El enigma de la Virgen que se esfum¨® con un crimen
Diez meses despu¨¦s del asesinato de un sacerdote en Ourense, y pese a dos detenciones, sigue el misterio en torno al suceso
¡°Si este es el mundo que yo hice, que el demonio me lleve¡±. El nuevo p¨¢rroco de Vilanova dos Infantes (Celanova, Ourense), Antonio G¨®mez, cita al poeta Manuel Curros Enr¨ªquez, orgullo local, cuando describe a un Dios asomado a las nubes, hondamente decepcionado con los hombres. ¡°Yo no soy muy creyente en milagros... Me basta con aceptar los que reconoce la Iglesia¡±, confiesa el cura. ¡°Pienso que Dios dej¨® las cosas como las dej¨® para que los hombres hici¨¦ramos el resto luego. Para bien y para mal¡±. El sacerdote era amigo y ahora sucesor de don Adolfo, apellidado Enr¨ªquez como el poeta y muerto a los 77 a?os el pasado marzo en un brutal homicidio. El cad¨¢ver del que hab¨ªa sido cura de Vilanova durante 45 a?os apareci¨® lleno de golpes, y todo hizo sospechar que hab¨ªa sido torturado, como si sus verdugos quisieran arrancarle alg¨²n secreto.
Despu¨¦s de 10 meses sin noticias, el viernes de la semana pasada la Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil detuvo llegando al aeropuerto de Vigo a dos hombres de nacionalidad croata por su supuesta vinculaci¨®n con los hechos. El domingo, tras negarse a declarar ante la juez de Celanova, E. Fehratovic, de 37 a?os, y A. Fehratovic, de 30, quedaron en libertad por falta de pruebas contundentes, pero con la obligaci¨®n de presentarse cada 15 d¨ªas para evitar la fuga. En los registros domiciliarios no apareci¨® el ¨²nico objeto que se ech¨® en falta tras el crimen, la diminuta figura de la Virgen del Cristal. Una venerad¨ªsima imagen de menos de cuatro cent¨ªmetros, la segunda m¨¢s peque?a dedicada a la devoci¨®n mariana en el planeta, despu¨¦s de la de Letan¨ªas (Viacha, Bolivia), que despojada de sus oropeles y ropajes no alcanza los 20 mil¨ªmetros.
En el suceso desapareci¨® una de las im¨¢genes religiosas m¨¢s peque?as del planeta, la Virgen del Cristal, todav¨ªa en paradero desconocido
La leyenda cuenta que la llamada Virxe do Cristal fue hallada hace m¨¢s de 400 a?os por un labrador del burgo medieval de Vilanova mientras trabajaba la tierra. Era una imagen sin igual, una min¨²scula l¨¢mina policromada por ambas caras e introducida dentro de una c¨¢psula de cristal macizo que hac¨ªa el efecto de lupa y permit¨ªa apreciar los detalles, por un lado, de una Dolorosa, y por otro, de una Virgen m¨¢s ni?a. El cristal era el que med¨ªa cuatro cent¨ªmetros, pero la figura era m¨¢s peque?a. La tradici¨®n tambi¨¦n dice que el labriego no le dio valor, y que luego fue una joven la que la salv¨® del olvido. Con el tiempo, el poeta Curros le puso a la historia un traje rom¨¢ntico y la Virxe do Cristal se hizo a¨²n m¨¢s c¨¦lebre por los versos que describ¨ªan unos tr¨¢gicos amores.
Su fama lleg¨® a la Corte de Felipe IV poco despu¨¦s de aparecer en el lugar, como dec¨ªan los vecinos, con el granizo. Y el Rey mand¨® trasladarla a su presencia para que la estudiaran los sabios palaciegos. ¡°La conclusi¨®n que sacaron¡±, relata Antonio G¨®mez, despu¨¦s de declararse poco creyente en milagros, fue la de que ¡°no era obra humana¡± porque no era posible introducir la imagen en aquel cilindro de cristal sin juntas ni marca alguna.
En Vilanova todos asumieron el veredicto, y no se le dieron muchas m¨¢s vueltas hasta que A Pequeni?a, como tambi¨¦n se conoce a la Virgen, se esfum¨® con el crimen y el actual p¨¢rroco y rector del Santuario do Cristal se propuso encargar una r¨¦plica para mantener vivas las romer¨ªas. El primero que prob¨®, por iniciativa propia, fue el artista andaluz Manuel Grana¨ª, y al final se declar¨® incapaz de introducir la imagen en el cristal fundido y candente sin quemar la policrom¨ªa. Acab¨® regalando al pueblo una recreaci¨®n en material sint¨¦tico.
