Un paso a¨²n insuficiente

Lo m¨¢s interesante de la reflexi¨®n cr¨ªtica sobre ¡°las decisiones adoptadas en el pasado respecto al uso de la violencia¡± que la izquierda abertzale expres¨® este jueves ante la cercan¨ªa del 10 de noviembre, D¨ªa de la Memoria, radica en que el hecho mismo de su formulaci¨®n demuestra que el debate autocr¨ªtico sobre la violencia est¨¢ vivo en su seno. Y la existencia del debate demuestra, tambi¨¦n, que le est¨¢n haciendo mella las presiones del Gobierno vasco, del lehendakari Urkullu en persona, y los principales partidos de Euskadi para que lleven a cabo esa autocr¨ªtica si quieren normalizar plenamente su relaci¨®n con las fuerzas pol¨ªticas y las v¨ªctimas del terrorismo.

Es un paso adelante que EH Bildu anuncie que el D¨ªa de la Memoria acudir¨¢ al Parlamento vasco a homenajear a las v¨ªctimas con los dem¨¢s partidos; su ¡°sentimiento profundo de que nuestra actitud pol¨ªtica no haya acompa?ado siempre el dolor de cada v¨ªctima¡±, junto con su ¡°reflexi¨®n cr¨ªtica¡± sobre las decisiones adoptadas en el pasado respecto al uso de la violencia. Su autocr¨ªtica sobre su antigua actitud con las v¨ªctimas ya la formularon en febrero de 2012 en San Sebasti¨¢n, a las pocas semanas del anuncio del cese definitivo del terrorismo.

El paso que le falta dar a la izquierda abertzale y que deber¨ªa ser el colof¨®n a esa reflexi¨®n autocr¨ªtica es responsabilizarse pol¨ªticamente de su complicidad en el da?o injusto causado por ETA sin generalidades ni ambig¨¹edades. Eso exigen el Gobierno vasco, los principales partidos de Euskadi y la mayor¨ªa de las v¨ªctimas. Ese paso contribuir¨ªa a normalizar plenamente las relaciones pol¨ªticas, les franquear¨ªa el paso con las v¨ªctimas, distender¨ªa la situaci¨®n de los presos y ser¨ªa gran contribuci¨®n a la convivencia.

Este sentimiento tambi¨¦n est¨¢ instalado entre los disidentes de ETA. Hay en Euskadi decenas de exmilitantes de ETA que han pasado muchos a?os en prisi¨®n por ser autores materiales de atentados, en algunos casos con delitos de sangre, que han reconocido su error y que lamentan el da?o injusto causado a las v¨ªctimas.

Argumentan, con raz¨®n, que quienes teorizaron sobre la conveniencia del terrorismo para lograr objetivos pol¨ªticos, los que les jalearon e incluso les proporcionaron objetivos tendr¨ªan que reconocer, al menos, su responsabilidad pol¨ªtica. Y esos ¡°quienes¡± eran, en su mayor¨ªa, de la izquierda abertzale. En esa argumentaci¨®n coinciden los partidos y las v¨ªctimas del terrorismo.

Pero, pese a sus insuficiencias, hay que felicitarse de que la izquierda abertzale mantenga vivo este debate y lo lleve hasta las ¨²ltimas consecuencias.