?Ha habido un 'lozanazo'?
La mayor contradicci¨®n de Irene Hern¨¢ndez Lozano consiste en ir en socorro del partido que pretend¨ªa derribar, justo cuando el bipolarismo est¨¢ en cuesti¨®n
Quienes conocemos a Irene Hern¨¢ndez Lozano en su rectitud y en su honestidad nos hemos armado de argumentos estrafalarios para comprender su mutaci¨®n pol¨ªtica. El propio sustantivo ¡°mutaci¨®n¡± implica un punto de vista condescendiente, edulcorado, m¨¢s o menos como si resultara inapropiado relacionar a Lozano con la desmesura del transfuguismo.
No creo que proceda hablar de lozanazo, entre otras razones porque los antecedentes de este lenguaje dislocado y soez ¨Cpensemos en el tamayazo- identifican una traici¨®n pol¨ªtica al partido y a los votantes, muchas veces concebida desde el oportunismo o desde el cohecho, incluso instrumentada para malograr un gobierno o forzar unas elecciones.
Tr¨¢nsfuga no es Irene Hern¨¢ndez Lozano, pero su adhesi¨®n al PSOE le obliga a ¡°cabalgar contradicciones¡±, expresi¨®n de geometr¨ªa variable que Pablo Iglesias ha convertido en recurso de su propia mutaci¨®n, viajando de Grecia a Suecia en cuesti¨®n de unos meses.
UPyD es un partido en descomposici¨®n que tiene m¨¢s siglas que diputados. Y el PSOE es un partido en recomposici¨®n"
Quiere decirse que los evangelistas de la regeneraci¨®n incurren prematuramente en el prosa¨ªsmo de la pol¨ªtica convencional. Y que Irene Lozano, aun sin pretenderlo, se resiente de un laberinto parad¨®jico. No s¨®lo devolviendo UPyD a la casa madre ¨Cel PSOE- y neutralizando la aventura de Rosa D¨ªez. Tambi¨¦n interpretando al rev¨¦s su batalla iconoclasta al bipolarismo: acude al rescate del partido que antes lo encarnaba y que se aferra a encarnarlo.
Es la contradicci¨®n m¨¢s asombrosa del proceso. Ahora que la Ciudadanos y Podemos han cuestionado la dial¨¦ctica bipolar, Irene Hern¨¢ndez Lozano se inscribe en el ¡°eje del mal ¡°socialista. Y ofrece la abnegaci¨®n de su trabajo ¨Cha sido ejemplar esta legislatura- a la recomposici¨®n el monstruo que ella misma aspiraba a derribar.
Ser¨ªa un error confundir a Irene Lozano con un par¨¢sito de la pol¨ªtica y una superviviente. Creo conocerla lo suficiente ¨Camigos no somos- para excluir de su jugada cualquier pretensi¨®n arribista, incluso cualquier aspiraci¨®n de ejercer un hipot¨¦tico cargo ministerial. Y no voy a escarmentarla con sus delitos de hemeroteca.
No hace falta. La anomal¨ªa de la operaci¨®n ¡°evolutiva¡± -otro eufemismo- se identifica en la asepsia de un teletipo de agencia: ¡°Irene Hern¨¢ndez Lozano ser¨¢ n¨²mero cuatro del PSOE por Madrid¡±. Explicaba ella misma ayer que comprend¨ªa la incredulidad, pero la relativizaba desde la autosugesti¨®n, haciendo acopio de argumentos convergentes - la socialdemocracia, la transparencia, la regeneraci¨®n- y exagerando sus pretensiones de independencia. Irene Hern¨¢ndez Lozano quiere estar excluida desde dentro. O incluida desde fuera.
UPyD es un partido en descomposici¨®n que tiene m¨¢s siglas que diputados. Y el PSOE es un partido en recomposici¨®n cuyo l¨ªder, Pedro S¨¢nchez, parece haber convertido la elaboraci¨®n de las listas en una purga. Se trata de eliminar la ¡°mezcla¡±, como dir¨ªa monse?or Ca?izares, as¨ª es que el revuelo ed¨ªpico que la vieja guardia ha organizado a su l¨ªder instrumentaliza a la propia Irene Lozano no en su idoneidad ni aptitud sino en el problema de haber ocupado una plaza que otros patriarcas del socialismo antiguo cre¨ªan propio o asegurado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.