Iglesias: ¡°Yo vengo de f¨¢brica¡±
El l¨ªder de Podemos es el candidato a la Moncloa m¨¢s precoz ideol¨®gicamente. Influy¨® en ello el ambiente familiar, lleno de historias que se transmit¨ªan desde la Guerra Civil
Del mismo modo que Aureliano Buend¨ªa, frente al pelot¨®n de fusilamiento, hab¨ªa de recordar la tarde en que su padre le llev¨® a conocer el hielo, Pablo Iglesias Turri¨®n (Madrid, 1978) recuerda la ma?ana remota en que su padre le llev¨® a conocer una huelga general.
Iglesias ten¨ªa 10 a?os y en Espa?a, despu¨¦s de cuatro d¨¦cadas de dictadura, gobernaba el PSOE. No olvida la fecha, finales de 1988, ni la conversaci¨®n que mantuvo con su padre. ¡°?l me hablaba de la importancia hist¨®rica que ten¨ªa aquello, de la necesidad de defender los derechos de los trabajadores. Mi padre me habl¨® como a un adulto. Aquella conversaci¨®n que tuve con ¨¦l me marc¨® a pesar de que yo era un ni?o¡±.
El candidato a la presidencia del Gobierno m¨¢s precoz ideol¨®gicamente, el que se concienci¨® m¨¢s temprano, es ¨¦l. Dice que lo hizo por el ambiente familiar, lleno de historias que se transmit¨ªan oralmente desde la Guerra Civil. ¡°Desde ni?o escuch¨¦ un discurso que ten¨ªa que ver con la memoria, con los represaliados. Era un discurso vivo en nuestra casa que ten¨ªa mucho de homenaje y reconocimiento¡±, cuenta. Su abuelo paterno, socialista, fue condenado a muerte por la dictadura, pena que fue conmutada por c¨¢rcel; uno de sus bisabuelos fue uno de los fundadores de la UGT. Sus padres, una abogada laboralista y un inspector de trabajo, militaron en la clandestinidad.
¡°Desde ni?o escuch¨¦ un discurso que ten¨ªa que ver con la memoria y con los represaliados¡±
¡°Yo vengo de f¨¢brica. No tuve ninguna ca¨ªda del caballo. Mi compromiso pol¨ªtico est¨¢ tatuado en mi ADN¡±, dice Iglesias. Recuerda sonando en casa el directo de Paco Ib¨¢?ez en el Olympia de Par¨ªs (Andaluces de Ja¨¦n de Miguel Hern¨¢ndez, A galopar de Alberti o Lo que puede el dinero del Arcipreste de Hita; ¡°los primeros poemas que aprend¨ª fueron cantados¡±). Con los a?os le marcaron lecturas como La madre de Maksim Gorki, un autor del realismo socialista; el cine del marxista Gillo Pontecorvo, director de La batalla de Argel y Operaci¨®n Ogro, ¨¦sta ¨²ltima sobre el atentado a Carrero Blanco; o el documental La batalla de Chile, la lucha de un pueblo sin armas de Patricio Guzm¨¢n, sobre el asedio a Allende y el golpe de Pinochet.
A los 14 a?os, ya viviendo en Vallecas (pas¨® su infancia en Soria), Pablo Iglesias se meti¨® en la Uni¨®n de Juventudes Comunistas de Espa?a (UJCE), de la que sali¨® a los 21 a?os. Es la ¨¦poca de los movimientos antiglobalizaci¨®n. Para entonces era estudiante de la Complutense y formaba parte del Movimiento de Resistencia Global (MRG) que organizaba algunas de las protestas. De esa ¨¦poca proceden las im¨¢genes de su primer encuentro en los medios tras los disturbios de G¨¦nova en los que un carabinieri mat¨® a tiros a un manifestante, Carlo Giuliani. ¡°?Pablo, qu¨¦?¡±, le pregunta un periodista. ¡°Iglesias¡±, responde el joven con coleta, pendientes en las dos orejas y piercing en la ceja.
Tras contestar a los periodistas particip¨® en un chat con lectores. ¡°?Qu¨¦ se siente al ser un impresentable?¡±, le preguntaron. ¡°D¨ªnoslo t¨²¡±, respondi¨®. Un lector le escribi¨®: ¡°?Por qu¨¦ no os present¨¢is a las elecciones con un programa concreto y vemos cu¨¢ntos ciudadanos os votan? (Me temo que no os atrev¨¦is...)¡±.
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