Otegi presentar¨¢ su candidatura frente a su pol¨¦mica inhabilitaci¨®n
El dirigente abertzale pasar¨¢ esta semana directamente de la c¨¢rcel a su primer mitin como precandidato de Bildu para las elecciones auton¨®micas vascas
Tras cumplir seis a?os y medio de condena por reorganizar la ilegalizada izquierda abertzale, su l¨ªder, Arnaldo Otegi, saltar¨¢ el martes directamente de la c¨¢rcel de Logro?o al escenario p¨²blico como precandidato por Bildu en las pr¨®ximas elecciones vascas. En la puerta de la prisi¨®n tendr¨¢ su primera comparecencia. Al d¨ªa siguiente la repetir¨¢ en Elgoibar, su residencia. Su primer mitin ser¨¢ el s¨¢bado en el Vel¨®dromo de Anoeta de San Sebasti¨¢n, donde hace once a?os anunci¨® el proceso de paz para ¡°sacar el conflicto de las calles y llevarlo a la mesa de negociaci¨®n¡±.
Otegi, pese a sus seis a?os y medio de c¨¢rcel y 58 a?os de edad, no ha podido rechazar la oferta de la izquierda abertzale, que lo considera el candidato imprescindible para enderezar en las elecciones vascas los reveses de Bildu en las municipales de mayo y las generales de diciembre ¡ªen las que Podemos le arrebat¨® el segundo lugar y m¨¢s de 100.000 votos¡ª as¨ª como para contener la disidencia interna radical.
Uno de sus visitantes recientes lo ha encontrado ¡°muy excitado, muy al tanto de la situaci¨®n pol¨ªtica y algo preocupado¡±. Su preocupaci¨®n no radica en los obst¨¢culos judiciales como candidato. Sus asesores jur¨ªdicos le han convencido de que tiene ganada la batalla a la inhabilitaci¨®n especial con que fue condenado, pese a que en enero un auto de la Audiencia Nacional rechaz¨® un recurso para anularla. Sus asesores argumentan que ¡°la ley y la jurisprudencia establecen que una condena en esos t¨¦rminos, amplios, no puede ejecutarse ya que no concreta a qu¨¦ cargo p¨²blico se refiere¡±. Esgrimen el precedente del parlamentario de Bildu, Iker Casanova, que sigue en activo, pese a una inhabilitaci¨®n especial similar. El presidente de la Audiencia de Gipuzkoa, I?aki Subijana, ha se?alado que la Junta Electoral decidir¨¢ en el caso de presentarse un recurso contra su candidatura.
Otegi est¨¢ preocupado por la inadaptaci¨®n de la izquierda abertzale a los cambios del Pa¨ªs Vasco durante su estancia en prisi¨®n. La expresi¨®n m¨¢s clara es c¨®mo parte de su espacio, el de las generaciones j¨®venes, con el que confiaba ganar al PNV, lo ha ocupado Podemos que, como partido estatal, result¨® favorecido en unas elecciones generales de castigo al Gobierno de Rajoy. Pero encuestas posteriores confirman que Podemos ha venido para quedarse.
?Hasta d¨®nde disputar¨¢ el espacio a Bildu en las elecciones vascas? Dicho de otro modo, hasta qu¨¦ punto Euskadi ha cambiado, tras el cese definitivo de ETA al que Otegi contribuy¨® en su tramo final. Las encuestas insisten en la considerable ca¨ªda del independentismo, hasta un 21%, y la rebaja del enfrentamiento entre nacionalistas y no nacionalistas.
A su vez, la recesi¨®n ha aumentado la sensibilidad hacia los problemas econ¨®micos y sociales en los j¨®venes. Podemos ha sintonizado con ese perfil social, que ha completado con el ambiguo derecho a decidir como f¨®rmula ante el reto territorial, mientras la izquierda abertzale arriesga con representar el pasado con su r¨ªgida apuesta independentista y las viejas tareas pendientes como los presos y del desarme de ETA.
Otegi est¨¢ sometido a la pulsi¨®n entre quienes le reclaman un perfil m¨¢s independentista y quienes le demandan un perfil m¨¢s social y una renovaci¨®n del nacionalismo.
Un ejemplo de lo primero son sus recientes visitantes David Fern¨¢ndez, de la CUP, y Joan Tard¨¢, de ERC. Y de lo segundo, el dirigente del PSE, Jes¨²s Eguiguren, con el que mantiene una estrecha amistad desde hace 15 a?os.
Nadie duda en Euskadi de que Otegi es el principal activo de la izquierda abertzale y de que su permanencia en la c¨¢rcel seis a?os y medio ha sido una injusticia, reconocida por todos los partidos vascos, excepto el PP, al condenarle por colaboraci¨®n con el terrorismo al reorganizar la izquierda abertzale cuando la reorganiz¨® para terminar con ¨¦l, como los hechos posteriores han confirmado. En la vista en la Audiencia Nacional en el verano de 2011, poco antes de que ETA declarara su cese definitivo, Otegi adelant¨®: ¡°El ¨²nico escenario que se plantea es el cese definitivo de la violencia¡±.
All¨ª detall¨® el proceso de desvinculaci¨®n de Batasuna de ETA desde que la banda rompi¨® su tregua en junio de 2007; c¨®mo trat¨® de reorganizar Batasuna para facilitar el final del terrorismo y c¨®mo se retras¨® la declaraci¨®n de la izquierda abertzale de ruptura con la violencia a noviembre de 2009 porque a ¨¦l le detuvieron la v¨ªspera de la fecha prevista para hacerlo.
Nueva etapa
Hasta el juez que orden¨® su detenci¨®n en octubre de 2009, Baltasar Garz¨®n, pidi¨® reiteradamente la revisi¨®n del caso. Las deliberaciones en los tribunales fueron muy pol¨¦micas, pero parece evidente que se impuso la vendetta por su colaboraci¨®n pol¨ªtica con ETA antes de 2006. Los pronunciamientos del Gobierno del PP y sus medios afines sobre el caso lo evidencian.
Pero a partir del martes se abre una nueva etapa para Otegi en la que se percibir¨¢ atentamente c¨®mo se comporta la memoria del pasado con ¨¦l, c¨®mo le acogen las generaciones j¨®venes y c¨®mo adecua su discurso a una Euskadi cambiante respecto a la que conoci¨® antes de ingresar en prisi¨®n.
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