Pr¨ºt-¨¤-pactar

No me consta, pero me juego el tipo a que Pedro, Pablo y Albert se compran la ropa en los mismos sitios. Los tres, con sus peque?as pero abismales diferencias de clase y estilo, pertenecen a la misma generaci¨®n ¡ªentre los 30 a?os de Garz¨®n y los 43 de S¨¢nchez¡ª que aprendi¨® a vestirse en Zara, a decidir qu¨¦ ponerse por la v¨ªa r¨¢pida y a considerar las corbatas a tiral¨ªneas de Guardiola como el colmo de la elegancia masculina. Por eso, la noche del s¨¢bado, cuando se les vio juntos, presuntamente enjaezados de gala en la fiesta de los Goya cada uno a su manera, flotaba en el aire cierto aire de Nochevieja en familia. Faltaba el hermano mayor pol¨ªtico, el cu?ado em¨¦rito, el paterfamilias, Rajoy en Funciones. Pero no olvidemos que era s¨¢bado de carnaval, la gran noche de la impostura. Y puede que el esp¨ªritu de Mariano vagara por all¨ª de inc¨®gnito, disfrazado de hombre invisible. O de muerto viviente.

Una vez que dos o m¨¢s sujetos se llaman de t¨² ante testigos, el usted ya no cuela. Se pierde el misterio, la pompa y la circunstancia, que no el respeto. Sucedi¨® que S¨¢nchez, Iglesias y Rivera se apearon el tratamiento desde el primer minuto del primer debate de la campa?a, celebrado en esta casa con la incomparecencia de Mariano, y ya no hay prosopopeya que valga. El nuevo c¨®digo de vestuario de los nuevos pol¨ªticos es que ya no hay c¨®digos. Es el monje quien hace el h¨¢bito, y no a la inversa.

Ya puede Iglesias vestirse de seda que Iglesias se queda. Sea a cuerpo gentil cual descamisado a mucha honra para autoproponerse vicepresidente ante el Rey de Espa?a, sea de esmoquin de prestado y pajarita muerta cual Anacleto agente secreto para hacer de figurante entre la crema de la crema de los peliculeros espa?oles. Pablo no da puntada sin hilo. El caso es epatar a los burgueses antes conocidos como casta, y de paso asegurarse la portada. Rivera, siendo como es m¨¢s cl¨¢sico para sus cosas, tampoco se queda corto. Lo mismo posa en cueros para presumir de transparencia, que se calza una camisa con chorreras y sigue siendo el yerno perfecto.

Viene todo esto a cuento de que ayer mismo, paren m¨¢quinas, Pedro S¨¢nchez, nominado candidato a la investidura a presidente del Gobierno por Su Majestad Felipe VI, acudi¨® al Congreso con una chupa de cuero como si estuviera en un after, habrase visto. Pero no olvidemos que hoy es martes de carnaval, ma?ana Mi¨¦rcoles de Ceniza, el jueves Cuaresma y el viernes, vigilia. Dicen que un d¨ªa de estos, Pedro y Mariano se ver¨¢n las caras para hablar de lo suyo, perd¨®n, de lo nuestro. Apuesto a que Rajoy llevar¨¢ corbata de doble ancho. Pero estar¨ªa bien que, bajo el h¨¢bito que sea, ambos se pusieran el traje de faena.