En estado de duelo

El duelo es el estado de adaptaci¨®n emocional que sigue a cualquier p¨¦rdida. Eso es, al menos, lo que dicen los tratados de psicolog¨ªa. Y eso es lo que piensan algunos compa?eros del presidente del Gobierno en funciones: que su jefe sigue en estado de duelo desde el 20 de diciembre. Me lo explicaba esta semana uno de ellos: ¡°Mariano Rajoy est¨¢ todav¨ªa asumiendo los resultados de las ¨²ltimas elecciones y sus reacciones son a veces imprevisibles¡±. Es como si llevara siete semanas en estado de shock.

El l¨ªder del PP mostr¨® este viernes una de esas reacciones imprevisibles en su encuentro con el secretario general del PSOE, al que dej¨® con la mano tendida mientras se abrochaba la chaqueta y miraba al infinito. Un gesto que nunca hubiera hecho el Rajoy institucional previo al 20-D. Como tampoco habr¨ªa renunciado ante el Rey a ser candidato a la investidura 24 horas despu¨¦s de anunciar que lo har¨ªa, ni habr¨ªa intentado buscar atajos a la ley para convocar nuevas elecciones sin votaci¨®n de investidura.

El duelo tiene una dimensi¨®n f¨ªsica y cognitiva y afecta a la conducta humana. Parece que el presidente no ha aceptado todav¨ªa que los electores no le hayan premiado por haberles salvado de la crisis (como s¨ª hicieron los brit¨¢nicos con Cameron) o que Pedro S¨¢nchez no quiera participar en una coalici¨®n ¡°XL¡± para mantener la estabilidad en Espa?a.

Hay cinco fases en un estado de duelo: negaci¨®n, enfado o indiferencia, negociaci¨®n consigo mismo, dolor emocional y aceptaci¨®n. Est¨¢ claro que el l¨ªder del PP no ha llegado todav¨ªa a esa quinta fase en la que se asume que la p¨¦rdida es inevitable. Y hasta que no lo consiga no volver¨¢ a ser el pol¨ªtico previsible e institucional que le llev¨® al liderazgo de la derecha espa?ola y a la presidencia del Gobierno.

Mientras tanto, Mariano Rajoy ha dejado que su m¨¢ximo competidor, Pedro S¨¢nchez, haya tomado la iniciativa pol¨ªtica y ¨¦l, y su partido, vayan a rebufo. A lo mejor pensaba que el aparato del PSOE iba a echar a S¨¢nchez en enero y que ese era su momento para actuar. Sin embargo, los socialistas han tomado la colina y los pol¨ªticos saben que desde un nivel inferior es muy dif¨ªcil recuperar la manija de la agenda pol¨ªtica.

La reuni¨®n de este viernes ha dado el fruto esperado: nada. No se han acercado ni un palmo en sus posiciones. Y mientras Rajoy segu¨ªa sin asumir la p¨¦rdida, S¨¢nchez quer¨ªa aparentar un dominio de la situaci¨®n que no se corresponde con la realidad. Ni es bueno no superar el duelo, ni lo es la euforia cuando todav¨ªa no se ha ganado nada. Pero esa es otra historia.