Del ?ndico a Mallorca en una bolsa de pl¨¢stico
Las algas invasoras viajan desde climas tropicales hasta las aguas Mediterr¨¢neas, donde se establecen al calor de una temperatura que no deja de crecer
Un hombre y dos mujeres se calzan las botellas de buceo amarillas y se sumergen enfundados en neoprenos a 37 metros de profundidad. Son cient¨ªficos y han venido a capturar algas invasoras al fondo marino de la Mola de Andratx, en el sur de Mallorca. Quieren entender qu¨¦ est¨¢ pasando en el fondo de un mar Mediterr¨¢neo caldeado por el cambio clim¨¢tico. Especies venidas de aguas tropicales encuentran ahora aqu¨ª su nuevo hogar y compiten con las aut¨®ctonas por la luz, el espacio y el alimento. Los ecosistemas se resienten y el turismo de buceo, tambi¨¦n. Las macroalgas tapizan un paisaje marino muy apreciado por los submarinistas que en verano desembarcan en tromba en la isla.
Algo menos de una hora m¨¢s tarde, los investigadores del Instituto Mediterr¨¢neo de Estudios Avanzados (Imedea) salen a la superficie cargados de unos ramilletes de algas verdes. Es la famosa Caulerpa cylindracea, una de las dos principales invasoras que se propagan con fuerza en Baleares.
Jorge Terrados dirige la expedici¨®n y ya subido al barco explica que en los 30 a?os que lleva en el mar ha detectado un ascenso de dos grados en esta zona y que a estas alturas ya saben que la temperatura estimula el crecimiento de las algas for¨¢neas. "Vemos invasiones en lugares donde antes no hab¨ªa y donde tapan la luz al resto de especies y les dificulta la fotos¨ªntesis". Los investigadores hace tiempo que han concluido que las especies invasoras son una de las grandes causas de p¨¦rdida de biodiversidad en el mundo y en el Mediterr¨¢neo se expanden sin freno.
El trasiego de invasoras no es nuevo. Al Mediterr¨¢neo entran por el canal de Suez o por el estrecho de Gibraltar y desde hace siglos los comerciantes las transportan pegadas a los cascos de los barcos, a las anclas o en las aguas de lastre. Lo nuevo es la aceleraci¨®n de las invasiones y sobre todo las condiciones favorables con las que se encuentran al llegar al Mediterr¨¢neo gracias a la creciente calidez de las aguas.
Los datos que manejan en la Universidad de las Islas Baleares hablan de un incremento de 0.27 grados por d¨¦cada desde los a?os setenta y de una subida de entre tres y tres grados y medio para 2100 en el caso de que no se frenen las emisiones de gases de efecto invernadero. Los l¨ªderes mundiales se re¨²nen este mes en Par¨ªs en una cumbre que se prev¨¦ hist¨®rica y en la que pretenden reducir a dos grados el calentamiento global para final de siglo frenando la emisi¨®n de gases contaminantes.
En el Mediterr¨¢neo, el cambio global no solo implica una subida de la temperatura del agua. Supone tambi¨¦n una mayor salinidad por la fuerte evaporaci¨®n, la menor aportaci¨®n de agua de lluvia y de los r¨ªos y una mayor acidificaci¨®n por la absorci¨®n de CO2, el principal culpable del efecto invernadero. Un mar m¨¢s ¨¢cido hace que a los moluscos y a los artr¨®podos les resulte m¨¢s dif¨ªcil formar sus conchas y esqueletos. "Desde el mar rojo han entrado m¨¢s de 300 especies en el ¨²ltimo siglo. El cambio clim¨¢tico tiene un efecto doble. Por un lado a las especies que ya hay en el Mediterr¨¢neo no les resulta favorable y por otro a las invasoras les viene muy bien", explica Fiona Tomas, investigadora del Imedea (CSIC-UIB) en una entrevista por Skype desde Estados Unidos.
Cuando termine el d¨ªa, el equipo del Imedea habr¨¢ guardado las algas en 40 acuarios con agua a distintas temperaturas, para ver c¨®mo se relacionan con otras especies. Quieren saber en especial c¨®mo interact¨²a con la posidonia oce¨¢nica, protegida y considerada un term¨®metro de la calidad de las aguas marinas.
La cylindracea, la que han recogido Terrados y sus dos compa?eras, es una de las dos grandes invasoras del Mediterr¨¢neo occidental. La otra es la lophocladia lallemandii, rosa y de aspecto esponjoso, tambi¨¦n conocida como peluch¨ªn. Salud Deudero, ec¨®loga marina del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa las sigue de cerca. "Las dos son muy invasoras y las dos tienen una tasa de colonizaci¨®n muy elevada. La caulerpa es capaz de reestructurar la red tr¨®fica y de cambiar el paisaje submarino". Le preocupa en especial que cada vez haya m¨¢s bolsas de pl¨¢stico en el mar, que las invasoras utilizan para transportarse.
