¡°He sido un esclavo sexual de depravados encubiertos por obispos¡±
Un exmisionero denuncia al Papa presuntos abusos sexuales en una poderosa comunidad de cl¨¦rigos espa?oles extendida por EE UU, ?frica y Latinoam¨¦rica
"Publ¨ªquelo". Es la s¨²plica (quiz¨¢s, una orden) de Francisco al te¨®logo Jos¨¦ Manuel Vidal cuando entreg¨® al Papa un dosier sobre supuestos abusos sexuales en una organizaci¨®n de eclesi¨¢sticos y laicos urdida en Barcelona el siglo pasado y extendida ahora por varios pa¨ªses. Se trata de la Comunidad Misionera de San Pablo Ap¨®stol y de Mar¨ªa Madre de la Iglesia (MCSPA, en sus siglas en ingl¨¦s), que, aparte de su faceta religiosa, realiza importantes obras de cooperaci¨®n y desarrollo en ?frica y Latinoam¨¦rica. Los fundadores ya fueron castigados por el Arzobispado de Barcelona en 1995.
"He sido esclavo laboral y sexual de un grupo de depravados, encubierto por jerarcas de la Iglesia. En los tres a?os que estuve en la misi¨®n de Nariokotome, en Kenia, me trataron como una bestia de carga. ?ramos unas 30 personas y a la esclavitud laboral se a?ad¨ªa la esclavitud sexual. Nos dec¨ªan que la vida sexual activa es algo que Dios quiere y que tambi¨¦n quiere que vayamos desnudos porque desnudos nos cre¨®. Ay¨²deme, Francisco. Ponga un poco de alivio en mi alma rota. No permita que otros muchachos sigan pasando por este infierno", escribe al Papa una de las supuestas v¨ªctimas, que ahora tiene 36 a?os. No es la ¨²nica denuncia ante el Vaticano contra la MCSPA, pero tiene la virtud de estar en manos del Papa, con seguridad. Otras dos, con confesiones igualmente estremecedoras de un chico y una chica, parecen haberse perdido por el camino.
Paulino (no quiere desvelar su nombre) califica a la MCSPA de "perfecta ingenier¨ªa del mal" y sugiere que el Vaticano se enfrenta a un nuevo caso Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo que logr¨® el silencio de incontables jerarcas durante d¨¦cadas, sin que nadie, tampoco Juan Pablo II, frenase sus fechor¨ªas sexuales. Como entonces, prelados y organismos eclesi¨¢sticos hacen o¨ªdos sordos o se justifican afirmando que han tramitado las denuncias ante los organismos superiores.
Varios de los aludidos en el dosier entregado a Francisco han negado con energ¨ªa las acusaciones cuando EL PA?S les hizo llegar este informe. "No hemos visto nunca ese campamento de los horrores que relata Paulino", afirma el sacerdote y m¨¦dico Pablo Cirujeda. En igual sentido se ha manifestado el obispo de la di¨®cesis que ha dado licencia eclesi¨¢stica en Kenia a esta comunidad misionera, Dominick Kimengich. En carta a EL PA?S, el prelado avala a sus subordinados. "Soy consciente de algunas acusaciones que fueron presentadas a la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe y al Consejo Pontificio de Laicos, pero parecen referirse a eventos investigados en 2006", a?ade.
Cardenal Rylko: "Hay que actuar inmediatamente"
El dossier MCSPA entregado al Papa con la denuncia de Paulino, y otros dos con declaraciones igualmente estremecedoras de un chico y una chica, est¨¢n sobre la mesa de importantes jerarcas del Vaticano, entre otros la del prefecto del Pontificio Consejo para los Laicos, cardenal Stanislaw Rylko. ¡°Los hechos son de tal gravedad que la autoridad eclesi¨¢stica competente debe actuar inmediatamente¡±, ha prometido Rylko, en carta que obra en el dossier entregado a Francisco. Tambi¨¦n ha recibido copia la Pontificia Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe y la secretar¨ªa de Estado de la Santa Sede. En Espa?a, han sido informados, a veces con reiteraci¨®n, el cardenal arzobispo de Barcelona, el nuncio del Vaticano y prelados de la Conferencia Episcopal.
"Que no les pase a otros"
Paulino recibe al periodista con extrema precauci¨®n. Lo que tiene que decir lo ha escrito en siete folios que ya est¨¢n en manos de Francisco. Es una declaraci¨®n seca, notarial, que quema. "Ya solo conf¨ªo en el Papa. Me duele no haber tenido agallas para denunciar antes. Me duele que durante todos estos a?os en los que no fui capaz de denunciar han seguido abusando de chicos y chicas. Yo ya no tengo miedo. Eso s¨ª, me han quedado secuelas. Despu¨¦s de vivir a la deriva de Dios, no sientes nada. Ahora solo busco que lo que me pas¨® a m¨ª no les siga pasando a otros. Espero que la jerarqu¨ªa reaccione de una vez. Hay muchos obispos que lo saben. Unos por no complicarse la vida, otros por dinero, el caso es que no hacen nada. Yo mismo se lo cont¨¦ a un obispo y no me hizo caso. El Dios que le juzgar¨¢ a ¨¦l tambi¨¦n me juzgar¨¢ a m¨ª".
