La Iglesia vive su propio calvario judicial en Galicia

Desde que en 2012 la investigaci¨®n por el robo del C¨®dice Calixtino revolvi¨® las entra?as de la catedral de Santiago y sac¨® a la luz secretos insospechados del coraz¨®n de la Iglesia cat¨®lica gallega, los casos judiciales se suceden y salpican a varias di¨®cesis de la comunidad. Hay, en estos momentos, cuatro causas en marcha con 17 personas investigadas, de las que cuatro son monjas; otra, un fraile; y 12 m¨¢s, miembros de la Orden eclesi¨¢stica y Mandato de San Miguel Arc¨¢ngel, una secta que hasta finales de 2014 medr¨® como asociaci¨®n de fieles amparada por el Obispado de Tui-Vigo.

La primera investigaci¨®n que se abri¨®, y probablemente la ¨²ltima que se cierre, por la demora que han provocado hasta tres cambios de juez instructor, es la conocida como Operaci¨®n Beb¨¦ de Lugo, en la que, adem¨¢s de varios funcionarios del servicio de Menores de la Xunta, trabajadores sociales y personal sanitario, en las ¨²ltimas semanas han tenido que prestar declaraci¨®n en calidad de imputadas tres hermanas terciarias franciscanas del Reba?o de Mar¨ªa vinculadas al Hogar Madre Encarnaci¨®n. La denuncia parti¨® de un pu?ado de abogados de oficio que descubrieron las semejanzas existentes entre varios casos de retiradas administrativas, supuestamente irregulares, de ni?os a sus madres biol¨®gicas para su entrega en acogimiento y posterior adopci¨®n. Poco a poco, en los juzgados fueron recalando episodios similares hasta juntarse como v¨ªctimas en unas mismas pesquisas una docena de familias afectadas. Varios de los menores reclamados por sus progenitores desde hace a?os pasaron por esta casa religiosa de acogida concertada por la Xunta antes de que fueran entregados a terceros y de que sus parientes perdieran definitivamente su rastro.

Hay testimonios de supuestas v¨ªctimas que se?alan directamente a las religiosas, aunque estas ¨²ltimas han negado cualquier tipo de implicaci¨®n ante el juez. Pero existen declaraciones que hablan de presuntas presiones a las madres desamparadas para entregar a sus beb¨¦s, y en concreto una joven extranjera relat¨® a la polic¨ªa c¨®mo una de las hermanas de la orden le ilustraba acerca de las familias que estaban dispuestas a pagar, mejor o peor, por su ni?o. Otra de las chicas, v¨ªctima de mafias de prostituci¨®n, se intent¨® suicidar, tras entregar a su peque?a y firmar los papeles de Menores, arroj¨¢ndose desde la altura de un sexto piso en un hospital. Ahora vive en un centro especial, atada de por vida a una silla de ruedas, y sigue reclamando a su hija. Pero el tiempo pasa, la investigaci¨®n apenas avanza y la ni?a ya tiene casi 10 a?os.

El ¨²ltimo caso que recoge el sumario es de 2011 y la operaci¨®n como tal estall¨® un a?o despu¨¦s, con varios registros tanto en la delegaci¨®n lucense de la Xunta de Galicia como en el Hogar Madre Encarnaci¨®n, donde los agentes se incautaron del diario manuscrito en el que las monjas y las empleadas iban dando cuenta de la evoluci¨®n de las criaturas acogidas. Hace pocos meses que los abogados han tenido acceso a esta documentaci¨®n, en la que aparece reflejado el tratamiento farmacol¨®gico que recib¨ªan los menores. Los letrados quieren que un perito elabore un informe m¨¦dico porque sospechan que la "fuerte y variada medicaci¨®n, y el suministro de ansiol¨ªticos puede haber dejado secuelas en los ni?os".

La cuarta religiosa investigada (y el caso m¨¢s reciente de los que salpican a la Iglesia gallega) es la superiora del convento de las Mercedarias de Santiago. Tanto ella como otras dos integrantes de la orden de clausura han sido llamadas a declarar por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de la capital gallega, que rastrea la supuesta detenci¨®n ilegal durante 15 a?os de tres adolescentes captadas en India para el noviciado y recluidas hasta que cumplieron los 30 (y fueron liberadas por una comisi¨®n judicial) bajo los vetustos muros del cenobio. Desde el primer d¨ªa, el Arzobispado de Santiago sali¨® p¨²blicamente en defensa de las monjas, y las mercedarias descalzas difundieron un comunicado en el que hablaban de su "dolor, perplejidad y consternaci¨®n" por la denuncia policial y la causa iniciada contra ellas en los juzgados.

