ETA, la alargada herencia del franquismo
Muerto Franco, Espa?a se fue liberando poco a poco de las lacras de la dictadura: el partido ¨²nico, el Tribunal de Orden P¨²blico, el Sindicato Vertical, el centralismo autoritario... Pero el terrorismo etarra resisti¨® 36 a?os
ETA ha sido la m¨¢s alargada herencia del franquismo. Muerto el dictador en 1975, poco a poco Espa?a fue recuperando sus libertades, consagradas en la Constituci¨®n de 1978, mientras se iba liberando de las lacras de la dictadura (el partido ¨²nico, el Tribunal de Orden P¨²blico (TOP), el Sindicato Vertical, el centralismo autoritario, etc.). Pero el terrorismo etarra se ha resistido a terminar nada menos que 36 a?os tras la muerte de Franco. ETA naci¨® en 1959, a los veinte a?os del final de la Guerra Civil; cometi¨® su primer asesinato en 1968, solo siete a?os antes de la muerte del dictador y practic¨® el terrorismo hasta el 20 de octubre de 2011. Actu¨®, por tanto, como organizaci¨®n terrorista durante 43 a?os y sobrevivi¨® 36 a?os a Franco (1975-2011).
La primera singularidad de ETA es que naci¨® al calor de la dictadura, pero durante el franquismo apenas cometi¨® el 5% de sus 850 asesinatos. El 95% restante los perpetr¨® en democracia, especialmente en los momentos m¨¢s delicados, como la Transici¨®n (el 37% de 1976 a 1981) y la etapa de consolidaci¨®n democr¨¢tica (46% de 1982 a 1994), seg¨²n el informe Foronda. ETA deriv¨® en una organizaci¨®n cuyo objetivo fue desestabilizar la incipiente democracia, una alargada herencia del franquismo.
ETA naci¨® en 1959, cometi¨® su primer asesinato en 1968, y practic¨® el terrorismo hasta el 20 de octubre de 2011, es decir, sobrevivi¨® 36 a?os a Franco
ETA presenta la aparente paradoja de haber nacido contra el franquismo y haberle sobrevivido una generaci¨®n. La paradoja es aparente porque la organizaci¨®n terrorista, en su primera etapa de lucha armada, se exterioriz¨® como una organizaci¨®n revolucionaria antifranquista e independentista al haber en su seno diversas corrientes. Pero, una vez muerto Franco y aprobadas la Constituci¨®n y el Estatuto de autonom¨ªa de Gernika, sigui¨® practicando el terrorismo y se impuso la corriente independentista y antiespa?ola, con lo que se consagr¨® como una banda terrorista totalitaria.
No obstante, es posible que la ETA terrorista no hubiera existido y desde luego, en caso de haber existido, no hubiera tenido la fuerza y el arraigo que tuvo de no estar Espa?a sumida en una dictadura, seg¨²n se?ala el historiador Luis Castells, uno de los autores del informe Foronda. Lo que s¨ª hubiera habido, sin lugar a duda, es un nacionalismo radical, al margen del PNV al igual que durante la Rep¨²blica existieron los independentistas del Jagi-Jagi y Acci¨®n Nacionalista Vasca (ANV).
ETA, igual que el IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) o las Brigadas Rojas en Italia, se embarc¨® en la lucha armada tras la oleada revolucionaria de Mayo de 1968. Una oleada que engarz¨® con el auge de los movimientos guerrilleros a escala mundial, con la guerra de Vietnam contra el ¡°imperialismo norteamericano¡± como tel¨®n de fondo y la figura emblem¨¢tica del Che Guevara, asesinado en Bolivia en 1967, ocho a?os despu¨¦s del triunfo de la Revoluci¨®n cubana, en la cumbre de su prestigio. Era la alternativa al ¡°reformismo¡± de socialdem¨®cratas y comunistas europeos. En el caso de ETA lo fue, adem¨¢s, ante a la ¡°pasividad¡± del PNV, de cuyo seno surgi¨®, contra la dictadura.
