¡°Tengo una reforma constitucional en el caj¨®n, para cuando sea oportuna¡±

Aprovechando las casi 1.000 horas de vuelo (m¨¢s de 800.000 kil¨®metros, unas 20 vueltas al mundo) que ha hecho como ministro de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo ha dirigido 46 cartas a pol¨ªticos, diplom¨¢ticos y expertos en las que pasa revista a los temas m¨¢s candentes de la pol¨ªtica exterior espa?ola; y algunos de la interior, como el reto soberanista catal¨¢n. Las misivas y sus respuestas ¡ªde Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar o Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, entre muchos otros¡ª las ha compilado en Todos los cielos conducen a Espa?a. Cartas desde un avi¨®n (Planeta). El libro desvela algunos secretos, como que su departamento ha encargado una propuesta de reforma constitucional que, de momento, duerme en un caj¨®n.

Pregunta. Se nota que este es el libro de un ministro.

Respuesta. ?En qu¨¦?

P. En que tiene 800 p¨¢ginas y hoy ning¨²n editor permite tal largueza a sus autores¡­

R. Lo tomar¨¦ como un halago¡­

P. ?Est¨¢n todos los que son?

Estamos ante un golpe de Estado institucional. Un mot¨ªn a sofocar¡±

R. Me hubiese gustado contar, por ejemplo, con Miquel Roca. No ha sido posible. Pero creo que todos los que est¨¢n tienen peso y motivo para estar. A lo mejor como jugador no soy muy bueno, pero como seleccionador creo haberlo hecho bien.

P ?Nadie ha rehusado participar en ese intercambio epistolar?

R. Todos los que se lo he pedido han respondido.

P. No le ha escrito ninguna carta a Montoro¡­

R. Es que la fiscalidad no es un elemento para exportar¡­

P. Es decir, que no consider¨® oportuno escribirle, porque a lo mejor no le contestaba¡­

R. Me hubiera contestado, seguro. Mi relaci¨®n con Montoro es mucho mejor de lo que a la prensa le gustar¨ªa. Los dos somos viejos rockeros y tenemos sentido del humor. Simplemente, no me parec¨ªa que en este libro tuviese cabida.

P. ?Y a su amigo Oriol Junqueras?

R. Lo pod¨ªa haber hecho, pero lo de Oriol Junqueras surgi¨® cuando el libro ya estaba en marcha¡­ Aunque sea ministro, m¨¢s p¨¢ginas habr¨ªa sido abusar del editor. Por cierto, todo lo que dije en aquel debate sobre la situaci¨®n en que quedar¨ªa una eventual Catalu?a independiente respecto a la ONU lo ha dicho Ban Ki-moon. No se me ocurre qui¨¦n m¨¢s cualificado puede hacerlo.

P. ?Usted cree que Espa?a sali¨® ganando con la guerra de Irak como le dice en su carta Aznar?

R. Irak es un tema muy complicado. Es verdad, como dice Aznar, que el mundo est¨¢ mejor sin Sadam Husein y que [el apoyo del Gobierno espa?ol a la invasi¨®n] fue causa o consecuencia de unas relaciones con los Estados Unidos como no se hab¨ªan tenido nunca. Es un ¨¦xito diplom¨¢tico de Aznar... y el asunto vuelve a escena cuando Zapatero decide la retirada unilateral y sin previo aviso de las tropas y hace unas declaraciones en T¨²nez que deterioraron las relaciones con Washington. Lo primero que yo hago es recomponer ese clima y me remito a las palabras de? Obama y Kerry subrayando que estamos en el mejor momento de las relaciones bilaterales.

P. M¨¢s all¨¢ de lo que significara en nuestras relaciones con EE UU, la guerra de Irak ha tenido consecuencias para toda la regi¨®n. Blair ha reconocido hace pocos d¨ªas que de aquellos polvos estos lodos¡­ ?Fue un error la invasi¨®n?

Catal¨¢n o euskera podr¨ªan darse como optativas en Espa?a en el bachillerato¡±

R. Ha tenido consecuencias¡­lo que no sabemos es si no haber intervenido tambi¨¦n hubiera tenido consecuencias.

P. Usted no era partidario.

R. No lo era¡­ Pero el error en Irak, como en Libia, y lo digo de cara al futuro, es que la democracia no se puede exportar como si fuera caf¨¦ soluble ni construir un pa¨ªs sin contar con todos aquellos que hubiesen tenido alg¨²n contacto con el r¨¦gimen anterior. Eso cre¨® un vac¨ªo institucional y la alienaci¨®n de parte de la sociedad respecto a las nuevas autoridades, lo que ha favorecido la expansi¨®n de Daesh [Estado Isl¨¢mico].

