La psiquiatra de Rosario Porto: ¡°Su depresi¨®n no era un riesgo para otros¡±
Atendi¨® a la madre de Asunta cuando ingres¨® en un sanatorio privado en 2009, con "antecedentes de un intento de autoeliminaci¨®n"
El 19 de octubre 2009, Rosario Porto llega con el que todav¨ªa era su marido, Alfonso Basterra, al sanatorio privado La Robleda, un psiqui¨¢trico situado a las afueras de Santiago, "en un estado de ansiedad, angustia, tristeza y deseos de morir". Se la considera inmediatamente ¡°una paciente de riesgo¡±, pero pocos d¨ªas despu¨¦s pide el alta voluntaria en contra del criterio de la segunda especialista que la atiende. Esta m¨¦dico ha declarado esta ma?ana en el juicio por el supuesto asesinato de la hija de la pareja, Asunta, y asegura que su depresi¨®n era "preocupante" porque, para Porto, supon¨ªa "riesgo contra s¨ª misma", nunca "para terceras personas".
"Hab¨ªa antecedentes", ha rememorado la m¨¦dico, especializada en psiquiatr¨ªa infantil y drogodependencias, "episodios de depresi¨®n y un intento de autoeliminaci¨®n a?os antes, siendo joven". El abogado de la acusada de asesinato, Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez Aranguren, le ha preguntado a esta testigo, propuesta por ¨¦l mismo para el juicio, si a Porto "le estorbaba Asunta". La psiquiatra se ha negado a contestar, ampar¨¢ndose en su "c¨®digo deontol¨®gico": "Tendr¨ªa que tener una autorizaci¨®n por escrito de la paciente para contestar a eso. El v¨ªnculo de Rosario Porto conmigo queda conmigo", ha aducido, pero luego ha a?adido que la depresi¨®n ¡°no supon¨ªa riesgo para terceras personas".
Sin embargo, a continuaci¨®n el fiscal Jorge Fern¨¢ndez de Ar¨¢nguiz ha sacado a la luz dos fragmentos del informe m¨¦dico de aquellos d¨ªas. El primer folio corresponde a otro facultativo, el doctor Carrero. El segundo, a la que ha prestado hoy declaraci¨®n, Gabriela M.K. En el primero, el m¨¦dico especifica que a Rosario "la hija, en estos momentos, le molesta". En el segundo, no se dice nada de esto, aunque la psiquiatra recoge que la paciente es "ambivalente en sus propios sentimientos". El fiscal le ha preguntado por ambas frases. Sobre la posible molestia que pudiera suponer Asunta ha contestado "eso es problema de Carrero, preg¨²ntele a mi colega". Sobre el segundo apunte, el de la ambivalencia, ha ilustrado que "todos los seres humanos, a veces, sentimos amor y odio como relaciones vinculadas".
En relaci¨®n con este estado an¨ªmico de Porto, tendente a la "autoeliminaci¨®n", tambi¨¦n ha intervenido en el juicio, que se suspende hasta el martes, una exreclusa de la prisi¨®n de Teixeiro que fue destinada como presa de apoyo dentro del protocolo de prevenci¨®n de suicidios. En los dos a?os transcurridos, la acusada por la muerte violenta de Asunta nunca ha dejado de estar sometida a este protocolo. La exreclusa ha contado que, durante nueve meses, hasta que cumpli¨® su pena y qued¨® en libertad, fue la presa de referencia de Porto, por lo que ten¨ªa que acompa?arla "las 24 horas". Esta mujer tambi¨¦n ha descrito el "cambio paulatino de opini¨®n" que se produjo entre las otras reclusas con respecto a Rosario Porto. "Cuando lleg¨®, el recibimiento fue bastante hostil¡ Ese tipo de delitos son mal recibidos. La mayor¨ªa de las internas la insultaban, y las que no, le hac¨ªan vac¨ªo".
"Hab¨ªa temor por su vida", ha explicado, "por el absoluto abatimiento y tristeza que ten¨ªa". El de Porto era "un dolor incre¨ªble". "Igual fuera de la celda no lo mostraba, pero dentro se derrumbaba cada d¨ªa. Hablaba constantemente de su hija", ha alcanzado a decir la testigo antes de que el juez presidente del jurado, Jorge Cid, le haya cortado para que no siguiese dando detalles, poniendo punto y final a su declaraci¨®n.
