El CETI de Melilla readmite a los ni?os y mujeres que acampaban enfrente

Acabaron los d¨ªas y las noches a la intemperie. El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ha readmitido este martes a tres ni?os sirios y a dos mujeres que viv¨ªan acampados frente a la instalaci¨®n desde hace dos meses, seg¨²n ha informado Amnist¨ªa Internacional (AI), que ha recordado que estas madres y sus hijos fueron expulsados de este complejo despu¨¦s de que se rechazara su solicitud de asilo en Espa?a. "No se tuvo en cuenta el inter¨¦s superior de los menores", ha remarcado la ONG, que ha denunciado que dicha medida tambi¨¦n viol¨® la Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o

En un primer momento, AI ha anunciado que ambas familias hab¨ªan vuelto al CETI. Posteriormente, ha emitido una nota donde recalcaba que, sobre las cinco y media de la tarde, los trabajadores del centro han comunicado a una de las mujeres que deb¨ªa abandonarlo. "Aunque tenemos constancia de que se est¨¢ estudiando la documentaci¨®n de su caso en estos momentos", destacaba la ONG, que ha informado de que sobre las siete y media han podido regresar al interior del complejo: "Tras las gestiones realizadas por Amnist¨ªa con la Secretar¨ªa de Estado y el director del CETI".

Seg¨²n explicaron el lunes varios colectivos sociales a EL PA?S, el problema de estas dos familias empez¨® cuando las mujeres, casadas con sirios que no hab¨ªan logrado entrar en Melilla, tuvieron que abandonar el CETI con sus hijos al ser ellas de origen marroqu¨ª ¡ªel centro no acoge a ciudadanos de este ¨²ltimo pa¨ªs¡ª. Entonces, decidieron acampar enfrente. Y all¨ª han vivido, en tiendas apuntaladas por pedruscos y entre pal¨¦s de madera. Sin agua. Sin comida. "En pleno invierno y sin que las autoridades espa?olas les hayan ofrecido en ning¨²n momento alg¨²n tipo de alternativa habitacional", denuncia Amnist¨ªa Internacional.

Estas mujeres han recibido un trato discriminatorio Amnist¨ªa Internacional (AI)

La ONG ha recopilado el testimonio de las dos familias. F¨¢tima Gascoi dej¨® Marruecos y se march¨® a Siria para trabajar. All¨ª conoci¨® a su marido en 2003, con el que tuvo un hijo dos a?os despu¨¦s. "Mi esposo muri¨® en 2007 y yo que me qued¨¦ en Alepo. Pero despu¨¦s estall¨® la guerra", cuenta en un v¨ªdeo grabado por Prodein, donde relata c¨®mo dej¨® atr¨¢s el conflicto b¨¦lico en 2012 y c¨®mo recorri¨® miles de kil¨®metros hasta entrar en Melilla el pasado a?o.

"Durante 16 d¨ªas, F¨¢tima y su hijo permanecieron en el CETI, hasta que se les deneg¨® la solicitud de asilo. Seg¨²n su testimonio, a pesar de haber recurrido, varios miembros del servicio de seguridad de la instalaci¨®n cogieron sus pertenencias y les expulsaron, sin darles ninguna informaci¨®n", subraya Amnist¨ªa.

Junto a esta madre y su hijo, en otra tienda de campa?a, viv¨ªan la marroqu¨ª Latifa Batach y sus dos peque?os de 11 y 8 a?os, ambos sirios. Ellos son los que han sido expulsados, de nuevo, del CETI sobre las cinco y media de la tarde?¡ªpara volver apenas dos horas despu¨¦s¡ª. Los tres llegaron solos a Melilla a principios de noviembre y solicitaron asilo. "Transcurridos unos d¨ªas de estancia en el CETI, tambi¨¦n fueron expulsados del mismo", relata la ONG, que narra que el marido de Batach y su segunda esposa se encuentran actualmente viviendo en el complejo junto a su beb¨¦ de tres meses.

"Tras una conversaci¨®n con el director del CETI, este nos ha confirmado que se ha readmitido a ambas familias", celebr¨® la ONG a primera hora de la tarde y antes de saber que Batach hab¨ªa tenido que volver a salir de la instalaci¨®n. Adem¨¢s, Virginia ?lvarez, investigadora de AI, lament¨® que estas dos familias "hayan tenido que estar cerca de dos mes viviendo en la calle". Amnist¨ªa considera que estas mujeres han recibido "un trato discriminatorio" y denuncian que "no se haya tenido en cuenta el inter¨¦s superior del menor". Todo ello, en la ciudad que se ha convertido en la principal puerta de entrada de refugiados sirios en Espa?a: entre 150 y 200 asilados entran cada semana en la ciudad, seg¨²n los datos de la Delegaci¨®n del Gobierno.