Hacia la investidura
El PP, el partido con m¨¢s votos y esca?os, ha sufrido un notorio desgaste por los nuevos casos de corrupci¨®n
Este lunes, tras el debate en el Congreso de los Diputados de la semana pasada, empez¨® en realidad el proceso para designar presidente del Gobierno. Hasta ahora s¨®lo eran meros ejercicios de precalentamiento en un marco que, desde el 20 de diciembre, ha cambiado sustancialmente por tres razones.
El PP, el partido con m¨¢s votos y esca?os, ha sufrido un notorio desgaste por los nuevos casos de corrupci¨®n aparecidos en Valencia y Madrid. De ah¨ª que la figura de Mariano Rajoy haya quedado seriamente tocada al evidenciarse que en cuatro a?os no ha sabido limpiar su casa y es all¨ª, precisamente, donde reina el descontento y hasta una rebeli¨®n solapada por parte de los muchos que no tienen nada que ver con la corrupci¨®n.
Podemos ha sufrido tambi¨¦n un cierto descalabro debido a crisis internas en su tronco central y en sus confluencias. Adem¨¢s, s¨®lo en el ¨²ltimo momento ha presentado un programa de Gobierno, marcadamente ilusorio, en el que no cuadran ni de lejos las cuentas. Por su parte, su l¨ªder, Pablo Iglesias ha mostrado en el debate del Congreso un mal estilo que lo convierte en un aliado nada fiable.
Los dos partidos que ocupan el centro pol¨ªtico ¡ªPSOE y Ciudadanos¡ª han alcanzado un acuerdo que se ha concretado en unas medidas de gobierno realistas, coherentes y reformadoras. De momento, son los que han ganado. Ello ha provocado que la misma aritm¨¦tica parlamentaria sea distinta a la de la noche electoral.
En efecto, el s¨®lido bloque de 130 diputados del PSOE y Ciudadanos ha descabalgado del primer puesto al Partido Popular que sigue con 123. Tambi¨¦n los iniciales 69 de Podemos se han fraccionado. El resto son, en s¨ª mismos, irrelevantes, aunque pueden ser necesarios para completar mayor¨ªas. Con todo ello el panorama empieza a clarificarse un poco debido a que el n¨²cleo de 130 adquiere un papel central, insuficiente pero preponderante.
Ahora falta bajar el tono, evitar desplantes innecesarios y ponerse a trabajar en programas concretos y realistas con el fin de elegir a un presidente del Gobierno. Por este orden: programas primero y presidente despu¨¦s. Si esto se hace con seriedad, sobrar¨¢n d¨ªas, y hasta semanas, de estos dos meses de plazo que empezaron a contar el mi¨¦rcoles de la semana pasada.
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