Washington quiere tener agentes armados en el aeropuerto de Barajas
EE UU se propone controlar a los pasajeros con destino a territorio estadounidense
EE UU ha pedido a Espa?a la instalaci¨®n en el aeropuerto de Barajas-Adolfo Su¨¢rez (Madrid) de un control fronterizo adelantado de la?Agencia de Aduanas y Protecci¨®n de Fronteras (CBP), que controlar¨ªa a los pasajeros con destino a aeropuertos estadounidenses para detectar a sospechosos de terrorismo. El Gobierno espa?ol a¨²n no ha contestado a la petici¨®n, pero ha transmitido sus reservas a Washington, que pretende que estos agentes act¨²en armados y gocen de inmunidad en territorio espa?ol, lo que supondr¨ªa una cesi¨®n de soberan¨ªa.
En virtud de un acuerdo suscrito en 2009 entre el entonces ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, Washington cuenta con tres funcionarios en el aeropuerto de Barajas que controlan la documentaci¨®n de los pasajeros que embarcan en vuelos con destino a Estados Unidos e incluso, seg¨²n revel¨® EL PA?S, en aviones que sobrevuelan territorio estadounidense, aunque no hagan escala en ninguno de sus aeropuertos. Estos funcionarios pueden vetar la presencia de alg¨²n pasajero, por considerarlo sospechoso de suponer un riesgo para la seguridad de Estados Unidos, y denegar su embarque. Las aerol¨ªneas no tienen m¨¢s remedio que atender sus requerimientos si no quieren arriesgarse a que se les deniegue el permiso de sobrevuelo o aterrizaje.
Lo que no pueden hacer los funcionarios estadounidenses en suelo espa?ol es registrar a los pasajeros o detenerlos, una tarea que corresponde en exclusiva a las Fuerzas de Seguridad espa?olas. La situaci¨®n cambiar¨¢ si se admite, como ha pedido, que la Agencia de Seguridad y Protecci¨®n de Fronteras estadounidense instale un control de aduanas en el aeropuerto madrile?o. Su funci¨®n no se limitar¨¢ a controlar la documentaci¨®n, sino tambi¨¦n el equipaje, de bodega y de mano, y el propio cuerpo de los pasajeros. Se trata de realizar los mismos controles, y con los mismos par¨¢metros, a los que son sometidos los viajeros a su llegada a Estados Unidos de forma que, en teor¨ªa, los pasajeros que superen estos controles podr¨ªan entrar en territorio estadounidense o tomar vuelos dom¨¦sticos sin necesidad de ulteriores controles. En teor¨ªa porque, y este es uno de los puntos conflictivos, Washington se reserva la posibilidad de realizar controles suplementarios en territorio estadounidense.
El punto m¨¢s conflictivo, sin embargo, es la demanda de que estos agentes, que son funcionarios federales de aduanas, vayan armados y cuenten con inmunidad. Es decir, que no se someter¨ªan a la jurisdicci¨®n de los tribunales espa?oles si se vieran envueltos en alg¨²n incidente.
Este punto ha encendido las alarmas del Gobierno espa?ol, que ha trasladado sus "reservas" a Washington. A¨²n no existe, sin embargo, una respuesta definitiva y el asunto est¨¢ sometido a consultas de los departamentos de Exteriores, Interior y Fomento. AENA (Aeropuertos Nacionales y Navegaci¨®n A¨¦rea), la entidad p¨²blica que gestiona Barajas, supuesta beneficiaria de la propuesta en la medida en que permitir¨ªa un incremento de los vuelos a EE UU, tampoco se muestra entusiasta, seg¨²n fuentes de la misma, por temor a que traslade al embarque en Madrid las colas que se dan ahora en las aduanas de los aeropuertos estadounidenses. De hecho, los controles suplementarios de seguridad que se aplican ya a los vuelos a Estados Unidos obligan a que los pasajeros se presenten en la puerta de embarque unas dos horas antes de la salida, adem¨¢s de solicitar por Internet, con al menos 72 horas antelaci¨®n, la autorizaci¨®n de viaje (ESTA).
