S¨ª, se puede. Pero ?se quiere?
El PSOE ha demostrado, asumiendo la responsabilidad, que se pod¨ªan abrir nuevas dimensiones en la pol¨ªtica espa?ola
Partiendo de que nos encontramos ante una nueva etapa de nuestra historia reciente, dado que los cambios pol¨ªticos son inexorables y tienen su causa en los cambios sociales, hay una premisa que nos obliga a todos: ante nuevos escenarios, comportamientos nuevos. En este mes, el PSOE ha demostrado, asumiendo el peso de la responsabilidad, que se pod¨ªan abrir nuevas dimensiones en la pol¨ªtica espa?ola.
Una, que la actitud constructiva ¡ªy para sumar hay que ceder¡ª es la que m¨¢s conviene al inter¨¦s general, porque con ella se encuentran soluciones a los problemas. No se crean nuevos ni se agravan los existentes.
Dos, que existen espacios comunes de cambio que ensanchan las posibilidades para alcanzar acuerdos, como el suscrito entre el PSOE y Ciudadanos, que permitan la constituci¨®n de un Gobierno del bien com¨²n.
A tiempos nuevos, pues, ?viejas derivas? No parece que sea esa la soluci¨®n. Cuando los socialistas afirmamos que no hay mayor¨ªa suficiente para la conformaci¨®n de un Gobierno que se apoye exclusivamente en fuerzas pol¨ªticas de la izquierda constatamos la realidad del tablero pol¨ªtico. No da la suma, se mire como se mire. Y cuando decimos que un acuerdo transversal es la soluci¨®n lo hacemos porque incorpora las dos condiciones ineludibles: asegurar un cambio en el Gobierno y garantizar la aprobaci¨®n de propuestas, con car¨¢cter inmediato, apoyadas por una mayor¨ªa clara de la sociedad.
Hemos demostrado, y nadie todav¨ªa lo ha refutado, que al menos 140 de las 200 mejoras incluidas en el acuerdo del PSOE con Ciudadanos podr¨ªan tener el apoyo de 200 diputados en el Congreso. ?Entonces? Si hay una l¨ªnea establecida m¨¢s all¨¢ de la necesidad de impulsar un cambio no se nos ha comunicado, al menos con claridad, todav¨ªa. Conocemos la l¨ªnea de Rajoy, acompa?ado (por compasi¨®n, dicen ahora algunos) por su d¨®cil y sumiso partido: resistir para sobrevivir.
Si la l¨ªnea de Iglesias consiste en un conjunto de t¨¢cticas preparatorias ante unas posibles nuevas elecciones, provocadas por ¨¦l y su compa?ero de No, Rajoy, deber¨ªan comunicarlo cuanto antes. El nuevo tablero pol¨ªtico ¡ªmuy reivindicado por Podemos, por cierto¡ª es incompatible con las actitudes excluyentes o de bloqueo. Si se arguye una especie de pureza frente a la virtud ecl¨¦ctica del acuerdo, que es el futuro, se est¨¢ escamoteando a las capas sociales que m¨¢s necesitan el cambio pol¨ªtico que este se convierta en pol¨ªtica real: en empleo digno, pol¨ªticas sociales para la igualdad, recuperaci¨®n de derechos, un pacto educativo, lucha contra la corrupci¨®n y reforma de nuestras instituciones.
Por tanto, a intereses generales muy coincidentes en nuestra sociedad, y que confluyen en los deseos de que arranque la legislatura y con otro Gobierno, la respuesta sigue siendo sumar cediendo para construir espacios comunes de cambio. Lejos de todo programa m¨¢ximo o excluyente que lo impida. Muchos, pronto mayor¨ªa, no entender¨¢n que pudiendo, no se quiera.
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