El Pa¨ªs Vasco se resiste al apocalipsis
La precampa?a en Euskadi se mueve m¨¢s en el plano de los retos sociales que en el debate identitario
Se inicia la precampa?a en una sociedad mucho m¨¢s sensible a los retos sociales que a los identitarios
Pocos saben fuera del Pa¨ªs Vasco que pocas horas antes de que Arnaldo Otegi llamara a Podemos a sumarse a un ¡°segundo frente independentista¡±, tras Catalu?a, en su decepcionante primer mitin, al salir de prisi¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jaime Mayor proclamaban en un hotel de San Sebasti¨¢n el apocalipsis por la ¡°confluencia de quienes quieren destruir la democracia¡±. Este fin de semana, un sondeo del Soci¨®metro del Gobierno vasco descalificaba el proclamado apocalipsis al afirmar que s¨®lo el 19% de los vascos desea la independencia, que el 62% est¨¢n satisfechos con la democracia en Euskadi y que las preocupaciones sociales se sobreponen con creces a las identitarias.
Los hechos posteriores a la proclama de Otegi confirmaron la encuesta al resistirse la pol¨ªtica vasca al apocalipsis. Nada menos que cuatro portavoces de Podemos respondieron inmediatamente a Otegi con un rechazo a su frente independentista. Pero la propia Bildu, s¨®lo tres d¨ªas despu¨¦s, ofrecer¨ªa un signo de pragmatismo con un pacto in¨¦dito con el PNV, la Ley Municipal, al renunciar a la proclamaci¨®n unilateral de independencia y apostar por la bilateralidad ¡ªel pacto con el Estado de un nuevo estatus¡ª si el PNV le pon¨ªa plazo a la apuesta. Una propuesta que cuestionaba la invitaci¨®n de Otegi a Podemos y que ¨¦l mismo suaviz¨® despu¨¦s al se?alar que no le llamaba a la independencia sino al derecho a decidir.
Estos movimientos muestran c¨®mo los partidos tratan de situarse en una Euskadi ya en la precampa?a de las elecciones auton¨®micas de octubre, sin descartar la repetici¨®n en junio de las del 20-D, en las que Podemos alterar¨¢ el equilibrio de fuerzas con un PNV gobernante, respaldado por el PSE.
Es pr¨¢cticamente imposible que, tras la irrupci¨®n de Podemos, PNV y PSE sumen mayor¨ªa absoluta, incluso, aunque la formaci¨®n de Iglesias no repita en las elecciones auton¨®micas la victoria en votos del 20-D. Lo que empuja al PNV, aunque quiera mantener su rentable pacto con el PSE, a abrirse a posibilidades complementarias y a rechazar compromisos que le cierren puertas.
Un signo de ello es su rechazo a comprometerse con el pacto de S¨¢nchez y Rivera, al que considera extenso, con poca opci¨®n de cambio y que no aborda la cuesti¨®n territorial. Adem¨¢s, su suscripci¨®n obstaculizar¨ªa su apertura a partidos con mayor peso en Euskadi, como Podemos y Bildu.
La centralidad del PNV le permite puntos de encuentro con Bildu ¡ªcomo la Ley Municipal¡ª con lo que introduce una cu?a ante un ¡°pacto de izquierdas¡± Bildu-Podemos, que, a su vez, es muy dif¨ªcil que logre una mayor¨ªa. El PNV tambi¨¦n sondear¨¢ a Podemos, un partido por estructurar en Euskadi, con una nueva secretaria general, Negua Alba, de 25 a?os. Juan Carlos Monedero ha respondido, desde Euskadi, que habr¨¢ di¨¢logo porque, pese a que el PNV es su principal rival al encarnar el poder en esta comunidad, su ¡°estatus pol¨ªtico es superior al del PP¡±. Si Podemos confirma como candidata a Garbi?e Biurrun, la medi¨¢tica jueza vasca, facilitar¨¢ su entendimiento en asuntos clave como la paz, el nuevo estatus y la pol¨ªtica social. Pero, a su vez, el PNV marca distancias con Bildu al exigirle una condena m¨¢s contundente de ETA mientras el PSE lo hace con Podemos.
Es verdad que la gobernabilidad en Euskadi, con Podemos, va a resultar m¨¢s compleja que en el pasado. Pero no ser¨¢ tan dif¨ªcil como en Espa?a. El PNV, previsible ganador, goza de una centralidad de la que carece el PP en Espa?a. El problema podr¨ªa estar, seg¨²n apuntan los socialistas, en que la rivalidad entre Bildu, Podemos y el PNV empuje a este partido a una gesti¨®n soberanista del nuevo estatus para Euskadi, que el Parlamento vasco debatir¨¢ la pr¨®xima legislatura.
El PSE conf¨ªa, a su vez, en que la negativa din¨¢mica del soberanismo catal¨¢n, la experiencia del PNV en la etapa Ibarretxe y las demandas vascas, m¨¢s sociales que identitarias, impidan al PNV regresar al viejo frentismo. Cree, tambi¨¦n, que si S¨¢nchez presidiera el Gobierno facilitar¨ªa el encauzamiento del debate territorial vasco e incluso el desbocado catal¨¢n.
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