Una vida id¨ªlica truncada a tiros
Un detenido por matar a un matrimonio de jubilados en brit¨¢nicos en Alicante ?l particip¨® en las olimpiadas de Melbourne de 1956 en salto de trampol¨ªn
David y Jean llevaban la vida del jubilado brit¨¢nico medio en la Costa Blanca. Ten¨ªan un chal¨¦ con piscina y un amplio jard¨ªn, un perro al que llamaban Domin¨®, amigos con los que siempre quedaban a comer y muchas horas para disfrutar de las ventajas de vivir con un clima estupendo, a 10 minutos del mar, en la localidad alicantina de Xal¨®. A ¨¦l le encantaba la jardiner¨ªa; ella prefer¨ªa los animales y el reiki. ?Qu¨¦ tuvo que pasar para que ambos terminaran con orificios de bala, abrazados, en el sof¨¢ de casa? La Guardia Civil ha detenido este jueves a un hombre, un artesano y pintor de origen marroqu¨ª, supuestamente relacionado con el caso, seis meses despu¨¦s de que dos amigos de la pareja hallaran los cad¨¢veres.
Nadie sabe con certeza lo que ocurri¨® en aquel chal¨¦, rodeado de palmeras y ¨¢rboles frondosos, con vistas a la monta?a. Peter David Tarsey y Jean Hellen Tarsey, de 77 a?os de edad y 55 de matrimonio, hab¨ªan llegado al pueblo alicantino hace casi dos d¨¦cadas. ?l, saltador de trampol¨ªn que en 1956 compiti¨® las Olimpiadas de Melbourne (Australia) seg¨²n la prensa brit¨¢nica, sal¨ªa todas las ma?anas para tomarse un caf¨¦ o un t¨¦ en Casa Aleluya, su bar favorito. Por las tardes, si le apetec¨ªa, iba de nuevo y se ped¨ªa una ca?a. Ella, en cambio, se involucraba m¨¢s en causas solidarias, sobre todo de protecci¨®n de animales, y ofrec¨ªa a sus amigos sesiones de reiki, una pr¨¢ctica japonesa que busca transmitir energ¨ªa a trav¨¦s de las manos.
Nadie sabe con certeza lo que ocurri¨® en aquel chal¨¦, pero en un pueblo de 2.700 habitantes, donde todos conocen a todos, no han faltado las teor¨ªas. ?Intentaron robarles? La puerta del piso estaba abierta cuando hallaron sus cuerpos el pasado 29 de marzo, pero, en principio, nada indicaba que hubiera sido forzada. Los vecinos imaginaron, entonces, que pod¨ªa tratarse de un asesinato y un suicidio. La Guardia Civil baraj¨® esa hip¨®tesis y pens¨® que estaban ante un posible caso violencia de g¨¦nero, pero no: en la casa faltaba un televisor y un ordenador hab¨ªa sido lanzado a la piscina. ?El asesino era, entonces, alguien de confianza que pudo entrar en el chal¨¦ sin tener que forzar la puerta? ?Por qu¨¦? La casa estaba ordenada y en ella hab¨ªa objetos de valor que estaban intactos.
La pareja, con 55 a?os de matrimonio, hab¨ªa intentado durante meses vender su piso por unos 230.000 euros
Los agentes hallaron una caja fuerte que, seg¨²n las evidencias, se da?¨® cuando alguien intent¨® abrirla a la fuerza, supuestamente sin ¨¦xito. Los?Tarsey llevaban un a?o intentando vender su piso, por el que ped¨ªan 230.000 euros, seg¨²n cont¨® una amiga al diario brit¨¢nico The Telegraph. El matrimonio tambi¨¦n hab¨ªa comentado a sus amigos que quer¨ªa comprar una propiedad en Mallorca, donde reside uno de sus dos hijos y sus nietos. El otro vive en Londres.
