Los jueces podr¨¢n anular las visitas a hijos de condenados por maltrato

Un juez podr¨¢ suspender el r¨¦gimen de visitas de un hijo con su padre condenado por violencia de g¨¦nero o por maltrato a otro de los hijos. El Tribunal Supremo ha fijado esta doctrina para acabar con la discrepancia que hasta ahora manten¨ªan sobre este asunto los jueces y tribunales encargados de determinar las medidas de protecci¨®n a los hijos de condenados por maltrato.

En muchos casos, los jueces hac¨ªan imperar el derecho de los progenitores a mantener el contacto con sus hijos. El Supremo ha establecido su nueva doctrina a partir de una sentencia en la que corrige a un juzgado de Algeciras y a la Audiencia Provincial de C¨¢diz, que establecieron visitas para un padre condenado por maltrato a su exmujer y a una de sus hijas. Las visitas que le concedieron (dos horas un d¨ªa a la semana en un punto de encuentro familiar) eran para ver a su otra hija, a la que supuestamente no maltrat¨® y solo pod¨ªa disfrutarlo una vez que cumpliera la pena de prisi¨®n a la que fue condenado y documentase que se hab¨ªa sometido a un programa terap¨¦utico contra la violencia.

La Sala de lo Civil de Supremo cree, sin embargo, que los jueces de C¨¢diz no han respetado ¡°el inter¨¦s del menor¡±. Los jueces basan su decisi¨®n en el art¨ªculo 94 de C¨®digo Civil, que permite al juez limitar o suspender el derecho de visita. Tambi¨¦n la ley integral contra la violencia de g¨¦nero autoriza esta restricci¨®n y el art¨ªculo tres del convenio de Naciones Unidas sobre los Derechos del Ni?o y la Carta Europea de los Derechos del Ni?o establece como primordial la consideraci¨®n del inter¨¦s del menor. Los magistrados se amparan tambi¨¦n en la ¨²ltima reforma de la ley del Menor, de este a?o, que exige que la vida y desarrollo del ni?o se desarrolle en un entorno ¡°libre de violencia¡± y que ¡°en caso de que no puedan respetarse todos los intereses leg¨ªtimos recurrentes, deber¨¢ primar el inter¨¦s superior del menor sobre cualquier otro inter¨¦s leg¨ªtimo¡±.

El Supremo advierte de que, en este caso, el padre ha sido condenado por maltrato a otra de sus hijas, por lo que los contactos con la otra ni?a ¡°deben ser sumamente restrictivos¡± y los jueces deben ¡°primar la cautela¡± ya que el riesgo es ¡°m¨¢s que evidente¡±. La Sala de lo Civil, en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Francisco Javier Arroyo, se?ala tambi¨¦n que la condici¨®n de demostrar que el padre ha acudido a terapia deber¨ªa concretar qu¨¦ programa ha seguido, ante qui¨¦n y qui¨¦n homologa sus resultados. Los magistrados dejan la puerta abierta para que, cuando cumpla la condena, el padre pueda pedir de nuevo un r¨¦gimen de visitas ¡°con las garant¨ªas y cautelas propias que preserven el inter¨¦s de la menor¡±.