Rajoy llega a las generales con el PP sin liderazgo en 10 autonom¨ªas
La c¨²pula del partido del Gobierno niega que la "interinidad" de sus cabezas regionales vaya a perjudicar al presidente del Ejecutivo
Mariano Rajoy se presentar¨¢ el 20 de diciembre a unas elecciones generales cruciales con el PP sin liderazgo asentado en una decena de autonom¨ªas. La dimisi¨®n de Arantza Quiroga al frente del PP de Euskadi se une a la gestora en Navarra y a las presidencias interinas en Catalu?a y Baleares. En al menos otras seis comunidades, los presidentes actuales est¨¢n pendientes de ser renovados tras las elecciones y el congreso nacional de 2016. La c¨²pula del PP niega que esa "interinidad" de sus l¨ªderes regionales vaya a perjudicar a Rajoy y valora la oportunidad de relanzar y asentar nuevas caras para el futuro.
El PP no tiene ahora referencia de futuro y un l¨ªder claro ya nominado ni en Euskadi, ni en Navarra, Catalu?a, Baleares, Arag¨®n, Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Castilla y Le¨®n e incluso Cantabria y Asturias. El problema de la marcha precipitada de Arantza Quiroga en el Pa¨ªs Vasco es, como en el caso de Navarra o tambi¨¦n de Catalu?a, m¨¢s de ¨ªndole pol¨ªtica y simb¨®lica que estrictamente electoral. El PP nunca ha sido un partido determinante en esos territorios, pero s¨ª importante por su influencia nacional. Pero nunca ha sido en esas autonom¨ªas ni primera fuerza pol¨ªtica ni ha gobernado, ni marcado la agenda. En las ¨²ltimas elecciones, adem¨¢s, ha perdido en todas esas zonas muchos votos y muchos apoyos.
En Euskadi, ahora tras la renuncia de Quiroga, se abrir¨¢ un periodo de consultas hasta la celebraci¨®n de una junta directiva extraordinaria que nominar¨¢, de entrada, a un presidente en precario y con el mayor consenso posible para salvar la situaci¨®n hasta despu¨¦s de las elecciones generales. Es el modelo de resoluci¨®n de este tipo de crisis del PP. En el partido no hay a¨²n primarias y las opciones, por el momento, se reducen a que estos conflictos se solventan con una gestora m¨¢s o menos moment¨¢nea (en Navarra la direcci¨®n se prorroga as¨ª cada seis meses desde hace un par de a?os) o se designa al sucesor interino en una junta directiva, se espera a que se consolide en el cargo y si lo logra en un corto periodo de tiempo se le ratifica a medio plazo en un congreso regional. Es el sistema, por ejemplo, que el partido ha empleado en la Comunidad Valenciana para cambiar a Alberto Fabra, tras su batacazo electoral del pasado mayo, por la en¨¦rgica Isabel Bonig.
Esta alternativa es la que m¨¢s gusta en el PP y la m¨¢s utilizada. Aunque a veces tambi¨¦n falla. El PP, tras la debacle de las elecciones auton¨®micas y locales de mayo, orden¨® a todos sus dirigentes territoriales que pospusiesen su marcha para despu¨¦s de las generales y tras el congreso nacional, que se debe celebrar pase lo que pase en las urnas en los primeros meses de 2016. Ese mandato ya no gust¨® nada en su d¨ªa. Algunos presidentes auton¨®micos derrotados quisieron abandonar y retirarse inmediatamente, porque se sent¨ªan desautorizados. El balear Jos¨¦ Ram¨®n Bauz¨¢ fue el que m¨¢s insisti¨® en su renuncia cuanto antes y el PP tuvo que buscar de urgencia una "soluci¨®n de compromiso". El partido design¨® entonces como nuevo l¨ªder a Miquel Vidal, pero con la promesa de que solo ser¨ªa para unos meses, para evitar las disputas internas, y con la determinaci¨®n de que nunca llegar¨ªa a ser el pr¨®ximo candidato. Ese compromiso sigue en vigor, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n nacional.
Otros presidentes auton¨®micos derrotados en mayo o que no pudieron revalidar sus Gobiernos y los resultados esperados tambi¨¦n se precipitaron a anunciar p¨²blicamente su marcha para comprometer a la direcci¨®n nacional en la b¨²squeda del relevo. Fue el caso de Luisa Fernanda Rudi en Arag¨®n o de Juan Vicente Herrera en Castilla y Le¨®n, que lleva 15 a?os en el cargo. Rudi aguanta temporalmente al frente del PP de Arag¨®n, ha postergado unos meses su retirada de la pol¨ªtica aragonesa hasta el congreso regional, dej¨® de ser diputada auton¨®mica y acept¨® un esca?o en el Senado. Bauz¨¢, Fabra y otros veteranos l¨ªderes regionales del PP han seguido caminos parecidos.
Si los precarios se asientan
El escenario en Castilla y Le¨®n es diferente. Primero porque Juan Vicente Herrera gan¨® y puede gobernar, aunque con menos respaldo. ?l quiere dar paso a otra generaci¨®n, seg¨²n confi¨® a Rajoy, aunque tambi¨¦n ha entendido el mandato de esperar unos meses para concretar la renovaci¨®n.
En Castilla-La Mancha todo est¨¢ a la espera de que su l¨ªder, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, decida si quiere dar el salto del Senado al Congreso y abandonar su tierra. En el PP castellanomanchego est¨¢n preparados para argumentar a su favor cualquier decisi¨®n y facilitar que sea cabeza de lista por la provincia que desee, aunque por ahora defienden que podr¨ªa continuar al frente del partido por si la legislatura se acorta.
En la direcci¨®n nacional del PP mantienen que estos "liderazgos interinos y en precario no solo no tienen que perjudicar ahora la candidatura de Rajoy a las elecciones generales, sino que pueden ser una oportunidad para que las nuevas caras se asienten y se consoliden y faciliten la siempre ingrata tarea de la renovaci¨®n". Y se pone el ejemplo de Bonig en Valencia, pero tambi¨¦n el de Pablo Zalba en Navarra.
Un presidente auton¨®mico del PP, sin embargo, lo ve de otra manera: "Todas estas complicaciones no son el contexto mejor para Rajoy porque ahora el partido deber¨ªa estar volcado solo en ganar y hay, sin embargo, demasiados problemas".
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