Un robo entre narcos, en el que un guardia civil pon¨ªa el coche patrulla
El juez sentar¨¢ en el banquillo a siete personas, entre ellas un cabo que mont¨® un control policial ficticio para realizar la emboscada
El juzgado n¨²mero 3 de Vigo abrir¨¢ juicio oral contra siete acusados de participar en un asalto a punta de pistola a dos narcotraficantes en el que prepararon una emboscada en la que, seg¨²n el fiscal, tuvo un papel primordial un guardia civil, entonces destinado en el cuartel de Mos (Pontevedra). La instrucci¨®n del caso est¨¢ pr¨¢cticamente finalizada y los recursos de las partes resueltos, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n. El paso siguiente es la apertura del juicio oral, por la que, previsiblemente, los siete implicados terminen sent¨¢ndose en el banquillo y rindan cuentas por un robo de coca¨ªna entre narcos?¡ªtambi¨¦n conocido como vuelco¡ª en el que supuestamente colabor¨® un cabo guardia civil aportando su coche patrulla y dando el alto a las supuestas v¨ªctimas.
El Ministerio P¨²blico sostiene que el guardia implicado en el robo, el cabo Enrique P¨¦rez, ejecutaba un plan ideado por Marino Gim¨¦nez, hijo de Olegario Gim¨¦nez, Mor¨®n, el autoproclamado Rey de los gitanos en esta zona de Galicia. La fiscal¨ªa pide 12 a?os para Gim¨¦nez, de 28 a?os, y nueve a?os y seis meses para el cabo de la Guardia Civil, al igual que para el c¨®mplice Marcos Gonz¨¢lez, adem¨¢s de una multa de 170.000 euros para cada uno. Para el resto de los implicados, incluidos las dos v¨ªctimas del asalto, el fiscal solicita penas de cuatro a siete a?os.
Seg¨²n la acusaci¨®n, Marino Gim¨¦nez planific¨® un golpe para hacerse con una partida de coca¨ªna de la forma m¨¢s r¨¢pida y barata posible: el robo. Para ello, cont¨® con el agente del instituto armado para simular un control policial sin levantar sospechas, se?ala el fiscal antidroga Luis Uriarte. En la tarde del 15 de enero de 2014, Gim¨¦nez viajaba de copiloto en un coche conducido por uno de sus hombres de confianza, Alfredo Iglesias G¨®mez. Su cometido era mantener comunicaci¨®n telef¨®nica con el cabo para irle informando del movimiento del veh¨ªculo al que segu¨ªan, en el que iban los dos vendedores de coca¨ªna a los que el agente ten¨ªa que dar el alto y detener, mientras el grupo les robaba la droga.
En otro veh¨ªculo, el acusado Alfonso Puch Castro ten¨ªa encomendadas labores de refuerzo y vigilancia de la cita entre el gancho del grupo, Marcos Gonz¨¢lez Buj¨¢n, que ten¨ªa que fingir la compra de una partida de 60.000 euros, y los distribuidores de la zona de Pontevedra Modesto Dom¨ªnguez y Benito Otero. Una vez dentro del coche de los vendedores, Gonz¨¢lez ten¨ªa que trasladarse con ellos varios kil¨®metros hasta llegar a una gasolinera de la localidad pontevedresa de Mos donde les esperaba el guardia en su coche patrulla habitual. Pero el guardia frustr¨® la operaci¨®n porque no podr¨ªa disponer del veh¨ªculo oficial hasta el d¨ªa siguiente.
As¨ª, el grupo retom¨® sus posiciones la ma?ana del 16 de enero para acudir al lugar de la cita. Marcos Gonz¨¢lez se subi¨® al veh¨ªculo de los vendedores para acompa?arlos hasta la gasolinera donde el cabo les estaba esperando en un control ficticio, uniformado y dentro del coche patrulla. All¨ª, sostiene la fiscal¨ªa, el guardia procedi¨® a darles el alto, exhibiendo su arma reglamentaria. Pero en ese instante todos fueron rodeados por varios agentes de la unidad de la Udyco de la polic¨ªa que investigaba al grupo desde hacia varios meses y controlaba sus movimientos a trav¨¦s de pinchazos telef¨®nicos.
A Marino Gim¨¦nez se le intervinieron 3.650 euros y los dos tel¨¦fonos m¨®viles desde los que coordin¨® la operaci¨®n. En el registro de su chal¨¦ del Barrio de A Pedra, en Tomi?o, la polic¨ªa encontr¨® una pistola de la marca Taurus del calibre 7,65 con diez cartuchos en la rec¨¢mara y con el n¨²mero de serie borrado, para la que carec¨ªa de licencia. Tambi¨¦n se hall¨® m¨¢s munici¨®n, un rev¨®lver de fogueo de la marca BLOW 38 corto, con cuatro cartuchos detonadores, tres navajas, 13 tel¨¦fonos m¨®viles, adem¨¢s de varios gramos de coca¨ªna con un grado de pureza inferior al 30%, dosis de hero¨ªna de muy baja calidad y cannabis, adem¨¢s de una m¨¢quina de contar dinero y un ordenador port¨¢til donde llevaba el control de sus clientes.
Aunque el escrito de acusaci¨®n se present¨® en mayo de 2014, cuatro meses despu¨¦s de que polic¨ªas de la Udyco de Vigo desbarataran el asalto del grupo a los distribuidores de droga, el proceso estuvo hasta ahora estancado por los continuos recursos de las defensas. En este tiempo, los abogados intentaron anular las escuchas alegando defectos en el operativo policial y luego recurrieron el auto de conclusi¨®n del sumario, lo cual ha retrasado m¨¢s de un a?o la apertura de este juicio que se celebrar¨¢ por tr¨¢fico de estupefacientes y pertenencia a organizaci¨®n criminal.
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