El primer abogado que represent¨® a la madre de Asunta en este caso, los d¨ªas siguientes al hallazgo del cad¨¢ver y su detenci¨®n, ha acudido a la sala ocupada estos d¨ªas por la secci¨®n sexta de la Audiencia de A Coru?a para rememorar otro asunto en el que, en cierto modo aunque no oficialmente, particip¨®: los tr¨¢mites de divorcio de Porto y Basterra. Este letrado, gran amigo del abuelo materno de Asunta, ha explicado que el proceso de divorcio, completado entre enero y febrero de 2013, "no era en principio amistoso porque discrepaban en cuanto a la custodia de la ni?a". "La discusi¨®n no era de tipo econ¨®mico, ¨¦l no percibi¨® ninguna remuneraci¨®n", ha a?adido, "pero al fin no se alcanz¨® la v¨ªa contenciosa porque al cabo de unos d¨ªas se lleg¨® a un acuerdo, con un r¨¦gimen flexible de visitas para el padre. Todo el patrimonio era de Rosario, y Alfonso comprendi¨® que la ni?a estar¨ªa mejor con ella en lo relativo al estatus econ¨®mico. ?l no pod¨ªa darle esa abundancia de todo tipo en la que Asunta se hab¨ªa criado".
El abogado tambi¨¦n ha confirmado lo que ya se sab¨ªa: que la heredera universal de la fortuna de los padres de Rosario Porto era su propia hija, no su nieta. "El abuelo no le dej¨® en absoluto bienes a Asunta", ha asegurado. Por su estrecha amistad con el progenitor de la acusada, el letrado tambi¨¦n ha afirmado que Porto y Basterra no adoptaron a Asunta por empe?o del abuelo, sino todo lo "contrario". "El abuelo comentaba que era precipitado que la fueran a adoptar, porque Rosario era joven y podr¨ªa tener hijos. No fue para nada una imposici¨®n de ¨¦l". A este testigo, como a otros muchos estos d¨ªas, tambi¨¦n se le ha preguntado por la relaci¨®n entre Porto y Asunta, y ha respondido en la misma l¨ªnea que los dem¨¢s: "Era una relaci¨®n excelente que siempre se mantuvo. Quiz¨¢s, lo que yo le hac¨ªa ver a Rosario era el excesivo af¨¢n por mandar a la hija a clases particulares de tantas materias".
Adem¨¢s, a primera hora de este viernes han declarado varios guardias civiles y un polic¨ªa nacional que participaron en las pesquisas de alguna manera, especialmente en la recogida de muestras de tierra de la pista forestal donde apareci¨® el cuerpo y de la alfombrilla del puesto del piloto en el Mercedes 190 E de la madre de Asunta. El objetivo de los investigadores era cotejarlas para saber si coincid¨ªan y pod¨ªan convertirse en indicio del delito. Pero hoy los agentes no han podido arrojar ninguna luz al caso en este aspecto. Habr¨¢ que aguardar a la explicaci¨®n que den los peritos del laboratorio sobre los an¨¢lisis. Por ahora, lo que se sabe es que no dieron ning¨²n resultado positivo. "No se encontr¨® tierra de la pista en la alfombrilla", ha asegurado a este diario el letrado de Porto.
Tambi¨¦n han hablado ante el jurado popular el director del instituto y el docente que era tutor de Asunta en el curso de 2013-2014, el a?o escolar que comenzaba cuando fue supuestamente asesinada por asfixia, tras ser drogada con lorazepam. El profesor fue quien recibi¨® el 18 de septiembre, cuatro d¨ªas antes de la muerte de la peque?a de 12 a?os, una nota de justificaci¨®n en la que Rosario Porto dec¨ªa que la menor no pod¨ªa asistir al centro de Secundaria Rosal¨ªa de Castro esa jornada porque hab¨ªa tomado "un f¨¢rmaco que le provocaba graves v¨®mitos y mareos". Aquel d¨ªa, el tutor no le dio importancia al papel, parec¨ªa una justificaci¨®n como cualquier otra; "muy extensa pero normal", ha dicho. No obstante, tras conocerse la noticia de la muerte de Asunta, ¨¦l y el director del centro se reunieron y acordaron entregar la nota de pu?o y letra de Porto en comisar¨ªa.
Asunta, ha descrito el director, era una alumna "reservada, de buen comportamiento", que cursaba 3? de ESO cuando, por edad, le correspond¨ªa estudiar 2?. "Estaba un curso adelantada por decisi¨®n de los t¨¦cnicos y a propuesta de la familia", ha aclarado. Nunca, salvo aquel episodio del d¨ªa 18, nada m¨¢s empezar el curso, supieron de mareos o problemas de salud de la menor. Tanto estos docentes como una madre que coincidi¨® con Rosario Porto en el consejo escolar y AMPA del colegio y el instituto aseguraron que los dos acusados parec¨ªan padres "preocupados" por la formaci¨®n de su hija. "Cualquier padre que est¨¦ en el AMPA tiene que ser porque tiene una preocupaci¨®n, si no, no pierde su tiempo en estas cosas".
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