El primer paso
La reuni¨®n entre S¨¢nchez y Puigdemont sirve para dejar atr¨¢s el ciclo de hostilidad e inmovilismo de Rajoy
Pedro S¨¢nchez lo repiti¨® varias veces en la rueda de prensa posterior: ¡°Esta reuni¨®n ser¨¢ la primera de muchas¡±. Para desandar, o para ir lejos, se necesitan pasos cortos, constantes, sin desmayo. Esta reuni¨®n no ser¨¢ relevante por los acuerdos, pero s¨ª por las voluntades. Y querer es poder. El di¨¢logo es posible, desde la discrepancia, y ¨²til. Dec¨ªa Adolfo Su¨¢rez que ¡°el di¨¢logo es, sin duda, el instrumento v¨¢lido para todo acuerdo, pero en ¨¦l hay una regla de oro que no se puede conculcar: no se debe pedir ni se puede ofrecer lo que no se puede entregar porque, en esa entrega, se juega la propia existencia de los interlocutores¡±. En este contexto, ?por qu¨¦ y para qu¨¦ puede servir esta reuni¨®n?
El primer paso. Normaliza, porque institucionaliza, las relaciones entre el President y el presidenciable del Gobierno espa?ol. Esa idea la ha reflejado la Generalitat, en boca de su portavoz, que ha hablado de S¨¢nchez como presidenciable y no como secretario general del PSOE. S¨¢nchez y Puigdemont comparten objetivo: evitar que Rajoy contin¨²e. Objetivos comunes permiten acuerdos t¨¢cticos.
La liturgia pol¨ªtica. La reuni¨®n fue en el Palau de la Generalitat. Fue una visita oficial, una reuni¨®n de trabajo, de di¨¢logo: para entender visiones y explorar ideas. Puigdemont fue a buscar a S¨¢nchez. En la liturgia del Palau es un gesto relevante, significante.
La presi¨®n sobre Podemos. La aproximaci¨®n es tambi¨¦n un gui?o indirecto a En Com¨² Podem y, por extensi¨®n, a Podemos. Que S¨¢nchez hablara de la voluntad catalana de un Gobierno de cambio, y que la portavoz lo hiciera de la voluntad catalana de un refer¨¦ndum, abre el espacio a la secuencialidad, m¨¢s que a la condicionalidad de ambas aspiraciones. En este caso, Podemos no podr¨ªa ser m¨¢s exigentemente soberanista que el Gobierno de Puigdemont.
Los referendos. No uno, dos. La propuesta de S¨¢nchez ha sido la esperada: una reforma constitucional que permita celebrar un refer¨¦ndum. Aunque, en este caso, ser¨ªan dos: uno de todos los espa?oles para cambiar la Constituci¨®n y otro, s¨®lo en Catalu?a, para votar un nuevo Estatuto.
Los intereses compartidos. Las palabras que repitieron: deshielo, desbloqueo, normalizaci¨®n. Este encuentro sirve para dejar atr¨¢s el ciclo de hostilidad e inmovilismo de Rajoy. Empieza una nueva etapa. S¨¢nchez actu¨® como presidente y, como si ya lo fuera, respondi¨® Puigdemont. El reconocimiento mutuo es un poderoso pegamento. Pueden no estar de acuerdo, pero comparten intereses. A veces, en pol¨ªtica, eso es definitivo.
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