Deudero explica que se mueven en un terreno bastante desconocido pero que ya saben por ejemplo que la cylindracea tiene una toxina que cuando los peces se la comen presentan s¨ªntomas de estr¨¦s y cambios fisiol¨®gicos. Saben tambi¨¦n que procede de Australia y que tiene una velocidad de crecimiento mayor que la c¨¦lebre taxifolia, m¨¢s conocida como el alga asesina, que dejaron escapar de un acuario de M¨®naco en los ochenta y que est¨¢ ahora en horas bajas. Han descubierto adem¨¢s que el impacto de la invasi¨®n depende en parte del deterioro del medio en el que se instale y por tanto de su capacidad de recuperaci¨®n.
El coladero del canal de Suez
En el a?o 2000, Enric Massut¨ª, hoy director del Centro balear del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa, empez¨® a trabajar con cient¨ªficos internacionales en un atlas de peces ex¨®ticos que hab¨ªan entrado en el Mediterr¨¢neo por el canal de Suez o por Gibraltar. Desde entonces han ido actualiz¨¢ndolo y se han dado cuenta de que el traj¨ªn de larvas es continuo. La ¨²ltima actualizaci¨®n, de 2013 cont¨® hasta 146 especies de peces al¨®ctonos, la gran mayor¨ªa tropicales. El mismo trabajo se hizo para moluscos, crust¨¢ceos y algas.
"En las ¨²ltimas d¨¦cadas ha habido un incremento de especies que vienen de zonas tropicales y subtropicales. En el Mediterr¨¢neo oriental vemos c¨®mo hay especies que empiezan a desplazar a las pesquer¨ªas artesanales y que pueden representar un 40% de las capturas". Si las temperaturas siguen creciendo al ritmo previsto, es muy probable, concluyen, que esas especies se asienten tambi¨¦n en la parte occidental del Mediterr¨¢neo. En su despacho del Oceanogr¨¢fico, Massut¨ª muestra la trayectoria de estas especies en mapas, en los que se ve que una especie que por ejemplo se detect¨® en 1997 en Israel ahora ya ha sido vista en Italia. Los investigadores tiemblan ahora adem¨¢s con la reciente ampliaci¨®n del canal de Suez, que temen se convierta en un inmenso coladero de invasoras.
En Baleares acampa ahora a sus anchas un cangrejo plano y con motas amarillas. Es el Percnon Gibbesi y de ¨¦l dicen que es probablemente el decad¨®podo m¨¢s invasivo que existe. Viene del Atl¨¢ntico tropical y en Baleares ya es el rey.
Ciencia ciudadana
Puede que haya lagunas cient¨ªficas, pero para los aficionados al submarinismo no hay duda de que algo est¨¢ pasando y de que las inmersiones ya no son lo que eran. "Cuando yo empec¨¦ estas algas no estaban. Ahora est¨¢n por todas partes, los peces huyen y no se les ve. Hay zonas que han dejado de ser interesantes para bucear y nos refugiamos en las reservas, pero tambi¨¦n all¨ª llegan las invasoras", explica Cristina Risso presidenta de Isurus, un conocido club de submarinismo mallorqu¨ªn. Risso empez¨® a bucear en el 96 y desde entonces ha visto c¨®mo el fondo marino de la isla ha mudado de piel.
Los buceadores, pescadores y turistas se han convertido en un activo fundamental para los cient¨ªficos, incapaces de abarcar la inmensidad del mar. Es lo que en el Instituto Mediterr¨¢neo de Estudios Avanzados (IMEDEA CIS UIB) llaman ciencia ciudadana. Con su proyecto Ojo a las invasoras animan a quien aviste una a que env¨ªe una foto y as¨ª poder ir elaborando una cartograf¨ªa de las invasiones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- COP21
- Cumbres europeas
- Conferencia cambio clim¨¢tico
- Cumbre del clima
- Consejo Europeo
- Cmnucc
- Cumbres internacionales
- Acuerdos ambientales
- Relaciones internacionales
- Cambio clim¨¢tico
- Uni¨®n Europea
- ONU
- Problemas ambientales
- Organizaciones internacionales
- Protecci¨®n ambiental
- Relaciones exteriores
- Medio ambiente
- Par¨ªs
- Francia
- Europa occidental
- Europa
- Reportajes