Euskadi y Catalu?a se alejan (o ?Qui¨¦n lo iba a decir!)

Mientras Artur Mas y el nacionalismo catal¨¢n se embarcan con la CUP en un proceso unilateral hacia la independencia, el lehendakari Urkullu y el PNV dedican sus energ¨ªas a tratar de cerrar las heridas, tras 43 a?os de terrorismo de ETA y cuatro despu¨¦s de su cese definitivo. Urkullu, tras la autocr¨ªtica que se hizo en nombre del Gobierno vasco la pasada primavera, por su escasa sensibilidad hacia las v¨ªctimas del terrorismo en el pasado, pone ahora el acento de su reclamaci¨®n en la izquierda abertzale. Se evidencia que mientras no reconozcan su responsabilidad pol¨ªtica quienes fueron c¨®mplices del terrorismo ser¨¢ muy dif¨ªcil la reconciliaci¨®n en Euskadi.

El emplazamiento de Urkullu a la izquierda abertzale para que reconozca su responsabilidad pol¨ªtica coloca a los abertzales frente a sus propios demonios porque no todos en sus filas est¨¢n dispuestos a reconocer el fracaso de su pasada apuesta terrorista. Por eso, la izquierda abertzale quiere cambiar la agenda pol¨ªtica y emular el proceso independentista de Catalu?a.

Lo est¨¢ intentando en el Parlamento vasco, pero sin ning¨²n ¨¦xito. Introducir en la agenda pol¨ªtica vasca el debate soberanista tapar¨ªa los problemas internos de la izquierda abertzale, derivados de la exigencia de autocr¨ªtica, del mismo modo que en Catalu?a est¨¢ tapando los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en CDC y los enormes problemas de gesti¨®n de Mas. Recuperar¨ªa la iniciativa pol¨ªtica y ser¨ªa el PNV el que pasar¨ªa a una situaci¨®n de incomodidad ya que no comparte la gesti¨®n que Mas est¨¢ haciendo del proceso soberanista catal¨¢n. Ni su unilateralidad ni su dependencia de un grupo como la CUP. Algo que ya vivi¨® el PNV, en la etapa de gobierno de Juan Jos¨¦ Ibarretxe, cuando su plan soberanista dependi¨® del voto de la izquierda abertzale y que culmin¨® con la p¨¦rdida del Gobierno vasco en 2009.

Es m¨¢s. Visto lo visto, el PNV ha decidido postergar a la pr¨®xima legislatura vasca, a partir de 2017, la reforma pendiente del Estatuto de Gernika, el nuevo estatus para Euskadi, que hab¨ªa prometido culminar en 2016.Y es que los recorridos dejan huella. Al PNV le marc¨® la etapa Ibarretxe. Pero tambi¨¦n le est¨¢ marcando el proceso autocr¨ªtico sobre la etapa terrorista en que le ha introducido Urkullu. No s¨®lo en la profundizaci¨®n de lo injustificable del terrorismo etarra. Tambi¨¦n en la de la empat¨ªa con el no nacionalista, en la necesidad de construir Euskadi entre todos.

En el PNV de Urkullu es un valor asumido la importancia del consenso pol¨ªtico transversal, de los procesos bilaterales y pactados dentro de la legalidad y de apostar s¨®lo sobre lo que Europa est¨¢ dispuesta a reconocer. Una estrategia que, adem¨¢s, est¨¢ teniendo un importante apoyo electoral. En esta apuesta, el nacionalismo vasco avanza mientras el catal¨¢n retrocede. !Quien lo iba a decir!