Militancia al rescate
S¨¢nchez conf¨ªa en que las bases del partido sean ideol¨®gicamente m¨¢s radicales que sus l¨ªderes
El l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, anunci¨® tras la reuni¨®n del comit¨¦ federal del pasado s¨¢bado que someter¨¢ a la votaci¨®n de la militancia los acuerdos que formule con el resto de partidos para conseguir una mayor¨ªa de gobierno. Su decisi¨®n tiene como principal objetivo circunvalar el poder de los barones auton¨®micos que se oponen a un pacto de coalici¨®n con Podemos. Con este golpe de efecto S¨¢nchez consigue cambiar los t¨¦rminos del debate, traslad¨¢ndolo del contenido de los pactos al procedimiento de aprobaci¨®n.
Sobre lo primero, los l¨ªderes territoriales pueden leg¨ªtimamente expresar su (m¨¢s o menos interesada) discrepancia ideol¨®gica sobre el papel del refer¨¦ndum de Catalu?a en las negociaciones con Podemos. Pero los barones son m¨¢s reticentes a reconocer p¨²blicamente que se oponen a que decida la militancia. Aunque el pulso de poder interno siga estando ah¨ª, S¨¢nchez ha podido desactivar, al menos temporalmente, la coartada ideol¨®gica con la que se disimula la lucha palaciega. Adem¨¢s, apelando a las bases en un contexto en el que las distintas formaciones compiten por ser abanderadas de la regeneraci¨®n democr¨¢tica, el l¨ªder del PSOE mejora sus credenciales democr¨¢ticas ante el electorado.
Las reglas de juego que S¨¢nchez propone no son neutrales respecto al resultado. El l¨ªder de los socialistas conf¨ªa en que la militancia del partido sea ideol¨®gicamente m¨¢s radical que sus dirigentes, lo que facilitar¨ªa la aprobaci¨®n de un Gobierno progresista en el que participara Podemos. Esta distancia ideol¨®gica entre la militancia y las ¨¦lites sobre la que se sostiene la apuesta de S¨¢nchez es una caracter¨ªstica com¨²n en muchos partidos pol¨ªticos, que se explica por las diferentes motivaciones de afiliados y dirigentes: los primeros est¨¢n fundamentalmente interesados en las pol¨ªticas, mientras que las ¨¦lites tienen como principal objetivo ganar las elecciones.
Lo parad¨®jico de la situaci¨®n que atraviesa el PSOE es que habitualmente se ha considerado la mayor radicalidad ideol¨®gica de los afiliados como un problema para aproximar la posici¨®n de los partidos al conjunto del electorado. En cambio, en esta ocasi¨®n, que voten las bases puede dar lugar a un resultado m¨¢s en sinton¨ªa con el tipo de gobierno que prefieren los votantes que poner la decisi¨®n en manos del aparato.
Al final, en toda esta historia la idea de reforzar la capacidad de decisi¨®n de la militancia como valor en s¨ª mismo y ejemplo de democratizaci¨®n interna queda en un segundo plano. Los afiliados del PSOE pueden acabar ganando poder de decisi¨®n con la propuesta de S¨¢nchez, pero ser¨¢ un mero efecto colateral de maniobras que responden al equilibrio de poder interno. En ese pulso de poder, los barones territoriales no van a renunciar a tener la ¨²ltima palabra en este proceso y ?seguramente den la batalla cuando toque especificar la letra peque?a de la consulta.
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