Tragedias en el aire
Un herido en un nuevo accidente de avi¨®n en Sevilla. Las muertes en aeroplanos y ultraligeros en siete meses igualan ya la media anual de la d¨¦cada
El piloto de un avi¨®n, de 43 a?os, ha resultado herido este mi¨¦rcoles al chocar con cables de alta tensi¨®n mientras trabajaba en un arrozal de Isla Mayor (Sevilla). En el aire, una circunstancia adversa puede ser mortal. En la ¨²ltima d¨¦cada han muerto unas 16 personas cada a?o en accidentes a¨¦reos ocurridos en Espa?a. En 2016, el balance es peor de lo habitual: en siete meses, 16 tripulantes y pasajeros han perdido la vida: la media anual, cinco veces m¨¢s que el pasado a?o o el anterior y cuatro m¨¢s que en los 12 meses de 2013.
En el peor de los accidentes registrados este a?o, los cuatro miembros de una familia murieron en Cuenca por una fatalidad imprevisible: la colisi¨®n con un buitre en el aire. La misma causa se atribuye a un suceso ocurrido en Madrid, donde una avioneta con tres ocupantes se estrell¨® el 30 de marzo entre Perales de Taju?a y Valdilecha tras partir de Sabadell (Barcelona) con destino al aer¨®dromo de Cuatro Vientos.? Otro siniestro se produjo en el aer¨®dromo de Mutxamel (Alicante), donde fallecieron los dos ocupantes de un ultraligero al colisionar con un tendido el¨¦ctrico. La mejor¨ªa econ¨®mica ha reabierto el cielo al vuelo privado y tambi¨¦n ha incrementado el riesgo de siniestros.
Mutxamel fue el aer¨®dromo de partida del accidente m¨¢s grave en estos meses. Rogelio Fern¨¢ndez, un empresario leon¨¦s enamorado del aire y experimentado piloto, despeg¨® a las tres y media de la tarde del pasado 15 de enero. Hasta all¨ª vol¨® con su esposa y dos hijas para comprar un coche. Iba a volver a Le¨®n con una de ellas, pero finalmente volvieron los cuatro en su aeroplano de ala baja marca Socata.
"Cuando sobrevolaba el parque natural de la Serran¨ªa de Cuenca (¡), con destino al aer¨®dromo de Pajares de los Oteros (Le¨®n), un buitre leonado impact¨® en el borde de ataque del plano izquierdo [parte delantera del ala]. Una parte del plano se desprendi¨®, cayendo al suelo con los restos del ave, lo que volvi¨® incontrolable la aeronave que, segundos despu¨¦s, termin¨® cayendo en una zona boscosa". Este es el parte del informe preliminar de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n de Accidentes e Incidentes de Aviaci¨®n Civil (Ciaiac), donde se detalla que "el impacto con el suelo y con varios ¨¢rboles caus¨® la destrucci¨®n de la aeronave y el fallecimiento de todos sus ocupantes".
Rogelio Fern¨¢ndez muri¨® con su familia en una actividad que se hab¨ªa convertido en su pasi¨®n personal y profesional. Cre¨®, junto a otros empresarios, la Ciudad del Aire, un complejo aeron¨¢utico en Pajares de los Oteros (Le¨®n) despu¨¦s de tres millones de euros de inversi¨®n y que cuenta con pista y aulas de formaci¨®n, investigaci¨®n y desarrollo.
Ese mismo d¨ªa, otro piloto mor¨ªa en Trebujena (C¨¢diz). El motor de su ultraligero (un aeroplano con un peso inferior a los 2.250 kilos al despegue) ¡°se detuvo y, sin poder llegar a arrancarlo, la aeronave se precipit¨® contra el terreno de forma descontrolada¡±, seg¨²n la investigaci¨®n del organismo dependiente de Fomento. Tres semanas despu¨¦s, el 9 de febrero, un piloto m¨¢s perd¨ªa la vida intentando llegar al aer¨®dromo de Beas de Segura (Ja¨¦n). El viento de cara le imped¨ªa llegar a su destino y solicit¨® permiso para utilizar el aer¨®dromo alternativo. Cay¨® a solo 13 minutos de vuelo de la pista.