El sacerdote encomend¨® entonces la tarea de hallar un artesano para esta proeza a un joyero de Ourense, y este lleg¨® a consultar con talleres de Toledo y Mil¨¢n sin ¨¦xito. Hizo una decena de intentos fallidos ¡°y nada". "El esmalte de la Virgen se pone negro. Con las t¨¦cnicas del siglo XXI no se alcanza a hacer lo que se hizo en el XVII¡±, concluye el religioso. ¡°Yo no hablo de milagros¡±, vuelve a insistir don Antonio, ¡°pero digo que esto es un hecho inexplicable. Nunca se supo de d¨®nde vino la imagen, los historiadores no encontraron ninguna escuela en Europa que hiciese nada igual¡±.
A estas alturas, y m¨¢s tras las detenciones del viernes, el p¨¢rroco tiene fe en que se resuelva el crimen y se haga esa ¡°justicia para don Adolfo¡± por la que claman infinidad de letreros desperdigados por Celanova. De lo que no est¨¢ tan seguro mientras no meta el dedo en la llaga es de que alg¨²n d¨ªa aparezca la Virgen min¨²scula. Por esto, tras el ¨²ltimo intento en balde, ha encargado a Grana¨ª una r¨¦plica definitiva, pero sint¨¦tica.
Nadie sabe por qu¨¦ la robaron: su valor era sentimental, no econ¨®mico. El camar¨ªn que la sosten¨ªa era de plata dorada; los adornos engarzados no eran piedras preciosas. Una vez fue tasada en 200 euros. El cura cree m¨¢s posible que se trate de una ¡°equivocaci¨®n¡± de los ladrones antes que del robo ordenado por un coleccionista caprichoso.
¡°Si este es el mundo que yo hice, que el demonio me lleve¡±, repite en gallego el sucesor de Adolfo Enr¨ªquez, un hombre al que los vecinos llamaban ¡°santo¡±, que vivi¨® y muri¨® pobre porque daba hasta el ¨²ltimo euro a gente necesitada que ven¨ªa constantemente a pedir. Solo Antonio G¨®mez, una monja de Celanova y el cura difunto sab¨ªan que la Virgen se custodiaba dentro de la funda de una c¨¢mara fotogr¨¢fica, oculta en el doble fondo de un armario de la rectoral. Siempre que sal¨ªa, el p¨¢rroco llevaba la imagen en el bolsillo. Aquella jornada hab¨ªa ido al tanatorio para despedir a un buen amigo que acababa de morir, el director de la banda del pueblo. Al regresar a casa lo estaban aguardando. Apareci¨® muerto un d¨ªa despu¨¦s, tendido sobre la tierra en un alpende aleda?o.
Una provincia envejecida y asolada por los robos
Desde finales de 2014, en menos de un a?o en Galicia hubo media docena de asaltos a casas de curas, dos con v¨ªctimas mortales. El aislamiento rural y la ancianidad del clero, que en ocasiones guarda la recaudaci¨®n del cepillo en las rectorales, atraen a los delincuentes. En el caso de Adolfo Enr¨ªquez, los investigadores sospechan que el reclamo pudo ser su generosidad. Llegaba a pedir prestado a otros curas para dar a todas esas personas que, ¨²ltimamente con asiduidad, recalaban en su casa buscando ayuda. En Vilanova cuentan que incluso pagaba el alquiler a una familia de Europa del Este afincada en Braga (Portugal).
Los dos croatas detenidos negaron su participaci¨®n en el crimen cuando d¨ªas antes fueron llamados a declarar como testigos por la Guardia Civil. Lo que precipit¨® su arresto fue la detenci¨®n, a finales de semana, de otro pariente pr¨®ximo supuestamente envuelto en otros 16 robos perpetrados en casas del extenso, envejecido y despoblado territorio provincial, reiteradamente golpeado por las bandas.
Hace una semana, el nuevo p¨¢rroco, Antonio G¨®mez, hab¨ªa oficiado el funeral de una vecina de Cartelle, en la misma comarca. Seg¨²n la Guardia Civil, la mujer, de 90 a?os, falleci¨® de muerte natural durante el atraco de cinco encapuchados. La v¨ªctima ten¨ªa los ahorros de toda la vida en casa. Y los ladrones se llevaron una fortuna: un bot¨ªn de 200.000 euros.
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