Forcadell y los esclavos
Carme Forcadell anima a incumplir las leyes de un Estado que mantiene a los catalanes subyugados desde el medievo
Los catalanes vivimos esclavizados. La primera vez que se lo o¨ª decir a Carme Forcadell fue un domingo del pasado agosto en Sitges, rodeada de vecinos y de turistas. Los turistas estaban all¨ª por el espect¨¢culo; los vecinos acudieron para escuchar la buena nueva de la independencia. Era un acto preelectoral de Junts pel S¨ª. Jordi Turull (CDC) detall¨® las bondades de crear un nuevo Estado desde el punto de vista legislativo, el catedr¨¢tico de Econom¨ªa Oriol Amat explic¨® los beneficios pecuniarios. A Forcadell le toc¨® subrayar la carga emocional del asunto: ¡°Lo tenemos que hacer por la gente que se ha quedado en el camino, por las personas que sue?an desde hace 300 a?os con la libertad (¡). Hemos de ser libres, dejar de ser esclavos, y hacerlo por las generaciones futuras¡±. Asist¨ª al mitin acompa?ado por un amigo, un profesor universitario de dise?o, residente en Sitges, por lo general poco interesado en pol¨ªtica. El acto le motivaba poco, hasta que tom¨® la palabra la nueva presidenta del Parlament. Mi amigo me admiti¨® que se le puso la piel de gallina por una extra?a mezcla de pavor y de sentimentalismo nacional. Cuando al finalizar el encuentro sonaron Els segadors, mi amigo estaba visiblemente emocionado.
Los 300 a?os de la ca¨ªda de Barcelona frente a las tropas borb¨®nicas en la guerra de Sucesi¨®n es un t¨®tem imprescindible en el relato nacional catal¨¢n. Artur Mas lo utiliza frecuentemente junto a la posdata de los mil a?os de historia de Catalu?a. Forcadell va m¨¢s all¨¢. Los 300 a?os son parte indispensable de su alimentaci¨®n ret¨®rica y no faltaron en la arenga con la que estren¨® su presidencia del Parlamento: ¡°No seamos esclavos del pasado. Seamos creadores del futuro. Trabajemos pensando en los pr¨®ximos 300 a?os y no en los 300 pasados¡±. Escuchado con perspectiva, las palabras de Forcadell se pod¨ªan entender como una autocr¨ªtica, o quiz¨¢ como una tomadura de pelo. Tambi¨¦n justific¨® que su ¡°viva la rep¨²blica catalana¡± era un mensaje para satisfacer a todos los diputados, porque en verdad lo que quer¨ªa era remarcar ¡°los valores universales republicanos de la libertad, la igualdad, la democracia y la fraternidad¡±.
Forcadell (Xerta, Tarragona, 1956) es delgada y menuda. Tiene un tono de voz agudo con acento del sur, de las tierras del Ebro, donde naci¨® y vivi¨® hasta los 18 a?os, cuando se mud¨® a Sabadell para cursar sus estudios en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB). Es licenciada en Ciencias de la Comunicaci¨®n, en Filosof¨ªa y es fil¨®loga de profesi¨®n. Trabaj¨® 12 a?os en el Servicio de Ense?anza del Catal¨¢n de la Generalitat. Es militante de ERC, partido con el que fue concejala en Sabadell entre 2003 y 2007. Forcadell es una mujer enjuta; los rasgos de la cara se le han endurecido durante los tres a?os de proceso independentista que ella ha protagonizado al frente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Es m¨¢s f¨¢cil imagin¨¢rsela como la bibliotecaria de Xerta que como la Libertad de Delacroix guiando al pueblo. Con la ¨¦pica discursiva ha tenido manga ancha. Hay m¨²ltiples ejemplos de ello en las redes sociales. En un discurso que pronunci¨® en 2012 en Sant Carles de la R¨¤pita, la entonces presidenta de la ANC se remont¨® al medievo para enumerar los agravios sufridos por Catalu?a: ¡°Los procesos de independencia son siempre fruto de la injusticia, de la humillaci¨®n y del menosprecio. Y Espa?a hace muchos a?os que nos menosprecia, desde la Edad Media, y lo continuar¨¢ haciendo¡±.
