Pablo Iglesias se borra del pacto

¡°Me voy a dejar la piel para lograr un acuerdo con S¨¢nchez¡±, dec¨ªa este lunes Pablo Iglesias mientras pensaba: ¡°Ah¨ª tienes esa, nos vemos el 26 de junio en las urnas¡±. El l¨ªder de Podemos volvi¨® a escenificar el papel de candidato a la investidura a vicepresidente del Gobierno, dando un paso m¨¢s en el pulso que quiere mantener con los socialistas. Insiste en la prioridad del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n en Catalu?a y no solo exige para ¨¦l la vicepresidencia, sino que convierte el cargo en el de un aut¨¦ntico primer ministro.

A Iglesias le ha podido la arrogancia, en una puesta en escena que ha vuelto a irritar a todos los socialistas (hasta a los que querr¨ªan negociar con ¨¦l). La respuesta inmediata de Antonio Hernando no dejaba lugar a dudas: ¡°Pablo no sabe ni d¨®nde est¨¢, ni qu¨¦ papel le corresponde¡±, antes de preguntarle cu¨¢ndo ha recibido el encargo del jefe del Estado para formar Gobierno.

Adem¨¢s de la escenificaci¨®n, el documento presentado este lunes en el Parlamento es un aut¨¦ntico boicot a cualquier pacto con el PSOE. Junto al derecho a decidir en Catalu?a (sabe que el Comit¨¦ Federal de los socialistas ha marcado una l¨ªnea roja), Iglesias plantea dos gobiernos en uno y la obligaci¨®n de consensuar el nombramiento de 79 altos cargos que considera estrat¨¦gicos.

El secretario general de Podemos propone una supervicepresidencia del Gobierno, que define como ¡°espacio de acci¨®n pol¨ªtica orientada a la defensa de los derechos sociales y pol¨ªticos¡±. Ese cargo, que ocupar¨ªa ¨¦l, por supuesto, tendr¨ªa poder directo sobre los servicios de inteligencia, la comunicaci¨®n del Gobierno, el CIS, el BOE, RTVE, la coordinaci¨®n de las comisiones delegadas de asuntos econ¨®micos y pol¨ªticos... y, adem¨¢s, con mando sobre dos nuevas secretar¨ªas de Estado: la de Lucha contra la Corrupci¨®n y la Oficina de Derechos Humanos del Gobierno. Casi nada. Una especie de comisario pol¨ªtico en La Moncloa.

La propuesta de este lunes no se ha planteado con los ojos puesto en el 3 de marzo (fecha de la votaci¨®n de investidura de Pedro S¨¢nchez), sino en el 26 de junio, en que se celebrar¨ªan las elecciones generales sin fracasan los candidatos. Ni la primera ni la segunda propuesta eran sinceras. Iglesias ha perdido la iniciativa pol¨ªtica y piensa que unos nuevos comicios pueden darle m¨¢s votos si consigue culpar al PSOE de no haber formado el tan manido ¡°Gobierno del cambio¡±. Pero los votantes seguro que se dan cuenta de que ayer Podemos se borr¨® de la negociaci¨®n.