El 5 de julio, dos instructores de vuelo, de 46 a?os, fallecieron a primera hora de la noche en un accidente registrado en el aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos. La aeronave choc¨® contra el hangar de los bomberos cuando los pilotos hab¨ªan terminado unas pr¨¢cticas de despegue y aterrizaje. El mismo aeropuerto era la base del helic¨®ptero que cay¨® el pasado d¨ªa 16 al embalse de Valmayor, cerca de El Escorial. Seg¨²n las primeras investigaciones, el aparato choc¨® con un cable de alta tensi¨®n y el piloto perdi¨® el control del mismo. La aeronave acab¨® hundi¨¦ndose en las aguas del pantano. Tambi¨¦n el pasado d¨ªa? 15, un hombre de 51 a?os muri¨® al estrellarse su avi¨®n en Murcia.
Aunque los accidentes m¨¢s graves son en la aviaci¨®n comercial, estos son muy poco habituales. Las estrictas medidas de control hacen de este transporte uno de los m¨¢s seguros. En la aviaci¨®n civil privada, las medidas de seguridad son tambi¨¦n rigurosas, pero la decisi¨®n final de volar recae sobre el particular, que se puede ver sorprendido por alguna eventualidad inesperada.
Tras la mejor¨ªa econ¨®mica, los pilotos privados han vuelto a animarse a retomar su afici¨®n. En la ¨²ltima d¨¦cada, si restamos los 154 fallecidos en el avi¨®n comercial de Spanair en Barajas en 2008, los muertos en el aire en Espa?a son tripulaciones y pasajeros realizando vuelos de trabajo a¨¦reo (extinci¨®n de incendios, publicidad y otros) o en desplazamientos de ocio. En 2013 y 2014, las v¨ªctimas mortales en actividades privadas superaron con creces a las registradas en el resto de categor¨ªas.
"En no pocas ocasiones, la investigaci¨®n se encuentra con situaciones en las que una mera observaci¨®n de principios b¨¢sicos de buenas pr¨¢cticas de vuelo habr¨ªa evitado el accidente o incidente grave", concluye un informe de la Ciaiac. El mismo texto advierte de que el factor humano es m¨¢s importante en aviaci¨®n general (que excluye la comercial) porque "el componente organizacional pr¨¢cticamente no existe o se muestra en una proporci¨®n mucho m¨¢s peque?a que en otro tipo de operaciones".
El factor humano se complementa con un parque aeron¨¢utico privado antiguo. Un avi¨®n particular tiene que pasar una revisi¨®n obligatoria y certificada cada 50 horas de vuelo, otra al a?o o a las 100 horas y someter al motor a una inspecci¨®n general exhaustiva cada 2.000 horas o cada 12 a?os. Pero la crisis ha dejado en los hangares muchos aviones y la mec¨¢nica ha envejecido, con o sin horas en el aire.
A esta circunstancia se suma la p¨¦rdida de pericia de los pilotos por la falta de experiencia o el tiempo transcurrido sin volar. Muchos han aparcado esta afici¨®n que no cuesta menos de 100 euros la hora y ahora la retoman tras a?os sin haber aterrizado al mando de una aeronave. Si a estas circunstancias se a?ade un acontecimiento imprevisible, exceso de confianza y una mala planificaci¨®n del vuelo, sin tener en cuenta las condiciones atmosf¨¦ricas o las horas de luz, se dan las condiciones para un accidente.
Miguel Egea es instructor de la escuela Aeroaljarafe de Sevilla. Una de sus normas es no dejar volar un avi¨®n solo si ha transcurrido mucho tiempo entre vuelo y vuelo. De esta forma, verifica que el piloto recuerda los procedimientos y mantiene la destreza a los mandos. Tampoco permite arrancar el motor sin antes haber inspeccionado todos los elementos del avi¨®n y revisa exhaustivamente el cumplimiento de los procedimientos de seguridad antes del despegue.
Pese a todo, algo puede salir mal. Los accidentes m¨¢s frecuentes (21%) ocurren en el aterrizaje ¡ªpor ¡°contacto brusco con la pista¡±¡ª o por colisi¨®n, como el ocurrido en Alicante. Pero detr¨¢s de estas causas ¨²ltimas, casi siempre est¨¢ el factor humano. "Es mejor estar en tierra lamentando no haber volado que en el aire arrepentido de haber despegado". Es un dicho aeron¨¢utico.
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