Gobierno en funciones ?descontrolado?

Desde el actual Gobierno en funciones se ha mantenido en los ¨²ltimos d¨ªas que sus decisiones, en aquello que le permite la ley, no son susceptibles de control parlamentario, es decir, de un control de naturaleza pol¨ªtica. Seg¨²n el Gobierno, las C¨¢maras reci¨¦n elegidas no tienen facultades para controlarle, s¨®lo los tribunales pueden ejercer el control, aunque naturalmente de naturaleza jurisdiccional, muy distinto al control pol¨ªtico.

Creo que el Gobierno se equivoca. Desde mi punto de vista lo adecuado a la Constituci¨®n, y a la idea misma de sistema parlamentario, es exactamente lo contrario: m¨¢s que nunca el Gobierno debe estar sometido al control de las C¨¢maras precisamente porque es un Gobierno en funciones.

En nuestro sistema constitucional, la forma parlamentaria de Gobierno se concreta de la manera siguiente: los ciudadanos mediante elecciones eligen a los diputados del Congreso, ¨¦ste elige por mayor¨ªa al presidente del Gobierno, el cual, libremente, designa a los ministros. As¨ª, la relaci¨®n de confianza se establece entre cuatro eslabones encadenados: conjunto de ciudadanos (o pueblo), Congreso de los Diputados, presidente del Gobierno y, finalmente, ministros.

Cada uno de estos eslabones tiene un v¨ªnculo de confianza respecto del anterior el cual, ya que le designa, le puede cesar. En este sentido, cada uno es responsable pol¨ªticamente ante quien le designa y todos est¨¢n legitimados democr¨¢ticamente porque el primer eslab¨®n es el pueblo.

La posici¨®n del Gobierno al negarse al control pol¨ªtico de las C¨¢maras se basa, por lo visto, en un informe jur¨ªdico de la Secretar¨ªa de Estado de las Cortes seg¨²n el cual ¡°el Gobierno en funciones no puede ser sometido a control alguno por parte del nuevo Congreso en la medida en que todo control presupone una exigencia de responsabilidad pol¨ªtica y dicha responsabilidad s¨®lo es predicable del Gobierno que cuenta con la confianza del Congreso¡±. Por tanto, como la relaci¨®n de confianza est¨¢ rota, no hay control pol¨ªtico. Sorprendente.

El informe se equivoca al pretender reducir el control parlamentario a la responsabilidad pol¨ªtica. El control ha de ser entendido como cualquier actividad de ambas C¨¢maras destinada a enjuiciar, criticar, obstaculizar u obtener informaci¨®n de la acci¨®n del Gobierno. Los principales mecanismos de control son, sin pretender ser exhaustivo, las preguntas, las peticiones de informaci¨®n, las comparecencias, las interpelaciones, las mociones, las comisiones de investigaci¨®n y el control de los decretos-ley y de los decretos legislativos. No todos ellos son aplicables al Gobierno en funciones, desprovisto como est¨¢, por su naturaleza, de la confianza de la C¨¢mara. Pero s¨ª a la mayor¨ªa.

En todo caso, quien est¨¢ limitado en su actividad durante el Gobierno en funciones no son las Cortes Generales, precisamente legitimadas por los comicios recientes para ejercer sus funciones, sino el Gobierno, al que le falta la confianza parlamentaria, especialmente notoria cuando la composici¨®n del Congreso ha cambiado sustancialmente.

As¨ª pues, el Gobierno est¨¢ limitado pero pol¨ªticamente controlado por los representantes del pueblo, como no pod¨ªa ser menos en un sistema democr¨¢tico.