Loter¨ªa de Navidad: Las chicas del 37
Un grupo de amigas de M¨¢laga rememora la experiencia de ganar el Gordo con el n¨²mero que so?¨® el padre de una de ellas
Todo comenz¨® con un sue?o. Siete amigas se re¨²nen para desayunar cada d¨ªa en una venta de Arriate, una peque?a localidad de M¨¢laga. Una ma?ana deciden crear un fondo com¨²n y apostar a la Loter¨ªa de Navidad. Cada una compra un d¨¦cimo y lo juegan entre todas, a partes iguales, lo que eleva sus posibilidades de conseguir premio. ¡°Luego quisieron entrar en el grupo dos amigas m¨¢s, y les pedimos que aportaran un boleto. A una de ellas le dije que comprara un d¨¦cimo acabado en 37, que mi padre hab¨ªa so?ado que nos tocaba¡±. La mujer hizo caso a Pepi Cruz, una de las agraciadas, y compr¨® el 13.437. Ese n¨²mero les cambi¨® la vida, pero no mucho, porque el premio, de 400.000 euros, tuvieron que repartirlo entre las nueve apostantes. Restando los pertinentes impuestos, cada una se llev¨® un pellizco de 35.620 euros.
¡°Lo primero que pens¨¦ es que pagaba mi casa. Y la pagu¨¦. No me qued¨® nada, no compr¨¦ caprichos ni fui de viaje, pero me qued¨¦ tranquila¡±, relata Pepi, que en aquellas fechas estaba desempleada, como su marido, y contaba con 90 euros en la cuenta para pasar las fiestas y comprar los regalos de sus dos hijos, de seis y 12 a?os. ¡°Nos ayudaban mis padres, pero no son eternos¡±. De hecho, ese 22 de diciembre era el primer d¨ªa de trabajo (temporal) de su marido, Salvador Dur¨¢n, que se present¨® a los festejos en el local que regenta Javier Ca?estro, tambi¨¦n agraciado, un tanto incr¨¦dulo. Pero aquello estaba pasando, era real. ¡°El premio nos sorprendi¨® a todas. Yo estaba en la habitaci¨®n y como sonido de fondo ten¨ªa la televisi¨®n. Escuch¨¦ el 37 y supe que me hab¨ªa tocado, sin ver el n¨²mero completo. Me llam¨® una amiga y me dijo que s¨ª, que llev¨¢bamos el Gordo¡±.
Otra de las integrantes del grupo, la mujer que compr¨® el boleto premiado, pidi¨® otro d¨¦cimo del 13.437, pero por error le enviaron dos. De golpe, la familia hab¨ªa ganado en la loter¨ªa 800.000 euros m¨¢s el premio compartido entre las amigas que desayunan juntas a diario en El Chozo. El negocio se encuentra en la entrada de este pueblo blanco enclavado en la serran¨ªa de Ronda, con una tasa de paro cercana al 35% y con muchos de sus vecinos viviendo fuera. Cada Navidad vuelven a casa, pero la llegada del a?o pasado fue especial. El Chozo se convirti¨® en una escala obligatoria. All¨ª se concentraron arriate?os y visitantes que, desde el coche, divisaron como un grupo de amigas celebraba con saltos, l¨¢grimas y c¨¢nticos (no faltaba la copa de cava en sus manos), que hab¨ªan sido agraciadas con el primer premio de la Loter¨ªa de la Navidad.
Si la loter¨ªa siempre es una cuesti¨®n de azar, en este caso la cuesti¨®n de la suerte se ali¨® con Pepi y sus compa?eras por partida doble. El n¨²mero premiado lleg¨® a la zona de la mano del lotero Salvador Melgar, adscrito a la Administraci¨®n n¨²mero 2 de Ronda, a trav¨¦s de un intercambio con otro lotero de El Bosque (C¨¢diz). Salvador vendi¨® 40 d¨¦cimos y su compa?ero, Miguel Pineda de Algatoc¨ªn (M¨¢laga), unos 60. En total, entre ambos, repartieron 40 millones de euros en premios. Una parte de ese dinero se fue a lugares como Albacete o Barcelona, ya que muchos de los 100 d¨¦cimos fueron comprados por turistas que visitaban Ronda.
¡°Es una satisfacci¨®n muy grande, sobre todo por haber dado el premio a personas que lo estaban pasando regular. Te alegras, aunque a ti no te haya tocado nada¡±, sostiene Salvador. Es su primer Gordo, pero antes ya dio un segundo premio. Sue?a con repartir de nuevo este a?o una lluvia de millones entre sus vecinos, que lo siguen parando en la calle y d¨¢ndole las gracias, aunque haya pasado ya un a?o.
¡°Yo lo estaba viendo en directo a trav¨¦s de la televisi¨®n. Cuando vi el n¨²mero, pegu¨¦ un salto. Avis¨¦ a mi mujer, pero le dije que no buscara nada que yo no llevaba ni una participaci¨®n¡±, explica el lotero que, cuando supo la noticia, se acerc¨® a la venta para felicitar a los premiados. Lo recibieron con v¨ªtores. Algunos se le acercaron para comprarle loter¨ªa para el sorteo de El Ni?o. Desde ese momento, sus ventas han crecido. Este a?o, incluso, ha tenido que pedir ex profeso 120 boletos con el n¨²mero del Gordo en 2014, tras los requerimientos de sus clientes.
Las nueve agraciadas, a las que este a?o se ha a?adido otra amiga, han vuelto a repetir, por si la suerte vuelve a pasar por su puerta. Comparten diez d¨¦cimos, cada uno de ellos con una terminaci¨®n diferente. Este a?o el padre de Pepi no ha so?ado nada. En esta ocasi¨®n, la visionaria es la propia Pepi: est¨¢ convencida de que el Gordo va a acabar en 25.
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