Nos dec¨ªan que la vida sexual activa es algo que Dios quiere Paulino, v¨ªctima de abusos sexuales
Promovida por Francisco Andreo, Albert Salvans y Pere Can¨¦, entre otros, la MCSPA surgi¨® entre sospechas por el origen de sus fundadores, entonces (a?os noventa) un afamado sacerdote, alumnos del seminario para vocaciones tard¨ªas Casa de Santiago de Barcelona y chicos y chicas de la burgues¨ªa local.
Dec¨ªan que fu¨¦ramos desnudos porque desnudos Dios nos cre¨®
El arzobispado ya los investig¨® entonces, despu¨¦s de ser denunciados ante la fiscal¨ªa acusados de corrupci¨®n de menores y estupro (diligencias previas n¨²mero 2083/95 del juzgado de instrucci¨®n 21 de Barcelona). La denuncia tambi¨¦n ped¨ªa que se procesase por encubridores y coacciones al arzobispo de Barcelona, cardenal Narc¨ªs Jubany, que ya estaba jubilado; al sustituto, el tambi¨¦n cardenal Ricard Maria Carles, y a tres de sus obispos auxiliares. Era el a?o 1995 y el caso lleg¨® incluso al Parlamento de Catalu?a.
Presiones pol¨ªticas y el prestigio de Jubany lograron el archivo del caso penal (por prescripci¨®n) y del expediente eclesi¨¢stico, pero no acallaron el esc¨¢ndalo originado por "la mayor red clerical de corrupci¨®n de menores que ha existido en Espa?a" (as¨ª dec¨ªa la denuncia). Pese a todo, los denunciados, se dijo entonces, recibieron un escarmiento: no ser¨ªan ordenados sacerdotes.
La realidad es que Andreo, que ya era sacerdote y no recibi¨® sanci¨®n, desapareci¨® de Barcelona para liderar la MCSPA, con Salvans y Can¨¦ como principales soportes en ?frica y EE UU, los dos como sacerdotes pese a que el arzobispado de Barcelona hab¨ªa actuado contra ellos "reduci¨¦ndolos al estado laical". As¨ª lo asegur¨® la semana pasada el citado arzobispado, a petici¨®n de EL PA?S: "Se actu¨® can¨®nicamente reduciendo a Salvans y Can¨¦ al estado laical desde su orden de di¨¢conos. Salvans y Can¨¦ desaparecieron de la presencia diocesana, apareciendo luego en otras di¨®cesis de Inglaterra y de USA donde supuestamente permanecen sin ninguna vinculaci¨®n a esta archidi¨®cesis".
"Que cada palo aguante su vela"
Paulino no est¨¢ solo en este combate contra los abusos sexuales entre eclesi¨¢sticos. Lo arropa un cura alcarre?o, Fidel Blasco Canalejas. Sacerdote desde 1984, Blasco (Alh¨®ndiga. Guadalajara, 1959) estudi¨® en Roma y sabe manejarse entre los altos despachos. Como suele decirse, ha removido Roma con Santiago para depositar donde m¨¢s debe doler estas denuncias, y a?o tras a?o escribi¨® decenas de cartas a cardenales y obispos reclamando respuestas. Sin ¨¦xito. Ahora vive esperanzado. Por fin, el dossier est¨¢ en manos de Francisco. ¡°Que cada palo aguante su vela¡±, confiesa, convencido de que algunos prelados no van a reaccionar con entusiasmo. ¡°Por qu¨¦ tanto miedo a la verdad, por qu¨¦ tanto tiempo sin poner remedio al sufrimiento de tanta gente¡±, se lamenta. Blasco, por cierto, no es un cl¨¦rigo cualquiera entre los sacerdotes espa?oles. De vuelta de Roma ha sido en su di¨®cesis, Sig¨¹enza-Guadalajara, delegado episcopal de catequesis y rector del seminario menor, entre otros altos cargos. Ahora es p¨¢rroco de una importante iglesia de Guadalajara y profesor en la Universidad de Alcal¨¢.
De Andreo, el l¨ªder, ni una palabra. El arzobispado a?ade, todav¨ªa: "Todas las diligencias realizadas se hicieron con profundo rigor y fueron acometidas por el cardenal Jubany y posteriormente por el cardenal Carles, aplicando las sanciones adecuadas al caso. El 12 de septiembre de 2014, y a petici¨®n del Vaticano, se remiti¨® inmediatamente la informaci¨®n solicitada del antiguo proceso, as¨ª como las sanciones efectuadas".