P. Cuando un conductor circula por direcci¨®n prohibida hay que multarlo. Cuando lo hace el 47%, adem¨¢s de multarlos, quiz¨¢ hay que revisar el c¨®digo de circulaci¨®n¡­

R. En este momento no tendr¨ªa el menor sentido. Aqu¨ª habr¨¢ errores por ambas partes, pero la culpabilidad es ¨²nica. Cuando Mas se enfrenta a la necesidad de recortes obligado por la crisis, decide circular por una autopista distinta, que adem¨¢s no conduce a ning¨²n sitio. Ahora nos encontramos ante un golpe de Estado institucional dirigido, como dice Josep Piqu¨¦ [exministro de Excteriores]? en su carta, no por una fuerza pol¨ªtica, sino por un ¨®rgano del Estado que debe su existencia al Estatuto y a la Constituci¨®n. Mas no ha tenido el menor inconveniente en partir en dos a la sociedad catalana y enajenar la voluntad de la mayor¨ªa con el divorcio de Espa?a. Estamos ante un mot¨ªn que hay que sofocar.

P. Piqu¨¦ dice en su carta: "Hay que aplicar la ley, pero hay que hacer m¨¢s pol¨ªtica, hay que seducir¡­"

R. Yo no he parado de hacer pol¨ªtica en este tema¡­

P. Usted menciona en el libro la posibilidad de que en bachillerato se impartan en toda Espa?a, como asignatura optativa, las lenguas espa?olas diferentes al castellano¡­

R. Yo echo de menos una visi¨®n de Espa?a m¨¢s poli¨¦drica, no solo castellana. Quiz¨¢ porque he estudiado en el Pa¨ªs Vasco y mi vida pol¨ªtica est¨¢ en Valencia me gustar¨ªa, por ejemplo, que un estudiante de Zamora conociera la dinast¨ªa de la Casa de Arag¨®n como la de Castilla, que interioricemos que la cultura y la lengua catalana son espa?olas y deben ser compartidas por todos. La idea, que no es m¨ªa, es que las lenguas espa?olas no castellanas sean opcionales en el bachillerato. ?Por qu¨¦ no? En el Instituto Cervantes hemos empezado cursos de euskera¡­

P. La propuesta del PSOE de llevar el Senado a Catalu?a o, incluso, como sucede en Alemania el Tribunal Constitucional, que no est¨¢ en Berl¨ªn¡­

R. Si eso sirviese para arreglar algo¡­

P. No se le podr¨ªa echar la culpa a Madrid¡­

R. Si es que ese Madrid no existe. El presidente del Gobierno es de Pontevedra. En Madrid est¨¢n las instituciones con gente de toda Espa?a y, desde luego, en ese Madrid, s¨ªmbolo de todos los males, no creo que nunca nadie haya sido rechazado por ser catal¨¢n¡­

La invasi¨®n de Irak cre¨® un vac¨ªo que ha aprovechado el Estado Isl¨¢mico¡±

P. ?Qu¨¦ hay de esa reforma constitucional que, seg¨²n se cuenta en el libro, tiene usted guardada en un caj¨®n?

R. Yo creo que estas cosas tienen que estar preparadas para sacarlas cuando sea oportuno. En esta legislatura no ha sido posible. Para reformar la Constituci¨®n hace falta seguir el procedimiento, lo que Mas no ha hecho, tener consenso y saber qu¨¦ problemas se pueden resolver y cu¨¢les no. Como dec¨ªa Pio Cabanillas: no se puede montar el circo sin saber lo que har¨¢n los payasos. Aqu¨ª nos hemos encontrado con un Partido Socialista, que es la otra pata necesaria de la reforma, no la ¨²nica pero s¨ª necesaria, sometido a unas convulsiones que no te garantizaban que no te encontraras con una silla vac¨ªa antes de haberla culminado. Y ahora, con un mot¨ªn en marcha, no se puede hablar de este tema¡­

P. En todo caso, ?cu¨¢les son las l¨ªneas maestras de esa reforma?

R. Las que diga el presidente del Gobierno. Mi trabajo, como el de todos los ministros, es ofrecer alternativas para que el presidente elija lo que parezca bien. Puede elegir porque est¨¢ hecho.

P. Usted ha reconocido que no es ecu¨¢nime el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica...

R. No lo es, pero tambi¨¦n tengo que decir que fue aprobado por el Gobierno Zapatero y Mas, que era conseller en cap, dijo que era el mejor con el que hubiera podido so?ar Catalu?a. Lo que pasa es que ese sistema de financiaci¨®n aguant¨® muy mal la crisis econ¨®mica, pero eso lo hemos padecido todos¡­

P. ?Qui¨¦n ha elaborado esa propuesta de reforma constitucional?

R. Eso pertenece al secreto del sumario. Solo puedo decirle que la selecci¨®n es a¨²n mejor que la de quienes escriben en el libro.

P. ?La conoce el presidente del Gobierno?

R. S¨ª, claro.

P. ?Este es un libro solo del ministro Margallo o del candidato a diputado Margallo?

R. Si el presidente considera que hay que renovar las listas, encantado. Si cree que los reservistas tenemos que coger el fusil e irnos al frente, como en la batalla del Marne, y mis compa?eros del PP de la Comunidad Valenciana piensan que puedo ser ¨²til, estar¨¦ en la primera l¨ªnea de fuego.