La petici¨®n de instalar una aduana en Barajas forma parte del llamado Preclearence Programe (Programa de Preautorizaci¨®n) que EE UU puso en marcha con Canad¨¢ a mediados del pasado siglo y que incluye 15 aeropuertos de Irlanda y el Caribe, a los que se sum¨® Emiratos ?rabes Unidos en 2014. El salto cualitativo se producir¨¢ si prospera la propuesta lanzada a finales de mayo por Washington para ampliar el programa a 10 aeropuertos de nueve pa¨ªses, la mayor¨ªa europeos, como B¨¦lgica, Holanda, Reino Unido, Suecia, Noruega o Espa?a; pero tambi¨¦n de Jap¨®n, Turqu¨ªa o Rep¨²blica Dominicana. La elecci¨®n de los aeropuertos se ha hecho partiendo del tr¨¢nsito de pasajeros a Estados Unidos: juntos sumaron casi 20 millones en 2014.
Oferta bilateral
El hecho de que las ofertas se hayan hecho a nivel bilateral y las conversaciones se desarrollen con la m¨¢xima discreci¨®n hace que no exista una posici¨®n com¨²n entre los socios europeos. Y ello a pesar de que fue la Comisi¨®n la que negoci¨® con Washington el acuerdo para transferirle los datos personales de los pasajeros que embarcan en aeropuertos europeos con destino a EE UU.
La petici¨®n estadounidense le plantea varios problemas a Espa?a: el primero, jur¨ªdico, pues el acuerdo deber¨ªa plasmarse en un tratado internacional ratificado por el Parlamento. El segundo, de dignidad nacional, pues no podr¨ªa aceptarse un acuerdo de ese tipo sin cl¨¢usula de reciprocidad. El pacto con Canad¨¢ la incluye, pero lo cierto es que las autoridades canadienses jam¨¢s han ejercido este derecho. Por ¨²ltimo, est¨¢ por ver que el acuerdo resulte atractivo para las compa?¨ªas si no se garantiza a los pasajeros que no ser¨¢n sometidos a un segundo control a su llegada a Estados Unidos.
Aunque ahora se ha resucitado, la iniciativa no es nueva. Washington ya la plante¨® sin ¨¦xito tras el 11-S. "Lo cierto, y Washington parece olvidarlo", subraya un experto, "es que los aviones usados por los yihadistas no despegaron de aeropuertos europeos, sino norteamericanos".
Aduanas de EE UU en terminales extranjeras
El Programa de Preautorizaciones, con el despliegue de 600 agentes de estadounidenses de aduanas en aeropuertos extranjeros, se puso en marcha en 1952. En estos momentos incluye los aeropuertos de Calgari, Toronto, Edmonton, Halifax, Montreal, Otawa, Vancouver y Winnipeg, en Canad¨¢; Dubl¨ªn y Shannon, en Irlanda; Aruba, Freeport, Nassau y Bermuda, en el Caribe; y Abu Dhabi, en Emiratos ?rabes Unidos. Por las adunas estadounidenses de estos 15 aeropuertos, en seis pa¨ªses, pasaron 16 millones de pasajeros el a?o pasado.
En mayo pasado, Washington identific¨® otros 10 aeropuertos en nueve pa¨ªses en los que quiere instalar dichas aduanas, para lo que ha abierto conversaciones bilaterales. Se trata de Bruselas (B¨¦lgica), ?msterdam Schipol (Holanda); Oslo (Norugea), Barajas-Adolfo Su¨¢rez (Espa?a), Estocolmo Arlanda (Suecia), Estambul Ataturk (Turqu¨ªa); London Heathrow y Manchester (Reino Unido), Narita (Jap¨®n) y Punta Cana (Rep¨²blica Dominicana). Por dichos aeropuertos pasaron casi 20 millones de pasajeros con destino a EE UU en 2014.
Madrid y Washington tienen un acuerdo desde 2009 que permite a tres funcionarios estadounidenses revisar la documentaci¨®n de los pasajeros que toman vuelos con destino a EE UU ¡ªo que sobrevuelan territorio estadounidense¡ª desde el aeropuerto de Barajas y denegar su embarque, pero no registrarlos. Adem¨¢s, en virtud de un acuerdo con la UE de 2011, los datos personales de los pasajeros que vuelan a EE UU son transferidos a dicho pa¨ªs.
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