Margallo y Kerry negocian sellar en Madrid el pacto sobre Palomares

A pocos meses de que se cumpla el 50 aniversario del accidente de Palomares (Almer¨ªa), Washington y Madrid ultiman un acuerdo para que Estados Unidos se lleve los alrededor de 50.000 metros c¨²bicos de tierra contaminada por la ca¨ªda de dos bombas termonucleares. Las negociaciones entre los dos Gobiernos se han acelerado para que el acuerdo pueda ser anunciado durante la visita a Madrid del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, el d¨ªa 19.

Tras m¨¢s de una d¨¦cada de negociaciones, EE UU ha aceptado llevarse la tierra contaminada por el mayor accidente con armas at¨®micas de la Guerra Fr¨ªa, que lastra el desarrollo urban¨ªstico de la pedan¨ªa almeriense y pende como una Espada de Damocles sobre la salud de sus vecinos. Aunque a¨²n no hay decisi¨®n definitiva, el destino que se baraja es el Sitio de Seguridad Nacional de Nevada, en una zona des¨¦rtica a 100 kil¨®metros al noroeste de Las Vegas.

Los dos Gobiernos negocian a toda velocidad para que el pacto se plasme en una declaraci¨®n pol¨ªtica conjunta que se har¨ªa p¨²blica durante la pr¨®xima, y primera, visita a Espa?a?del secretario de Estado estadounidense, John Kerry. Luego, habr¨¢ que seguir negociando en el protocolo t¨¦cnico que detallar¨¢ las condiciones de empaquetado de la tierra (que se considera residuo de baja radioactividad), su traslado a EE UU, probablemente en barco, y las condiciones de almacenamiento. Tambi¨¦n habr¨¢ que acordar qui¨¦n financia la operaci¨®n, aunque se da por sentado que ambos pa¨ªses correr¨¢n con parte de los gastos. Se estima que la ejecuci¨®n del plan durar¨¢ hasta 24 meses, por lo que estar¨ªa concluida en 2017.

Lo importante, seg¨²n las fuentes consultadas, es que EE UU asuma el principio de que debe llevarse toda aquella tierra que no puede ser descontaminada in situ ¡ªEspa?a carece de almacenes para este tipo de residuos¡ª, algo a lo que hasta ahora se hab¨ªa resistido para no crear un precedente que pudiera ser esgrimido por terceros pa¨ªses. Madrid, por su parte, renunciar¨¢ a presentar cualquier futura reclamaci¨®n sobre este asunto.

El programa anual del Departamento de Energ¨ªa estadounidense, fechado en enero pasado, ya contemplaba el traslado a Nevada de estos desechos, aunque advert¨ªa de que el plan estaba en ¡°una fase temprana de consideraci¨®n¡±. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores remiti¨® en julio pasado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) un informe de EE UU en el que evaluaba las distintas alternativas ¡°para la restauraci¨®n de los terrenos de Palomares¡±, seg¨²n adelant¨® El Confidencial.

El 17 de enero de 1966, un bombardero B-52 y un avi¨®n cisterna KC-130 colisionaron durante un repostaje en vuelo. Cayeron cuatro bombas termonucleares, m¨¢s potentes que las de Hiroshima y Nagasaki. Dos fueron recuperadas intactas, pero otras dos liberaron parte de su carga radioactiva. EE UU se llev¨® 5.500 bidones de tierra desde el puerto de Cartagena, pero qued¨® tierra contaminada e incluso dos zanjas en las que se enterraron restos de material de limpieza.

Durante d¨¦cadas el asunto qued¨® olvidado, m¨¢s all¨¢ de los rutinarios an¨¢lisis de sangre a los que se somet¨ªa a los vecinos. Pero, a finales de los noventa, el Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas (Ciemat) dio la voz de alarma, al detectar en la zona niveles anormalmente altos de americio (producto de la descomposici¨®n del plutonio). Tem¨ªa que los movimientos de tierras derivados de la burbuja inmobiliaria esparcieran el polvo radiactivo. En 2003, el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar decidi¨® expropiar las tierras contaminadas para impedir su uso.

Tras un exhaustivo estudio, el Ciemat concluy¨®, ya en la etapa de Zapatero, que hab¨ªa 50.000 metros c¨²bicos de tierra contaminada con medio kilo de plutonio. Aunque apunt¨® la posibilidad de compactarla para reducir su volumen, que quedar¨ªa en unos 6.000 metros c¨²bicos, poco m¨¢s de dos piscinas ol¨ªmpicas.

El asunto fue abordado con sus hom¨®logos estadounidenses por el ministro de Exteriores socialista Miguel ?ngel Moratinos, por su sucesora, Trinidad Jim¨¦nez, y por el actual, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, sin lograr nunca cerrar el pacto.

Una portavoz del Departamento de Estado dijo ayer que no ten¨ªa nada que ¡°anunciar en este momento¡±. Tampoco el Ministerio de Exteriores espa?ol quiso hacer ning¨²n comentario.