S¨¢nchez y la Teor¨ªa de Juegos

La Teor¨ªa de Juegos es una aplicaci¨®n matem¨¢tica utilizada en econom¨ªa y, fundamentalmente, en la pr¨¢ctica de la negociaci¨®n. Consiste en tomar las decisiones pensando en las que van a tomar los dem¨¢s y teniendo en cuenta el impacto que van a tener en los otros cuando se adopta cada una de las decisiones y los posibles movimientos que les siguen.

En las negociaciones se alcanza el llamado Equilibrio de Nash cuando todas las partes llegan al convencimiento de que cualquier paso que d¨¦ cualquiera empeora su posici¨®n. Se culmina la negociaci¨®n cuando se llega a ese punto, siempre teniendo en cuenta la repercusi¨®n en todos los dem¨¢s de cualquier movimiento de una parte.

Con esa Teor¨ªa de Juegos es posible entender la arriesgada negociaci¨®n a varias bandas en las que se encuentra Pedro S¨¢nchez, secretario general del PSOE, de cara a la investidura. Su punto de partida es que su objetivo, casi su sue?o, es lograr ser presidente del Gobierno teniendo solo el voto en contra del PP y a partir de ah¨ª se trata de encajar las diferentes piezas, en forma de votos a favor y abstenciones, hasta completar todas las caras con su color, como el Cubo de Rubik.

Lo primero fue descartar al PP de todas las combinaciones posibles. Sirven los populares como argumento para no incluir en las negociaciones reformas constitucionales que podr¨ªan frenar con su mayor¨ªa absoluta en el Senado.

Hasta ahora los movimientos han consistido en poner las piezas sobre la mesa, a la espera de que encajen todas, incluso con varias combinaciones. Por ejemplo, acuerdo con Ciudadanos con abstenci¨®n de Podemos o viceversa.

Para eso hay que lograr que cada una de esas piezas de la negociaci¨®n modifique su posici¨®n y acepte alguna forma de acuerdo. Que lleguen al Equilibrio de Nash de pensar que cualquier cambio es a peor y tener en cuenta el efecto en cada uno de las decisiones de los dem¨¢s. Y sobre todo que teman unas nuevas elecciones y aparecer como culpable.

Por ejemplo y como hip¨®tesis, que Podemos llegue a la conclusi¨®n de que absteni¨¦ndose ante un pacto de PSOE y Ciudadanos consigue tener libre el camino de la oposici¨®n en la izquierda, evita votar en el mismo sentido que el PP, identifica al PSOE con la derecha (Ciudadanos) y no es responsable de unas inciertas nuevas elecciones con una imagen institucional. El marco necesario creado por el PSOE es el de la imagen de Podemos votando en el mismo sentido que el PP contra S¨¢nchez.

Para esa combinaci¨®n ser¨ªan precisas concesiones del PSOE en pol¨ªtica social o econ¨®mica. Y de los dem¨¢s sobre el refer¨¦ndum de Catalu?a o la m¨¢s complicada sobre la formaci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n.

En el caso de Ciudadanos, el PSOE pretende darle el m¨¦rito de las medidas de regeneraci¨®n, la imagen de partido de Estado y la interlocuci¨®n. Teniendo en cuenta, adem¨¢s, que todos los partidos y especialmente Ciudadanos prev¨¦n que si el PP pasa a la oposici¨®n vivir¨¢ una etapa muy tormentosa, con futuro inmediato incierto y debilitado, lo que repercute tambi¨¦n en todas las piezas que deben encajar.

La f¨®rmula encajar¨ªa con los l¨ªmites marcados por los barones socialistas en el Comit¨¦ Federal.

Otra combinaci¨®n posible que est¨¢ sobre la mesa es la de acuerdo PSOE-Podemos con abstenci¨®n de Ciudadanos, tambi¨¦n con ventajas e inconvenientes para cada uno.

Habr¨¢ acuerdo si se alcanza el punto en el que, por ejemplo, llegaran al convencimiento de que pueden ser presentados como culpables de que haya elecciones repetidas. En caso contrario, si alguno de ellos cree que con nuevas elecciones mejora su posici¨®n no habr¨¢ acuerdo, ni investidura y se abrir¨¢n las urnas el 26 de junio.

La tesis del equipo de S¨¢nchez es que el hecho de que los resultados obliguen a acuerdos entre al menos tres partidos hace necesario negociar de esta forma arriesgada, a dos bandas para buscar esos equilibrios. Y de paso reducir el "precio" al tener varias alternativas abiertas, porque cada una de las piezas del puzle puede temer que otra est¨¢ en mejor situaci¨®n para pactar.

Quedan al margen de esa negociaci¨®n, pero como agentes fundamentales los partidos nacionalistas o independentistas. En su caso, si llegan a la conclusi¨®n de que absteni¨¦ndose mejora su posici¨®n lo har¨¢n, aunque sea en el ¨²ltimo momento. Y pueden considerar que empeora su posici¨®n si en otra vuelta o tras unas elecciones repetidas puede gobernar el PP.

El ¨¦xito para S¨¢nchez ser¨ªa lograr entonces su sue?o de investidura con el voto en contra ¨²nicamente de los diputados del PP.

Por el momento ya ha conseguido que Podemos y Ciudadanos est¨¦n en la mesa de negociaci¨®n y que Izquierda Unida y Comprom¨ªs, nada sospechosos de ser de derechas, est¨¦n muy cerca, dando coartada de voluntad de pacto de izquierdas a la complicada ecuaci¨®n.

La gesti¨®n del circo de tres pistas es tan complicada que la soluci¨®n, si la hay, podr¨ªa no llegar hasta mediados de abril.

(A?ado la aportaci¨®n que me hace el economista Jos¨¦ Carlos D¨ªez sobre la Teor¨ªa de Juegos, aplicada a esta negociaci¨®n: "El Equilibrio de Nash es cuando todos en el juego cooperando sacan mejor resultado que no cooperando. Pero si uno coopera y los otros no, los que cooperan ganan a los que no han cooperado).