El juez reabre la causa por el asesinato por ETA de un militar en 1995

La Audiencia Nacional ha reabierto de nuevo una causa por un crimen de ETA pr¨®ximo a prescribir. El juez de la Audiencia Nacional Juan Pablo Gonz¨¢lez ha procesado a la exjefa de la banda terrorista Mar¨ªa Soledad Iparragirre, Anboto, y a Sergio Polo Escobes,?Lur,?como inductora y autor respectivamente del asesinato del comandante del Ej¨¦rcito de Tierra Luciano Cortizo Alonso el 22 de diciembre de 1995. El militar fue asesinado en Le¨®n con una bomba lapa colocada bajo el asiento del conductor de su Ford Orion.

La reapertura del caso, relata el juez Gonz¨¢lez en su auto de procesamiento, ha sido posible gracias a la ¡°revisi¨®n que peri¨®dicamente efect¨²an las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de los atentados de ETA sin resolver¡±, alrededor de 300, la mayor¨ªa de los a?os 80 y muchos de ellos ya prescritos al haber transcurrido 20 a?os desde que fueron perpetrados.

El hilo para reabrir el sumario del asesinato del comandante Cortizo se hallaba, seg¨²n la Guardia Civil, en el sumario abierto por la desarticulaci¨®n del comando Araba de ETA en febrero de 1996. En esa operaci¨®n, realizada por la Ertzaintza, se registr¨® una vivienda que ten¨ªa alquilada el etarra en el barrio de Trintxerpe, en Pasaia (Gipuzkoa), los agentes de la polic¨ªa aut¨®noma vasca hallaron documentos, armas y efectos que pod¨ªan servir para esclarecer el crimen del militar de Le¨®n y que hasta junio de 2015, casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, no hab¨ªan sido utilizados por los investigadores del atentado.?

En concreto, en el piso de Polo los agentes de la Ertzaintza hallaron material explosivo y otros elementos para confeccionar bombas lapa con las caracter¨ªsticas de los utilizados en aquellos a?os por ETA para cometer otros atentados en la comunidad de Castilla y Le¨®n. Polo ya fue condenado el pasado 29 de abril por el intento de asesinato del capit¨¢n de infanter¨ªa Juan Jos¨¦ Aliste, que result¨® mutilado por una bomba lapa bajo su coche en Salamanca.

Ese registro fue la primera vez que la identidad de Polo, no fichado hasta entonces, qued¨® clara para las fuerzas de seguridad. El etarra no ser¨ªa detenido hasta tres a?os m¨¢s tarde, en marzo de 1999. Ya en la fecha de su detenci¨®n, los agentes le atribu¨ªan la participaci¨®n en el asesinato del comandante Cortizo, causa que estaba atascada hasta ahora.

Un informe del servicio de desactivaci¨®n de explosivos (Sedex) del instituto armado remitido el pasado junio se?ala que estos explosivos incautados en 1996 al etarra en su casa son compatibles con los utilizados en la preparaci¨®n de la bomba lapa que mat¨® al comandante Cortizo e hiri¨® de gravedad a su hija y a cuatro viandantes.

En el registro del piso alquilado por Polo en Trintxerpe, los agentes encontraron una carta de Soledad Iparragirre, jefa de los comandos legales -no fichados- de ETA a Lur. En ella, seg¨²n el auto, Anboto ¡°dio la orden concreta¡± a Polo de cometer el atentado contra el militar de Le¨®n. Seg¨²n se desprende de esta ¡°comunicaci¨®n org¨¢nica¡± de la banda, Iparragirre ¡°facilit¨® el material explosivo¡± y dio ¡°instrucciones sobre su uso¡± a Lur.

En el domicilio de Trintxerpe, la Ertzaintza se incaut¨® tambi¨¦n de notas manuscritas de Polo con los horarios de trenes y autobuses desde el Pa¨ªs Vasco a Le¨®n y destornilladores manipulados para forzar la cerradura de los veh¨ªculos Ford antiguos. La investigaci¨®n sobre el comando Araba del a?o 1996 revel¨® tambi¨¦n que Sergio Polo recibi¨® un curso de manipulaci¨®n de explosivos y para forzar cerraduras que le imparti¨® el etarra arrepentido Joseba Urrusolo Sistiaga.

Estos indicios permiten procesar ahora a Iparragirre y a Polo y descartar como posibles autores a los miembros de ETA Javier Garc¨ªa Gaztelu y Jos¨¦ Ignacio Alonso Rubio, a los que apunt¨® inicialmente la investigaci¨®n sobre el crimen del comandante Cortizo, reabierta el pasado junio a instancias de la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional.

El juez Gonz¨¢lez atribuye a ambos etarras procesados seis delitos de asesinato, cinco de ellos en grado de tentativa. El magistrado les impone una fianza de un mill¨®n y medio de euros, que deber¨¢n prestar en el plazo de un d¨ªa como paso para evitar el embargo de sus bienes. El juez solicita a Francia, pa¨ªs en el que est¨¢ encarcelada Soledad Iparragirre, su entrega temporal para ser juzgada. Y en el caso de Sergio Polo, que cumple 46 a?os de prisi¨®n por otro asesinato en Espa?a, ordena a Instituciones Penitenciarias que le comuniquen con la antelaci¨®n suficiente la posibilidad de que el supuesto autor material pueda acabar su pena para acordar la prisi¨®n provisional contra ¨¦l por este nuevo caso.