Vud¨² con el presidente

La prueba de que la declaraci¨®n de persona non grata a Rajoy en Pontevedra fue una sobreactua-ci¨®n llena de dramatismo impostado fue que las intervenciones de los dos promotores, En Marea y el PSOE, se resumieron en un quej¨ªo: que la condici¨®n de pontevedr¨¦s de Rajoy no haya supuesto trato de favor a la ciudad. Eso se deduce del lamento de que alguien de Pontevedra tomase la decisi¨®n de prorrogar la f¨¢brica de celulosa Ence 60 a?os m¨¢s en la costa. La misma raz¨®n por la que trabajadores abuchearon a la izquierda y que simpatizantes del PP mostrasen carteles de ¡°Rajoy, persona muy grata¡±. Entend¨ªan que, al mantener la industria, Rajoy s¨ª hab¨ªa velado por los intereses de su ciudad. Un sindi¨®s.

El PP local se hab¨ªa reunido el viernes noche para preparar la sesi¨®n a instancias de G¨¦nova. No los argumentos del grupo municipal ni la votaci¨®n, perdida de antemano, sino al p¨²blico: movilizar a simpatizantes y cargos del partido que se uniesen a empleados de la f¨¢brica y ganasen en n¨²mero a los contrarios. Se segu¨ªan de esta forma ¨®rdenes directas transmitidas por dos amigas personales del presidente, una ministra y otra diputada, Ana Pastor y Pilar Rojo. Lo que se produjo fue un pleno turbio, lleno de consignas pro Ence que oblig¨® al alcalde del BNG, Fern¨¢ndez Lores, a suspenderlo dos veces y a acusar a la empresa de echarle encima a los trabajadores para violentar los derechos democr¨¢ticos de la Corporaci¨®n. Los populares, ofendidos con una iniciativa ¡°sectaria¡±, evitaron recordar que su partido apoy¨® que Zapatero fuese non grato en otro municipio gallego, Fene.

Casi se dir¨ªa que el m¨¢s inc¨®modo en el pleno fue el alcalde Lores, cuyo voto a favor fue decisivo: ni la iniciativa era suya, ni como alcalde le interesaba un frente personal abierto con un Gobierno del que aprovech¨® sus buenas relaciones con el Ministerio de Fomento de la pontevedresa Pastor. De hecho, apenas habl¨® y cuando lo hizo se cuid¨® de llevar el debate a Ence y no a Rajoy y su ya famosa ingratitud. De eso se encargaron Luis Rei, jefe de En Marea, y Agust¨ªn Fern¨¢ndez, que pidi¨® que Rajoy se avergonzase al visitar su ciudad y dijo que no era digno de ser vecino de ella.

Unas palabras tan de Amanece que no es poco que el resultado est¨¢ a la altura de la obra maestra de Cuerda. Pontevedra seguir¨¢ soportando la ruina ambiental y paisaj¨ªstica de Ence. Y al hombre que ha firmado la condena (candidato m¨¢s votado hace dos meses) el poder local le ha dicho que no es bienvenido oficialmente, pero tendr¨¢ las bendiciones de sindicatos y trabajadores de la industria pastera.