Algo de estrategia y nada de contenido

Ser¨¢ una reuni¨®n a desgana, como la de dos enemigos irreconciliables a los que se fuerza a darse la mano sin que ninguno tenga realmente prop¨®sito de enmienda.

Mariano Rajoy y Pedro S¨¢nchez se van a ver las caras finalmente, llevados por las circunstancias, y cada uno intentar¨¢ presentar este esfuerzo in¨²til como un ejercicio de responsabilidad por su parte.

El l¨ªder del PP, como una muestra de respeto no ya hacia su adversario sino hacia los millones de votantes socialistas. Un modo de poner en evidencia, por contraste, el desprecio que S¨¢nchez ha mostrado a Rajoy al negarse en redondo desde el 20-D a escuchar su oferta.

Aunque no hay solo cortes¨ªa en esta decisi¨®n. Tambi¨¦n cierta estrategia. Al acudir a la convocatoria de S¨¢nchez, en el terreno decidido por el socialista y tras sufrir sus desplantes, Rajoy logra al menos un objetivo: romper el aislamiento del PP. ?l s¨ª acudi¨® cuando fue requerido, recordar¨¢n desde ese partido. Si el socialista fracasara en su empe?o y el presidente del Gobierno en funciones se viera en condiciones de hacer un ¨²ltimo intento, ser¨ªa muy dif¨ªcil para S¨¢nchez negarse a escuchar lo que le tuviera que ofrecer.

El socialista, en su amplia ronda de consultas con partidos y colectivos sociales, ha incluido a Rajoy como una se?al de responsabilidad, al compartir con el partido m¨¢s votado sus planes para formar un Gobierno. Pero nada m¨¢s. S¨¢nchez ni siquiera sugerir¨¢ a Rajoy que se plantee sumarse a su proyecto reformista. Tan solo, si es posible, intentar¨¢ que el encuentro sirva para reafirmar el compromiso de ambos en los grandes asuntos de Estado, como la amenaza secesionista catalana. Hasta eso resultar¨¢ dif¨ªcil, despu¨¦s de que la pasada semana el Gobierno en funciones reprochara al PSOE sus pactos en el Senado con los independentistas y optara por no avisar a S¨¢nchez de las medidas jur¨ªdicas aprobadas contra las decisiones del Parlament de Catalu?a.

Otra cosa es la reuni¨®n de Rajoy con Albert Rivera, prevista para el jueves. El PP ya se ha mostrado dispuesto a formar mesas de trabajo con el equipo de Ciudadanos. Como si el prop¨®sito de Rajoy de construir una mayor¨ªa estable ¡ªque debe contar inevitablemente con el partido de Rivera¡ª tuviera a¨²n alguna posibilidad de salir adelante.

La intenci¨®n declarada de Ciudadanos de buscar una soluci¨®n al bloqueo que cuente con los dos principales partidos, PP y PSOE, es una muestra de buena voluntad que los populares no pueden despreciar, aunque Rivera trabaje en estos momentos con la prioridad de que ese pacto desemboque en un Gobierno presidido por S¨¢nchez.

Rajoy hablar¨¢ con los dos, y volver¨¢ as¨ª, aunque sea por dos d¨ªas, a la primera escena pol¨ªtica. Para intentar recuperar el protagonismo que se dej¨® arrebatar al renunciar a la iniciativa que el Rey le brindaba, y para que no se olvide que sigue teniendo una propuesta. Aunque ya nadie m¨¢s que ¨¦l hable de ella.