En aquellos d¨ªas, finales de los Sesenta, Euskadi era calificada la ¡°Cuba de Europa¡± en los documentos de ETA. Equiparar la dictadura de Franco a un r¨¦gimen que colonizaba Euskadi, siguiendo la senda de la guerra anticolonialista del Frente de Liberaci¨®n Nacional de Argelia (FLN) contra Francia, fue una tentaci¨®n a la que no se resistieron los dirigentes de ETA de la ¨¦poca, consumidores de las lecturas del m¨¦dico argelino Franz Fanon, prologadas por el prestigioso intelectual de la izquierda revolucionaria del momento, Jean Paul Sartre.
En ese marco revolucionario internacional, el 2 de agosto de 1968, ETA mat¨® en Ir¨²n a Melit¨®n Manzanas, comisario de la Brigada Pol¨ªtico-social de San Sebasti¨¢n. Fue el primer crimen organizado de ETA. Fue selectivo, dirigido contra un miembro relevante de la siniestra polic¨ªa pol¨ªtica de Franco. Y fue tambi¨¦n la respuesta al asesinato del dirigente de ETA Xabi Etxebarrieta dos meses antes por la Guardia Civil, despu¨¦s de que Etxebarrieta hubiera asesinado, a su vez, al guardia civil Jos¨¦ Pardines para evitar su detenci¨®n.
El asesinato de Melit¨®n Manzanas, comisario de la Brigada Pol¨ªtico-social de San Sebasti¨¢n, el 2 de agosto de 1968, fue el primer crimen organizado de ETA
El juicio militar, sin ninguna garant¨ªa jur¨ªdica, propio de la dictadura, celebrado en Burgos en diciembre de 1970 contra los 16 miembros de ETA a los que el r¨¦gimen de Franco acus¨® del asesinato de Manzanas se volvi¨® en contra del propio r¨¦gimen. Los miembros de ETA sentados en el banquillo multiplicaron sus consignas antifranquistas en detrimento de las nacionalistas; exteriorizaron su solidaridad con las v¨ªctimas de la dictadura en otros puntos de Espa?a. Aquel fue un juicio contra la dictadura y los acusados consiguieron la solidaridad del antifranquismo espa?ol, con grandes movilizaciones en el Pa¨ªs Vasco y en el resto de Espa?a. Era relevante que entre sus abogados hubiera personalidades del PSOE y del PCE. En la ETA de Burgos predominaba el sentido revolucionario internacionalista sobre el nacionalista vasco. Su nacionalismo se identificaba con el de la Cuba y el Vietnam enfrentados al imperialismo yanqui.
Si el juicio de Burgos de 1970 le dio a ETA prestigio nacional contra el franquismo, el atentado mortal contra Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno de Franco, en diciembre de 1973, le dio proyecci¨®n mundial en un momento de gran auge de los movimientos revolucionarios. Y tanto el juicio de Burgos como el atentado contra Carrero facilitaron su expansi¨®n como organizaci¨®n armada en el Pa¨ªs Vasco por el prestigio acumulado.
El fusilamiento en septiembre de 1975 de dos militantes de ETA (Juan Paredes Txiki y Angel Otaegi), as¨ª como de tres militantes del FRAP, fue un tercer hito con enorme impacto en la opini¨®n p¨²blica espa?ola. Franco se mor¨ªa dos meses despu¨¦s con el Pa¨ªs Vasco incendiado y con una ETA en pleno auge y con simpat¨ªas, incluso, entre los dem¨®cratas espa?oles.
Tras el atentado de Hipercor en Barcelona, en junio de 1987, que cost¨® la vida a 21 personas, todos los partidos firmaron el Pacto de Ajuria Enea. Era el principio del final de ETA.
El franquismo tard¨® en difuminarse en el Pa¨ªs Vasco. Tres meses despu¨¦s de la muerte de Franco, el 3 de marzo de 1976, en medio de las numerosas movilizaciones obreras en las que se mezclaban las reivindicaciones econ¨®micas con las pol¨ªticas, en Vitoria (?lava), unas Fuerzas de Seguridad, a¨²n inadaptadas a la democracia, asesinaron a balazos a cinco obreros y dejaron decenas de heridos. Siguieron los sucesos de Montejurra, en mayo, con dos v¨ªctimas procedentes de una extrema derecha que campaba por sus respetos, con complicidades con el aparato pol¨ªtico del franquismo. El informe Foronda reconoce unos 70 asesinatos de bandas parapoliciales franquistas, hasta 1986, la mayor¨ªa concentrados en la Transici¨®n, as¨ª como actuaciones irregulares de las fuerzas de seguridad, en la estela de los sucesos de Vitoria, como en junio de 1977 con la semana proamnist¨ªa en el Pa¨ªs Vasco, saldada con varios muertos, o los Sanfermines de 1978, por se?alar dos hechos.
