Yihadismo: la inacci¨®n
Cabe celebrar el esp¨ªritu de unidad ante los atentados de Bruselas. A diferencia de lo ocurrido tras las matanzas de Par¨ªs, estuvo incluso Podemos
Cabe celebrar el esp¨ªritu de unidad que presidi¨® la reacci¨®n de los grupos pol¨ªticos ante los atentados de Bruselas. A diferencia de lo ocurrido tras las matanzas de Par¨ªs, estuvo incluso Podemos. El p¨¦same unitario, dirigido a los belgas y a su Gobierno, resulta irreprochable. No se han perdido los nervios.
A pesar de ello, hay pocos motivos para la satisfacci¨®n. Todos est¨¢n de acuerdo para reforzar la seguridad frente al terror, pero ni un paso m¨¢s. Tal vez esto sea lo que explique la extra?a pareja formada por el presidente Rajoy y el l¨ªder de Podemos. No es que Iglesias haya cambiado respecto de los d¨ªas en que recetaba ¡°di¨¢logo¡± como chaleco protector contra las bombas. Es que ahora es bien consciente de que todo se limita a la actuaci¨®n policial.
Rajoy repite el mantra de que ninguna religi¨®n ampara tales actos, y como m¨¢ximo acusa a los asesinos de matar ¡°a quienes no comulgan con sus ideas¡±. Silencio generalizado sobre el Islam. Alguien a?adi¨®: ¡°Ni Al¨¢ ni el Cor¨¢n son culpables¡±. En medio de semejante ceguera voluntaria, Pablo Iglesias puede sumarse tranquilamente a un pacto est¨¦ril en cuanto a elaboraci¨®n de una acci¨®n europea contra el ISIS y que margina el tema de la formaci¨®n de nuestros musulmanes, quienes seguir¨¢n aprendiendo que Al Andalus fue un para¨ªso abortado por la Reconquista y que el Islam es una religi¨®n de paz, mientras todas sus prescripciones son de obligado cumplimiento.
Esta es la tambi¨¦n vertiente oscura de la positiva movilizaci¨®n de nuestros musulmanes contra el terror. Los portavoces de la creencia proclaman en TVE que seg¨²n el Cor¨¢n (5, 32) quien mata a alguien, mata a toda la humanidad, para avalar el divorcio entre Islam y terror. Estupendo. Pero la cita es incompleta. De inmediato se a?ade que ese interdicto no se aplica cuando la v¨ªctima ha matado o ¡°sembrado la corrupci¨®n sobre la tierra¡±. Entonces le toca ser ejecutado, crucificado, o sufrir la amputaci¨®n de manos y pies (5, 33). Curioso humanismo y el tema es demasiado tr¨¢gico como para aceptar enga?os.?
La confirmaci¨®n de que el Estado Isl¨¢mico no solo ejecuta atentados, sino que tiene declarada la guerra a Europa, de nada sirve en nuestros medios pol¨ªticos. Gracias a Reinares conocemos, por lo menos, la explicaci¨®n del protagonismo de Bruselas, en clave policial. Pero resulta inexplicable el vac¨ªo en la informaci¨®n sobre las bases sociol¨®gicas y religiosas de los epicentros terroristas. Y el Gobierno debe enterarse y explicar qu¨¦ Islam est¨¢ detr¨¢s, tanto del ISIS, como de la actuaci¨®n de su vanguardia europea. Solo as¨ª iremos m¨¢s all¨¢ de pronunciar sentidos p¨¦sames y podremos desde la claridad conjurar la xenofobia.
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