudes que se?al¨® Fern¨¢ndez D¨ªaz en sus explicaciones. A plena luz del d¨ªa del 29 de julio, cuando el sol mejor ilumina, pasando dos controles de la Guardia Civil y en d¨ªa laborable, que es el colmo de lo higi¨¦nico: todo lo que se hace en festivo tiene el rastro del vicio. Si llega a aparecer subido a una peana y echando flores por los pasillos, la comparecencia hubiera sido para criticar a Carmena por no asistir a la procesi¨®n. Esa transparencia ha provocado un comunicado y una comparecencia parlamentaria de casi cinco horas. En parte no s¨®lo por el espect¨¢culo de la oposici¨®n sino tambi¨¦n por el diputado del PP, cuyas intervenciones endiabladas fueron las que peor llev¨® el ministro, agobiado cada vez que el suyo abr¨ªa la boca. Si lo defiende media hora m¨¢s termina dimitiendo.
La conclusi¨®n final a semejante acumulaci¨®n de horas y la estupefacci¨®n de que 400 tuits hayan hecho mover una hora al Gobierno es que el ministro Fern¨¢ndez D¨ªaz tiene un deber para con Rato. Dicho y repetido con tanta solemnidad que al final lo ¨²nico que queda claro es que la dimensi¨®n de Rodrigo Rato es de tal altura y sus responsabilidades han sido tan grandes que lo normal hubiera sido que fuese ¨¦l quien tuviese que dar explicaciones de su encuentro con el ministro. Salvo que lo que se abordase fuese su beatificaci¨®n.
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