PP y PSOE atan sus planes a la capacidad de resistir de Podemos

Rajoy y S¨¢nchez persiguen objetivos distintos, pero el dise?o de su estrategia tiene los mismos ingredientes: el Partido Popular trabaja ya en las pr¨®ximas elecciones y lo ¨²nico que alterar¨ªa sus planes ser¨ªa que Podemos no pudiera resistir las presiones internas y externas y acabara facilitando con su abstenci¨®n un Gobierno presidido por el socialista en coalici¨®n con Ciudadanos. El PSOE est¨¢ amarrado al pacto cerrado con la formaci¨®n de Albert Rivera, y se concentra en traer a su terreno con acuerdos parciales a los partidos minoritarios. Solo si doblegan al partido de Pablo Iglesias evitar¨¢n nuevos comicios.

Han pasado ya tres meses desde las elecciones generales del 20-D, y las posibilidades de poner en marcha una gran negociaci¨®n que ponga el contador a cero se han agotado. En todo este tiempo, el ¨²nico esfuerzo por levantar un pacto de legislatura amplio y completo ha sido el realizado por el PSOE y Ciudadanos. Una carambola del destino, tras renunciar Rajoy a la iniciativa que le brindaba el Rey, que fue aprovechada por S¨¢nchez y Rivera para emprender una negociaci¨®n exhaustiva y compleja. El resultado: un acuerdo que sienta bases, pero que limita las posibilidades de ensayar otras f¨®rmulas.

¡°A poco m¨¢s de un mes para que se convoquen elecciones, si ese es el caso, es imposible renunciar a todo lo acordado para empezar de cero. ?Con qu¨¦ cara miras al electorado para explicarle que nada de este compromiso iba en serio?¡±, se?alan fuentes del equipo negociador socialista.

Eso no quiere decir que el tiempo que queda por delante, hasta que el mandato constitucional haga irremediable la convocatoria de nuevas elecciones, sean minutos basura. Los socialistas no dejar¨¢n de intentar el acuerdo con los partidos minoritarios y con los aliados territoriales de Podemos m¨¢s proclives a facilitar un Gobierno de S¨¢nchez. De ah¨ª las reuniones con Izquierda Unida, con Comprom¨ªs y con el PNV. O los encuentros, algunos no aireados p¨²blicamente, con agentes sociales y econ¨®micos.

Una envolvente

Persiguen una envolvente que achique el espacio del partido de Pablo Iglesias. Son conscientes de la dificultad del empe?o, pero en el peor de los casos, consideran todo lo realizado ¡°una inversi¨®n de futuro¡±. El objetivo, en cualquier caso, es muy limitado: la abstenci¨®n de Podemos ante una investidura de S¨¢nchez. Nada m¨¢s. No se plantea en ning¨²n caso que compartieran Gobierno dos partidos que hoy compiten a cara de perro por el espacio de la izquierda y que tienen visiones antit¨¦ticas sobre el modelo social y econ¨®mico que necesita Espa?a en un entorno europeo.

Conf¨ªa mucho el PSOE en que las tensiones internas que est¨¢ sufriendo Podemos, apenas dos meses despu¨¦s de que hayan pisado por primera vez la moqueta del Congreso de los Diputados, les empujen a replantearse su negativa a permitir un Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Quiz¨¢ porque conocen bien el debate ideol¨®gico, territorial y organizativo que atraviesa la nueva formaci¨®n. Les suena familiar en la historia del socialismo, y conf¨ªan en que pueda acabar triunfando la tesis de los que prefieren un periodo en la oposici¨®n que les permita construir un partido compacto, centralizado y homog¨¦neo.

El Partido Popular tambi¨¦n observa con atenci¨®n todo lo que est¨¢ sucediendo en Podemos, pero es mucho m¨¢s esc¨¦ptico respecto a una hipot¨¦tica fragmentaci¨®n del partido emergente. Creen que tienen m¨¢s capacidad de resistir de la que se les presume, a pesar de las informaciones que leen y escuchan en las ¨²ltimas semanas. En cualquier caso, es el ¨²nico factor que podr¨ªa alterar una estrategia que hoy contempla un ¨²nico horizonte: unas nuevas elecciones generales. La posibilidad de negociar una gran coalici¨®n PP-PSOE, m¨¢s all¨¢ de las reiteradas convocatorias de Rajoy en sus actos p¨²blicos, est¨¢ descartada. Los socialistas quemaron esa nave en su primer comit¨¦ federal tras el 20-D. Igual de imposible que un apoyo de los populares a un Gobierno de coalici¨®n PSOE-Ciudadanos.

Las especulaciones en torno a una retirada de Rajoy que facilitara las cosas no son m¨¢s que eso, especulaciones. Ni existe una corriente interna organizada en el PP que pudiera forzar ese escenario, ni se entiende cu¨¢l ser¨ªa el avance con ese movimiento. ¡°?O es que alguien cree que lo primero que har¨ªa un nuevo candidato popular ser¨ªa darse un tiro en el pie y facilitar con su abstenci¨®n un Gobierno de S¨¢nchez?¡±, se pregunta ret¨®ricamente una fuente socialista.

¡°Quienes est¨¢n impidiendo que se forme Gobierno son incapaces de formarlos por s¨ª solos. Los m¨¢rgenes los conocemos todos. El ¨²nico modo de evitar nuevas elecciones es que uno de los dos ceda. No hay otra alternativa¡±, concluye.