Arranca la campa?a electoral m¨¢s plural y abierta de la democracia

Los principales candidatos a las elecciones del 20-D inician este viernes la campa?a m¨¢s abierta de la democracia. Con m¨¢s de un 41% de indecisos, lo ¨²nico seguro a 16 d¨ªas de los comicios es que el bipartidismo dar¨¢ paso a alg¨²n pacto entre dos (o tres) de las cuatro fuerzas pol¨ªticas en liza. Mariano Rajoy, que parte como favorito, sabe que no solo tiene que ganar, sino conseguir los suficientes apoyos como para formar Gobierno. Pedro S¨¢nchez siente la presi¨®n de los emergentes, a derecha e izquierda, y de su propio partido, desde el sur. Y los dos nuevos aspirantes, Albert Rivera y Pablo Iglesias, deben demostrar su capacidad para pasar de ser bisagra a picaporte para abrir la puerta a quien vaya a gobernar en 2016.

El lunes 30 de noviembre, tres de los cuatro l¨ªderes que aspiran a la presidencia del Gobierno llegaban al debate electoral de EL PA?S con la mirada tensa. Estaban nerviosos, porque sab¨ªan lo que se jugaban. S¨¢nchez, Rivera e Iglesias se iban a enfrentar al primer debate abierto para confrontar sus propuestas, mientras Rajoy elud¨ªa el cara a cara con sus m¨¢s directos competidores y optaba por una entrevista convencional.

La actitud del presidente del Gobierno se explica desde la posici¨®n del que se sabe ganador (aunque vaya a perder un tercio de su fuerza en el Parlamento) y quiere conservar el liderazgo sin arriesgar lo m¨¢s m¨ªnimo. Las encuestas le auguran un triunfo holgado (aunque insuficiente como para formar Gobierno en solitario), y enfrentarse a quien le est¨¢ robando votos d¨ªa a d¨ªa, pero tendr¨¢ el picaporte para abrir la puerta del Palacio de la Moncloa, no le aporta nada. Al rev¨¦s, tiene m¨¢s que perder que ganar y se conforma con ser el primero en vez de intentar abrir brecha con los dem¨¢s partidos.

El sudoku de G¨¦nova

Los asesores de Mariano Rajoy le han preparado una campa?a confortable y sin riesgos: actos electorales en ciudades medianas, entrevistas en programas poco conflictivos y un solo cara a cara con su rival del bipartidismo. En el PP saben que si Pedro S¨¢nchez se hunde es porque Rivera (el competidor real del presidente) e Iglesias (la amenaza de futuro) habr¨¢n crecido lo suficiente como para acabar de verdad con la alternancia que ha caracterizado la historia democr¨¢tica en Espa?a.

El sudoku electoral de G¨¦nova necesita que los populares obtengan m¨¢s de 125 esca?os y el PSOE no baje de 90. Fuentes de la direcci¨®n de campa?a del PP aseguran que el descalabro de los socialistas supondr¨ªa un enorme problema para Rajoy, porque situar¨ªa a Ciudadanos en la segunda plaza y dificultar¨ªa un pacto de investidura. En Moncloa ven a Albert Rivera muy crecido desde las elecciones catalanas y temen que, si hace el sorpasso a Pedro S¨¢nchez, opte a formar Gobierno desde la segunda posici¨®n electoral.

En Ferraz, los ¨¢nimos cambian de un d¨ªa para otro. Las encuestas no les son favorables, aunque conf¨ªan en que tienen un suelo dif¨ªcil de romper y que finalmente superar¨¢n los 100 diputados (menos que en 2011 con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba de candidato). P¨²blicamente mantienen el mensaje de que se ven ganadores y que ya decidir¨¢n con qui¨¦n pactan para formar Gobierno, pero en privado reconocen que la presi¨®n a la que est¨¢n sometidos desde la derecha (Ciudadanos) y la izquierda (Podemos) les puede hacer da?o. La otra izquierda, la de Alberto Garz¨®n (IU), no les sirve para montar el puzle.

En el debate del lunes, S¨¢nchez se sinti¨® acosado por sus dos contendientes y, aunque sali¨® airoso de los ataques, comprob¨® que Rivera e Iglesias van a seguir intentando pescar hasta el ¨²ltimo d¨ªa en los caladeros socialistas. Su estrategia es dar valor al legado de los socialistas desde 1982 e insistir en que solo el PSOE es capaz de defender el Estado de bienestar.

En el cuartel general de Ciudadanos hay d¨ªas que creen no solo que pueden adelantar al PSOE, sino tambi¨¦n al PP, aunque las encuestas les desmientan. La inercia conseguida tras las elecciones catalanas les ha dado una importante velocidad de crucero y Albert Rivera acepta todos los retos, en forma de debates, que le proponen. El l¨ªder catal¨¢n tiene, adem¨¢s, la ventaja de que tambi¨¦n gana con una tercera posici¨®n, siempre y cuando sea clave para dar la mayor¨ªa de Gobierno a uno u otro partido.

Acelerados

Por su parte, en las oficinas de Podemos, en la calle de la Princesa de Madrid, andan todos acelerados por las redes sociales y el Red Bull. Pablo Iglesias no tira la toalla de subir al podio, aunque todos los sondeos indican que lleva varios meses sin conseguir cerrar la brecha abierta por Ciudadanos. Conf¨ªa en la campa?a, en los debates, en las tertulias de televisi¨®n que le encumbraron hace m¨¢s de un a?o y, sobre todo, en las acciones sorpresa que le gusta plantear de vez en cuando. Podemos ha presentado un programa de corte socialdem¨®crata (con memoria econ¨®mica incluida) para plantar cara al PSOE, aunque saben que la larga y r¨¢pida marcha desde la izquierda radical al socialismo les puede acarrear problemas de credibilidad.

Arranca la campa?a m¨¢s abierta de la democracia, en la que los partidos luchar¨¢n provincia a provincia, esca?o a esca?o, propuesta a propuesta. Nunca hasta ahora las encuestas hab¨ªan asignado al vencedor menos del 30% de los votos o al tercero m¨¢s 10%. Esta vez, la campa?a s¨ª ser¨¢ decisiva en el resultado final de las elecciones.