Hace poco m¨¢s de un a?o, quienes sufr¨ªan la conmoci¨®n eran los vecinos de O Cebreiro (Lugo), puerta a Galicia del Camino Franc¨¦s de Santiago, cuando la Guardia Civil se llevaba detenido al m¨¢s popular de los frailes franciscanos que custodiaban el santuario. El religioso de 56 a?os, que pas¨® una temporada en la c¨¢rcel en prisi¨®n preventiva, se declaraba arrepentido en el cuartel cuando se le preguntaba por las relaciones sexuales que manten¨ªa con una menor en la sacrist¨ªa del templo rom¨¢nico. Hab¨ªa abundantes y aberrantes pruebas gr¨¢ficas de los hechos en su tel¨¦fono m¨®vil.

En algunas de estas 250 fotos rescatadas de la carpeta de "enviados", tambi¨¦n se ve¨ªan muchos de los billetes que supuestamente sacaba del cepillo para entregar a la joven. Se le atribuyeron los presuntos delitos de corrupci¨®n de menores y prostituci¨®n ilegal, aunque luego la ni?a dijo que no se prestaba al sexo por el dinero que ¨¦l le daba, sino porque le hab¨ªa cogido cari?o al hombre del h¨¢bito marr¨®n. Un primo de la muchacha, con una discapacidad ps¨ªquica del 40%, declar¨® tambi¨¦n a los investigadores que el fraile intent¨® penetrarlo despu¨¦s de emborracharlo en una ocasi¨®n que se lo llev¨® de viaje, y que luego lo quiso retratar manteniendo relaciones con su prima. En este s¨®rdido caso, el Obispado de Lugo conden¨® inmediatamente los hechos.

Pocos meses antes, era la Di¨®cesis de Tui-Vigo la que recib¨ªa el mazazo en este v¨ªa crucis judicial. En octubre de 2014 se ve¨ªa obligada a publicar un comunicado en el que confirmaba a sus feligreses la intervenci¨®n y la imposici¨®n de un sacerdote tutor en la peque?a comunidad de fieles rescatada de las cenizas de la Orden y Mandato de San Miguel Arc¨¢ngel, un grupo cat¨®lico que pas¨® de servir de b¨¢culo al obispado a convertirse en una secta proscrita en cuesti¨®n de meses.

Hace medio mes, el juzgado n¨²mero 1 de Tui (Pontevedra) levant¨® el secreto sumarial que todav¨ªa pesaba sobre unas complejas investigaciones por delitos de estafa, abusos y contra la integridad moral en las que est¨¢n imputados 12 miembros de la c¨²pula de esta asociaci¨®n uniformada con los colores vaticanos. El grupo era muy apreciado y conocido porque montaba unas vistosas representaciones de Semana Santa, grababa discos de m¨²sica p¨ªa, organizaba peregrinaciones masivas y prestaba servicios a la Iglesia gallega tales como el de velar por el orden y el decoro en grandes eventos cat¨®licos. Son muchas las familias que perdieron el contacto con hijos e hijas, adeptos captados por las embaucadoras palabras del fundador de la orden, hoy en prisi¨®n provisional, Feliciano Miguel Rosendo da Silva, que viv¨ªa en un delirante complejo residencial levantado supuestamente con ingentes cantidades de dinero que entregaban los seguidores a su gu¨ªa espiritual.

El l¨ªder de la secta, que lleg¨® a sumar unos 400 incondicionales, se enfrenta a una acusaci¨®n por presunto delito de abusos sexuales. Seg¨²n declararon varias de sus supuestas v¨ªctimas, se rodeaba de un s¨¦quito de pseudomonjas que vest¨ªan h¨¢bito y viv¨ªan en comunidad, consagradas a la orden migueliana, y somet¨ªa a todo tipo de vejaciones a las seguidoras. Se dec¨ªa ungido por un poder sobrenatural, y entre otras pr¨¢cticas, pronto trascendi¨® que presuntamente obligaba a las mujeres a hacerle felaciones mientras ¨¦l deturpaba a viva voz la expresi¨®n "tomad y comed".

En muy pocos a?os, el hombre que empez¨® con un coro religioso en la trastienda de una herborister¨ªa de Vigo organiz¨® su particular corte en su mansi¨®n. Alg¨²n matrimonio testific¨® que se hab¨ªa visto obligado a vender su casa y a vivir en la miseria para entregar el dinero al patriarca Miguel Rosendo. El juez atribuye tanto al gur¨² como a otros 11 integrantes de la secta los delitos de blanqueo de capitales, asociaci¨®n il¨ªcita y fraude. Poco antes de ser apartado por el obispado, que abri¨® sigiloso su propia investigaci¨®n interna antes de que saltase el esc¨¢ndalo, la di¨®cesis hab¨ªa cedido un convento vac¨ªo a la Orden y Mandato por los servicios prestados y por la abnegaci¨®n de sus miembros.