La caja fuerte y la venta de la casa son los principales elementos de una historia que no ha dejado de relatarse en las calles de Xal¨®, donde cada vez es m¨¢s com¨²n escuchar idiomas que no sean el valenciano o castellano. El 40% de los residentes son extranjeros, principalmente brit¨¢nicos, seg¨²n cifras del Ayuntamiento, aunque el n¨²mero de alemanes y holandeses ha ido creciendo en los ¨²ltimos a?os. All¨ª, en un pueblo volcado a atender a turistas y residentes con pensiones cobradas en libras, d¨®lares o euros, David y Jean fueron construyendo una vida id¨ªlica. Y all¨ª tambi¨¦n la construy¨® el hombre de origen marroqu¨ª que ha sido detenido por la muerte de la pareja.
El principal sospechoso lleg¨® a Xal¨® hace unos 15 a?os y, aunque no forma parte del c¨ªrculo de amistades del matrimonio, tambi¨¦n es conocido entre los vecinos. Antes de su detenci¨®n, el jueves, viv¨ªa en una chabola levantada sobre un terreno que el propietario le ha dejado ocupar a ¨¦l y a un grupo de rumanos, seg¨²n los lugare?os. "No es exactamente un indigente", remarcan quienes lo conocen, porque lo han visto frecuentar bares con el dinero que ganaba vendiendo artesan¨ªas y cuadros que ¨¦l mismo pintaba. De hecho, el hombre era uno de los comerciantes habituales en el rastro de los s¨¢bados.
El fallecido, de 77 a?os, era un saltador de trampol¨ªn que en 1956 compiti¨® las Olimpiadas de Melbourne (Australia)
All¨ª, en ese popular mercadillo, los vecinos creen que los tres pudieron conocerse: Casa Aleluya, el bar que los Tarsey frecuentaban, queda frente al rastro. David, como le llamaban en ingl¨¦s o en castellano, acud¨ªa pr¨¢cticamente a diario, "una, dos y hasta tres veces", cuenta la familia que regenta el negocio hace 40 a?os. Este "bar de toda la vida", de estilo r¨²stico, con terracita y una ventana que da al huerto, era el favorito del brit¨¢nico, que re¨ªa cada vez que el due?o hac¨ªa un "show" para sus clientes y se paseaba por las mesas con un porr¨®n de vino. "David era amable y divertido. A veces se sentaban en la terraza con el perrito", cuentan en Casa Aleluya. "Eso s¨ª: a ¨¦l no se le daba muy bien el espa?ol. Lo hablaba bastante mal, pero a su esposa le iba mejor e incluso ayudaba a otros extranjeros como int¨¦rprete".
Del detenido se sabe poco m¨¢s. Los vecinos describen a un hombre "tranquilo", que viv¨ªa en su mundo "sin molestar a nadie". Otros hablan de un "hippie con rastas", que "llamaba mucho la atenci¨®n" por su aspecto y porque supuestamente "desvariaba" cada vez que beb¨ªa. Nadie se explica qu¨¦ pudo pasar. Fuentes cercanas a la investigaci¨®n cuentan que, como cada domingo, la pareja hab¨ªa quedado con unos amigos para comer fuera, pero pasaban las horas y no aparec¨ªan ni respond¨ªan las llamadas. Al no lograr contactar con ellos, los amigos se acercaron al chal¨¦ y, con la puerta abierta, vieron dos cad¨¢veres, parcialmente cubiertos por una gabardina.
Un conocido de la pareja, con amigos brit¨¢nicos en com¨²n, cuenta que el grupo se qued¨® en "shock" cuando supo la noticia. Nadie entend¨ªa c¨®mo unas personas "tan simp¨¢ticas", unos amigos "tan encantadores", "sin enemigos y tan integrados en la comunidad" pod¨ªan terminar as¨ª. Una foto de los Tarsey, tomada el 26 de febrero de 1960,?un d¨ªa antes de la boda, los muestra sonrientes y abrazados. As¨ª, abrazados, tambi¨¦n se marcharon.
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