220 pretendientes para un boleto de la Primitiva premiado con 4,7 millones

Esta es la historia de alguien que tuvo suerte pero no tuvo fortuna. Y la de otro hombre que vive compungido por ir a tenerla. Tambi¨¦n la de 220 bolsillos que aspiran a convertirse en multimillonarios. Bien porque creen que es un derecho leg¨ªtimo, bien porque piensan que al menos hay que intentarlo, que nada se pierde con ello y quiz¨¢s suene la flauta.

En la ¨²ltima semana de junio de 2012, en un centro comercial de A Coru?a, la persona con suerte y sin fortuna hizo una apuesta: 10, 17, 24, 37, 40 y 43. Pero el d¨ªa que lleg¨® el sorteo de la Primitiva no le prest¨® atenci¨®n. Al poco tiempo, mientras se dispon¨ªa a invocar de nuevo al azar en otra administraci¨®n de loter¨ªa, perdi¨® el resguardo anterior sin llegar a enterarse de que con ¨¦l se esfumaba un premio de 4,7 millones de euros.

Aunque el recibo no desapareci¨®. Fue hallado por el due?o de la segunda administraci¨®n, la n¨²mero 22 de A Coru?a, en la plaza de San Agust¨ªn. Este lotero es el hombre que vive compungido por una fortuna que no considera suya. Manuel Reija contaba en su d¨ªa que no se le pas¨® por la cabeza ni un segundo el callar y cobrar el premio. Despu¨¦s de pasarlo por la m¨¢quina y quedarse helado al comprobar los seis aciertos, le falt¨® tiempo para entregarlo.

Sin embargo pas¨® m¨¢s de un a?o, en total 14 meses, hasta que apareci¨® anunciado tan estratosf¨¦rico extrav¨ªo en el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia (BOP). El aviso era casi telegr¨¢fico, no daba pistas apenas con el fin de esquivar el aluvi¨®n de oportunistas. Pero la avalancha fue inevitable. Gente convencida, cargada de razones, y otra probablemente sin ninguna. De momento ya son 220, las ¨²ltimas 30 esta semana. El pr¨®ximo viernes 25 se cumple el tiempo previsto por la Sociedad Estatal de Loter¨ªas y Apuestas del Estado (SELAE) para aceptar aspirantes al boleto sellado en un Carrefour y premiado en el sorteo del s¨¢bado 30 de junio de 2012 con 4.722.337 euros. Si nadie logra demostrar la titularidad, Reija, el lotero que se top¨® con el papel que cay¨® de la cartera del cliente, se convertir¨¢ en beneficiario del premio millonario. Pero el disgusto que tiene es inmenso, y m¨¢s a medida que ve que se acerca el d¨ªa y no hay visos de hallar al aut¨¦ntico ganador. Muy educadamente, se disculpa por tel¨¦fono porque ya no quiere hablar ni hacerse fotos. ¡°Me es muy violento, el tema me ha superado¡±, dice con la voz entrecortada, ¡°para m¨ª lo m¨¢s importante es la clientela¡±.

La Primitiva premiada espera el desenlace en una caja fuerte de Loter¨ªas, pero es el Ayuntamiento de A Coru?a el que, seg¨²n el procedimiento que indica para estos casos el C¨®digo Civil, tiene que recoger las candidaturas. Buena parte de los pretendientes del so?ado boleto ya han recibido en casa la negativa, pero para otros se mantiene la inc¨®gnita. Para resolver el enigma a su favor, lo ¨²nico que pueden aportar por v¨ªa administrativa es una descripci¨®n f¨ªsica del tique, explicar si recuerdan alguna marca, alg¨²n rasgu?o, si hab¨ªan anotado algo al dorso o si lo hab¨ªan doblado como un acorde¨®n. La concejal¨ªa de Hacienda env¨ªa esos datos aportados por la gente a la SELAE y espera respuesta. La fecha l¨ªmite del 25 de septiembre la marca la ¨²ltima publicaci¨®n del aviso que sali¨® en el BOP en 2013. Ten¨ªan que pasar dos a?os, que se cumplen la semana que viene, pero entonces a¨²n no se sabr¨¢ si el lotero es rico.

Seg¨²n el Ayuntamiento de A Coru?a, primero ¡°tendr¨¢n que transcurrir tres meses¡± antes de que el Consistorio ¡°dicte su resoluci¨®n administrativa¡± y luego ser¨¢ preciso aguardar a que lleguen a su fin las demandas que presentaron varias de las personas que creen haber perdido su Primitiva aquel d¨ªa en San Agust¨ªn. Son aspirantes que se lo han tomado muy en serio y han acudido al juzgado, la mayor¨ªa por la v¨ªa civil, porque consideran imposible poder demostrar que son propietarios del papel solo describiendo sus arrugas y rasgu?os. Piden que se revisen las c¨¢maras de seguridad del barrio, que se busquen en el manoseado boleto sus huellas dactilares, o su ADN.