Documentos aportados por Pere Can¨¦, consultado por EL PA?S, desdicen esta versi¨®n del arzobispado. El entonces di¨¢cono no fue reducido al laicado. Por el contrario, se orden¨® sacerdote con la preceptiva transferencia de antecedentes (incardinaci¨®n y excardinaci¨®n en t¨¦rminos can¨®nicos) desde Barcelona a la archidi¨®cesis de Milwaukee (EE UU), mediante un solemne cruce de notificaciones entre ambas instituciones, fechadas el 1 de abril de 1993 (decreto de incardinaci¨®n) y, 55 d¨ªas m¨¢s tarde, la llamada "letra de excardinaci¨®n". Ambos documentos se emiten con la firma el primero, y por orden el segundo, de los respectivos arzobispos. EL PA?S ha cotejado los escritos. No ofrecen duda.
Andreo falleci¨® hace dos a?os de c¨¢ncer, pero antes, en 2008, la MCSPA se rompe con estr¨¦pito y pierde sus sedes americanas, quedando reducida a misiones en ?frica con Salvans de cabeza, mientras Can¨¦, el hombre de Milwaukee, lidera con otros 27 misioneros la creaci¨®n de la Comunidad San Pablo (CSP), con sede en Racine (Wisconsin), radicalmente alejados de sus antiguos compa?eros.
Aval can¨®nico
Para entonces, la Comunidad Misionera de San Pablo Ap¨®stol y de Mar¨ªa Madre de la Iglesia ya contaba con la aprobaci¨®n de las di¨®cesis de Lodward (Kenia) y Milwaukee. Producida la ruptura, la nueva organizaci¨®n de Can¨¦, la CSP, recibi¨® enseguida el aval can¨®nico de quien era entonces pont¨ªfice de la archidi¨®cesis, el cardenal Timothy Dolan, actual arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia Episcopal de EE UU.
Paulino apenas puede hablar de ese pasado. Entrega papeles y calla. "Al miedo se un¨ªa un inteligente lavado de cerebro. Est¨¢s en un desierto, en el extranjero, sin pasaporte, sin papeles, sin dinero. Dependes de ellos para todo y en todo. Eres su esclavo y, encima, maltratado. Primero, te arrancan de tu familia. Despu¨¦s, te hacen creer que eres un mierda que debes obedecer sin rechistar. Francisco Andreo montaba org¨ªas con hombres y mujeres, en las que, a veces, participaba activamente y, otras veces, se dedicaba a mirar c¨®mo una misionera fornicaba con dos negros. Cuando quer¨ªa sexo, Andreo llamaba a un chico a su habitaci¨®n. El d¨ªa que me mand¨® llamar, me acerqu¨¦ esperando lo peor. Me invit¨® a caf¨¦ y orden¨® que nos dejasen solos. Me mand¨® desnudarme. Me sent¨¦ en una silla, pero ¨¦l me hizo echar en su cama. Comenz¨® a hablarme de sexo y a preguntarme si no se me levantaba. Despu¨¦s, comenz¨® a tocarme. Yo tiritaba de miedo. Al verme tan nervioso y que el pene no se inmutaba con sus manejos, me llam¨® moralista, me insult¨®, me ech¨® del cuarto. Sal¨ª con el alma rota, la escena marcada a fuego en mi memoria".
investigacion@elpais.es
Al Papa se le hiela la alegr¨ªa
Es temprano en la ma?ana del d¨ªa 15 del pasado septiembre y todo sucede en la capilla del edificio de Santa Marta, en el coraz¨®n del Vaticano, donde Francisco dice misa de siete ante una veintena de personas. Se ha desprendido de la casulla en la sacrist¨ªa y ha regresado para hablar con cada uno de los asistentes a la ceremonia, cuidadosamente seleccionados. Un fot¨®grafo del servicio de noticias del Vaticano dispara la c¨¢mara mientras el Papa se entretiene unos instantes con cada feligr¨¦s de ocasi¨®n.
Cada saludo tiene su af¨¢n y se ve c¨®mo Francisco escucha, sonr¨ªe, consuela, besa y bendice con timidez. Con el espa?ol Jos¨¦ Manuel Vidal r¨ªe mientras ojea un libro que recoge los textos del Papa publicados en el peri¨®dico Religi¨®n Digital del que Vidal es fundador y director) cuando Francisco era cardenal de Buenos Aires. De pronto, en las fotograf¨ªas colgadas en la Red se aprecia c¨®mo la sonrisa del Papa se hiela, demudado mientras su interlocutor le hojea otro dossier. Lo que tiene ante los ojos es un supuesto caso de abusos sexuales entre eclesi¨¢sticos que ¡ªle dice Vidal¡ª deber¨ªa estar sobre la mesa del Papa. As¨ª lo han presumido desde Espa?a quienes conocen el caso y deber¨ªan atajarlo, le explica. Y el papa Francisco, una y otra vez: "Publ¨ªquelo, publ¨ªquelo".
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