No manchemos la memoria de nuestros h¨¦roes

Mi hermano menor Jorge perdi¨® el viernes su vida en el atentado de Kabul junto con su compa?ero Gabi. Deja a su amada Gema y a sus dos ojos de la cara, Alejandro y Lucas, este ¨²ltimo con tan solo nueve a?os, sin olvidar a una madre, suegros, hermanos, cu?ados, t¨ªos, primos, compa?eros y amigos, que ya no seremos nunca m¨¢s presa de sus interminables abrazos y pegajosos besos, ya que mostraba su amor con la misma pasi¨®n y entrega que pon¨ªa a todo aquello que hac¨ªa en la vida.

Mi hermano no muri¨® por las balas o por las explosiones, Jorge muri¨® por defender los valores en los que cre¨ªa: su familia, su trabajo y una patria en libertad y justicia.

Como Jorge, hay miles de personas que arriesgan su vida por estos mismos valores y que quiz¨¢ nunca sean debidamente reconocidos. Hoy todos los medios se hacen eco de la noticia y los pol¨ªticos hacen menci¨®n en sus m¨ªtines, Algunos ya apuntan a sucumbir a la tentaci¨®n de utilizar este hecho como un arma arrojadiza con la que obtener una ventaja en el proceso electoral. A ¨¦stos les ruego, que por favor, no manchen la memoria de un hombre de honor con su deshonor, que lo aparten de sus luchas cainitas impropias del pueblo que pretenden liderar. Siento envidia de la unidad del pueblo Franc¨¦s frente a la indignidad que aqu¨ª mostramos.

Mi hermano muri¨® asesinado por una barbarie contraria a todo en lo que ¨¦l cre¨ªa. Si hay que mejorar las condiciones de todos los que nos defienden, que se haga por una vez mostrando la unidad de un pueblo, todos juntos en una decisi¨®n ¨²nica de combatir la sinraz¨®n, y asegurar nuestras libertades y derechos frente a quienes nos las quieren arrebatar, pero ahora por favor dejen esto fuera de sus debates oportunistas.

Nadie oblig¨® a Jorge a abordar esa misi¨®n, y nunca nadie le habr¨¢ o¨ªdo quejarse de su equipamiento, ni por las condiciones de la embajada, etc. ?l ten¨ªa una misi¨®n, y no dudaba en ejercerla hasta el final, porque el amor a su trabajo y su profesi¨®n no le permitir¨ªa hacerlo. Estoy seguro de que solo se habr¨¢ ido con un reproche, y es el de no poder haber donado todos sus ¨®rganos para salvar m¨¢s vidas, ya que esa era su voluntad, y las circunstancias de su muerte no lo han hecho posible.

Dentro de una semana nadie se acordara de Jorge en los medios, ni los pol¨ªticos en sus mitines (afortunadamente), pero su legado quedar¨¢ en el ejemplo que nos dio a todos los que tuvimos la suerte de quererle y admirarle.

En vida lo dio todo por todos, nunca se guard¨® nada para ¨¦l. Ahora s¨®lo espero y conf¨ªo en que su pa¨ªs le devuelva al menos una parte de ese esfuerzo ocup¨¢ndose de su viuda e hijos.

Rafael Garc¨ªa Tudela (hermano del h¨¦roe Jorge Garc¨ªa Tudela)