Rajoy y S¨¢nchez descartan en media hora toda colaboraci¨®n para gobernar
El presidente en funciones y el l¨ªder del PSOE culminan su cita sin resultados
En treinta minutos los l¨ªderes del PP y del PSOE zanjaron cualquier hip¨®tesis de colaboraci¨®n para formar gobierno. Mariano Rajoy y Pedro S¨¢nchez nada se pidieron porque nada esperaban el uno del otro. Tan solo hubo reproches y dureza en el tono de la breve reuni¨®n. El l¨ªder socialista, dispuesto a sustituir al PP en el Gobierno, exigi¨® al presidente en funciones que abandonara ¡°la campa?a del miedo¡± emprendida por sus ministros ante la eventualidad de que ¨¦l pueda gobernar. Rajoy no descarta intentar la investidura si S¨¢nchez fracasa, algo a lo que ¨¦l bien puede contribuir con el voto negativo del PP.
Al margen de gestos y formalismos, la realidad pol¨ªtica se traduce en que Rajoy y S¨¢nchez zanjaron este viernes toda posibilidad de colaboraci¨®n para formar gobierno entre sus partidos y tampoco con la aportaci¨®n de Ciudadanos. Ninguno facilitar¨¢ al otro la gobernaci¨®n. A primeros de marzo, S¨¢nchez tratar¨¢ de ser investido si fructifican las conversaciones a varias bandas. Pero si fracasa, Rajoy record¨® que lo intentar¨¢ a pesar de que hasta ahora ha renunciado al no sumar los votos y esca?os suficientes. ¡°No descarto presentarme a una sesi¨®n de investidura¡±, dijo, tras rechazar que el PP se abstenga en la de S¨¢nchez. El presidente en funciones explic¨® que el l¨ªder del PSOE no le pidi¨® apoyo ¡°ni que facilite nada¡±.
Sab¨ªamos que no era un pol¨ªtico decente. Ahora sabemos que tampoco es educado #MarianoEscondeHastaLaMano pic.twitter.com/VFb4oA3t2S
— PSOE (@PSOE) February 12, 2016
Rajoy le expres¨® su criterio, sin el menor resultado, de que la f¨®rmula de gobierno ¡°m¨¢s sensata, razonable y democr¨¢tica¡± ser¨ªa la formada por PP, PSOE y Ciudadanos. S¨¢nchez ni le inform¨® de sus intenciones ni Rajoy le pregunt¨®. Ya las conoce. En la reuni¨®n, fr¨ªa y sin concesiones personales y pol¨ªticas, seg¨²n interlocutores socialistas, S¨¢nchez exigi¨® a Rajoy que ¡°abandone la campa?a del miedo¡± ante un eventual Gobierno del PSOE. El dirigente socialista rememor¨® ante Rajoy el comportamiento leal de su partido en la oposici¨®n sobre la unidad de Espa?a y la lucha contra el terrorismo yihadista y etarra. Le pidi¨® correspondencia en esa lealtad en asuntos de Estado.
No le habl¨® S¨¢nchez a Rajoy de los ¨²ltimos episodios de corrupci¨®n que vive el PP. No lo vio necesario. ¡°Nuestra posici¨®n es conocida: el PP es un partido muy importante para Espa?a pero debe pasar a la oposici¨®n y desde all¨ª regenerarse¡±, sentenci¨® S¨¢nchez. Pero, seg¨²n Rajoy, no le tendi¨® la mano como s¨ª ha hecho con el resto de partidos. Los aspectos modulares de la corta reuni¨®n se basaron en la posici¨®n que llevar¨¢ Espa?a al Consejo Europeo de la pr¨®xima semana, sobre los que informar¨¢ previamente el ministro de Asuntos, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, aunque S¨¢nchez hubiera querido que fuera Rajoy.
Convencer a Iglesias
Tras la cita, S¨¢nchez precis¨® que contin¨²a con su trabajo para convencer al l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, para reunirse y que le entregue el documento que prepara para llegar a un pacto, porque vislumbra que existen entre ambas formaciones ¡°much¨ªsimas coincidencias¡±. Y reiter¨® que mantiene ¡°la puerta abierta a Iglesias¡± porque lo que le importa es ¡°constituir gobierno¡±. ¡°Para eso necesito hablar con las formaciones pol¨ªticas con las que entiendo que puedo llegar a hacerlo¡±, dijo. Pero no defini¨® con qu¨¦ partido se plantea ese gobierno: ¡°Con Podemos, con Ciudadanos, con otras formaciones... No me cierro ninguna posibilidad, porque estamos en un momento nuevo¡±. A su juicio, ¡°hay mimbres para que se pueda producir un gobierno progresista¡±.
El apret¨®n de manos que se qued¨® en el aire
La imagen y las primeras impresiones fueron demoledadoras: ni media hora de reuni¨®n y la apariencia de que Mariano Rajoy hab¨ªa evitado estrechar la mano de Pedro S¨¢nchez ante los medios de comunicaci¨®n. Mientras el pol¨ªtico socialista adelantaba su mano, el presidente en funciones se abrochaba la chaqueta. "No le den importancia, por favor, nos hemos estrechado la mano a solas; estoy seguro de que el se?or Rajoy no ha visto que le tend¨ªa la mano porque estaba pendiente de las c¨¢maras". Con ah¨ªnco, el secretario general del PSOE trat¨® de deshacer la imagen que todo el mundo vio. Tambi¨¦n Rajoy hizo lo mismo. Ambos negaron as¨ª que su mala relaci¨®n sea tan extrema como para negarse un saludo.
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