En aquel encuentro en las calles de Sant Carles, como en Sitges, Forcadell habl¨® de la esclavitud que, a su parecer, sufrimos los catalanes: ¡°?Qu¨¦ clase de pueblo ser¨ªamos si en vez de la libertad prefiri¨¦ramos continuar siendo esclavos?¡±. La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo calcula que en Europa hay 1,4 millones de personas viviendo en condiciones de esclavitud. La ONG Global Slavery Index estima que 6.100 personas sufr¨ªan explotaci¨®n laboral en Espa?a en 2014. En ambos casos, nada se dice de los catalanes.
Forcadell rebaja la intensidad emocional cuando no habla en m¨ªtines, pero el vocabulario sigue siendo de trinchera. La l¨®gica de se?alar qui¨¦n es el enemigo empez¨® en los primeros estertores del proceso. Pocos d¨ªas antes de las elecciones de 2012, Forcadell aseguraba en la Televisi¨®n del Bergued¨¤ que ¡°ahora ya tenemos muy claro cu¨¢les son los partidos unionistas que quieren seguir en Espa?a, a los que ya les est¨¢ bien la situaci¨®n de espolio que sufrimos¡±. Forcadell inici¨® la entrevista explicando al periodista que le gustaba mucho visitar Berga porque en este municipio, comparado con la zona metropolitana de Barcelona, ¡°se ven muchas m¨¢s esteladas colgadas en los balcones¡±
Los rasgos de la cara se le han endurecido en los tres a?os de proceso independentista que ella ha protagonizado
Para ser presidenta del Parlamento catal¨¢n, Forcadell ha tenido que moderar progresivamente su elocuencia. Tiene un estilo particular para hilar los discursos basado en repetir conceptos hasta la saciedad, como si quisiera evitar que la imaginaci¨®n le juegue una mala pasada. Un ejemplo de la estrategia del disco rayado es su intervenci¨®n en la asamblea general de la ANC de 2014: ¡°Tenemos que explicar a Europa, tenemos que explicar a Europa, tenemos que explicar al mundo, que queremos decidir nuestro futuro de manera absolutamente democr¨¢tica y pac¨ªfica. Tenemos que explicar que queremos ser autores y protagonistas de nuestra historia. Tenemos que explicar que queremos contribuir desde la libertad a construir una Catalu?a, una Europa y un mundo mejor. Para ello hemos de ir todos a votar en las pr¨®ximas elecciones europeas. El d¨ªa 25 de mayo hemos de ir todos a votar, y votar a partidos que defiendan la consultar, votar a partidos comprometidos con la consulta. Necesitamos que nuestros representantes expliquen a Europa y al mundo que votaremos. Que expliquen que el 9 de noviembre ejerceremos nuestro derecho de autodeterminaci¨®n. Porque somos un pueblo, somos un pueblo. No solo porque lo demuestra la historia, no solo por esto, sino porque queremos, porque queremos. Porque, ?qu¨¦ o qui¨¦n decide qu¨¦ es un pueblo si no la misma voluntad de serlo?¡±.
El t¨¢ndem de Forcadell en el agitprop nacional catal¨¢n ha sido Muriel Casals, la expresidenta de ?mnium Cultural. Casals es m¨¢s calmada y tiene menos aptitudes para motivar a las masas. Quiz¨¢ por ello no ha sido ella la elegida para presidir el Parlament, y porque Forcadell tiene muy claro, como ya advirti¨® en Catalunya R¨¤dio en agosto de 2014, que en ¡°alg¨²n momento u otro tendremos que romper la legalidad espa?ola¡±. Ese momento ya ha llegado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.