Kepa Pikabea, exmilitante y cr¨ªtico con ETA, acogido a la v¨ªa Nanclares, manifestaba en el documental Al final del t¨²nel c¨®mo su entrada en ETA estuvo motivada por la represi¨®n en los Sanfermines de 1978 y las irregularidades policiales de la ¨¦poca, que para ¨¦l reflejaban que la dictadura segu¨ªa y la democracia no hab¨ªa llegado. Pikabea form¨® parte del contingente de j¨®venes que engrosaron las filas de ETA en la Transici¨®n, que mantuvieron un crecimiento continuo que contribuy¨® a que la banda alargara su actividad hasta muy avanzada la democracia.
Este panorama dificultaba sumamente la reacci¨®n de la opini¨®n p¨²blica vasca contra el terrorismo de ETA, que segu¨ªa asesinando en democracia. Curiosamente, las primeras movilizaciones contra la banda procedieron de la izquierda que m¨¢s se hab¨ªa comprometido contra el franquismo, se?ala Luis Castells. Fue el Partido Comunista de Euskadi el primero que convoc¨® una manifestaci¨®n contra ETA en junio de 1978 por el asesinato del periodista Jos¨¦ Mar¨ªa Portell y tambi¨¦n el primero en movilizar por el asesinato de un guardia civil en agosto de ese a?o, con muy poco ¨¦xito. El PSOE confi¨®, en la Transici¨®n, que muerto Franco y asentada la democracia en Euskadi con el Estatuto, ETA se retirar¨ªa. Txiki Benegas, l¨ªder del PSE, intent¨® negociar con ETA en 1978, pero fracas¨®.
Con la llegada de Felipe Gonz¨¢lez a la Moncloa, en diciembre de 1982, se suele dar por acabada la Transici¨®n de la dictadura a la democracia. En el Pa¨ªs Vasco tard¨® m¨¢s. Con una ETA desatada, la guerra sucia, a trav¨¦s de los GAL, se prolong¨® hasta 1986. Las Fuerzas de Seguridad fueron adapt¨¢ndose a la democracia (disminuyeron sensiblemente las v¨ªctimas de las actuaciones policiales), pero perdur¨® el uso de la tortura en los establecimientos policiales. ETA utiliz¨® los GAL y la tortura como coartada de la ¡°permanencia del franquismo y la existencia del conflicto entre Espa?a y Euskadi¡± para persistir. Pero en los a?os ochenta, en la medida que la democracia y la autonom¨ªa se consolidaban en el Pa¨ªs Vasco sus coartadas fueron perdiendo peso. El atentado de Hipercor en Barcelona, en junio de 1987, que cost¨® la vida a 21 personas, marc¨® un hito por su alcance y su indiscriminaci¨®n. Pocos meses despu¨¦s, en enero de 1988, todos los partidos democr¨¢ticos vascos, nacionalistas y no nacionalistas, firmaron el Pacto de Ajuria Enea, el compromiso pol¨ªtico contra ETA, a la que se calificaba como terrorista y totalitaria, igual que al franquismo, y que marc¨® el principio de su final. Hac¨ªa 13 a?os que hab¨ªa muerto Franco y ETA todav¨ªa tardar¨ªa 23 a?os en declarar el final del terrorismo. Pero esa es ya otra historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Francisco Franco
- Democracia
- Matanza Vitoria
- Terrorismo Estado
- Transici¨®n espa?ola
- Cargas policiales
- Franquismo
- Transici¨®n democr¨¢tica
- Huelgas
- Acci¨®n policial
- Fascismo
- Conflictos laborales
- Conflictos pol¨ªticos
- Ultraderecha
- Polic¨ªa
- ETA
- Dictadura
- Relaciones laborales
- Fuerzas seguridad
- Historia contempor¨¢nea
- Grupos terroristas
- Ideolog¨ªas
- Terrorismo
- Historia
- Justicia