Garc¨ªa Ram¨ªrez traza la navegaci¨®n americana de los derechos humanos
El jurista mexicano, expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, clausura el M¨¢ster de Gobernanza de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y la Fundaci¨®n Santillana
Am¨¦rica o, mejor dicho, las Am¨¦ricas han imprimido un sello propio a la defensa de los derechos universales. Los pa¨ªses al sur del r¨ªo Grande, todos juntos y cada uno con su propio genio y figura, han ido configurado un sistema continental de protecci¨®n que tiene su expresi¨®n m¨¢s concreta en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El jurista mexicano y expresidente de este tribunal de garant¨ªas Sergio Garc¨ªa Ram¨ªrez describi¨® este mi¨¦rcoles la ¡°navegaci¨®n americana¡± de los derechos humanos, una traves¨ªa espec¨ªfica que confluye con la del resto del mundo y que tiene tres grandes cimientos: el ideol¨®gico, el normativo y el pol¨ªtico.
Garc¨ªa Ram¨ªrez (Guadalajara, Jalisco, 1938) intervino este mi¨¦rcoles en la entrega de diplomas de la V Promoci¨®n del M¨¢ster de Gobernanza y Derechos Humanos organizado por la Universidad Aut¨®noma de Madrid y la Fundaci¨®n Santillana en colaboraci¨®n con la C¨¢tedra de Estudios Iberoamericanos Jes¨²s de Polanco. El jurista y expol¨ªtico mexicano inici¨® su conferencia con un recuerdo al ¡°sabio, generoso y amigo¡± Francisco Tom¨¢s y Valiente, asesinado por ETA hace 20 a?os y que da nombre al aula magna de la Facultad de Derecho de la UAM, donde se celebr¨® el acto.
Garc¨ªa Ram¨ªrez fue presentado por el presidente del Grupo PRISA y de EL PA?S, Juan Luis Cebri¨¢n, que destac¨® la claridad, la agilidad, la transparencia y el contenido literario de su obra acad¨¦mica, de la que destac¨® Los Reformadores, sobre los precursores del derecho penitenciario en el siglo XVIII Cesare Beccaria, en Italia, y John Howard, en Gales.
Espa?a, un lugar de escape
La V promoci¨®n del Master de Gobernanza y Derechos Humanos de la UAM y la Fundaci¨®n Santillana, ha acogido a un total de 47 alumnos de veinte nacionalidades distintas, la mayor¨ªa latinoamericanas, pero tambi¨¦n franceses, suecos o australianos. La venezolana Ariana Guevara fue la encargada de pronunciar este mi¨¦rcoles el discurso de despedida de los agresados. Guevara relat¨® en su intervenci¨®n ¡°el clima de absoluta indefensi¨®n y de violaci¨®n de derechos humanos¡± que se vive en su pa¨ªs bajo el r¨¦gimen chavista de Nicol¨¢s Maduro.
¡°La vida cotidiana en Venezuela es un ejemplo de lo que el sufrimiento de la injusticia puede producir en un pueblo: las medidas econ¨®micas desacertadas han llevado a una escasez aguda de alimentos y medicinas, que se estima en m¨¢s de un 60%. El porcentaje, en realidad, no expresa en su totalidad el drama humano: la gente no consigue productos de primera necesidad, se deben hacer colas largas para adquirir lo poco que hay, y los medicamentos m¨¢s b¨¢sicos son un recuerdo del pasado. Muchos venezolanos en el exterior ¨Ces mi caso- deben enviar pastillas y otros insumos a sus familiares, a trav¨¦s de amigos y conocidos. Homicidios, cierres de medios de comunicaci¨®n y presos pol¨ªticos tambi¨¦n se han convertido en una preocupaci¨®n cotidiana¡±, relat¨® Guevara.
La joven venezolana afirm¨® en su discurso que para ella Espa?a se convirti¨® inicialmente en un ¡°escape, un lugar en el que pod¨ªa sentirme segura, comer lo que se me antojara y progresar¡±. Inicialmente le cost¨® comprender como sus compa?eros espa?oles expresaran con tanto ¡°ah¨ªnco¡± su malestar con la crisis y la corrupci¨®n. Con el tiempo empez¨® a entender las cr¨ªticas. ¡°Hay algo que compartimos: una sensibilidad especial por los sufrimientos del mundo. A todos nos angustia la injusticia, nos mueve el inter¨¦s por cambiar el dolor propio y ajeno (¡) tenemos la capacidad de identificar lo que es injusto para, m¨¢s tarde, actuar en consecuencia¡±.
Sin consultar ni una vez los papeles que llevaba consigo, el profesor mexicano convirti¨® la fase introductoria de su charla en un homenaje a los espa?oles exiliados o ¡°transterrados¡± a su pa¨ªs tras la Guerra Civil, como el fil¨®sofo Jos¨¦ Gaos, el poeta Pedro Garfias o el procesalista Niceto Alcal¨¢-Zamora y Castillo, fundador del doctorado de Derecho de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico y que despert¨® en Garc¨ªa Ram¨ªrez su ¡°devoci¨®n hacia la cultura jur¨ªdica espa?ola¡±. El cap¨ªtulo de agradecimientos lo cerr¨® evocando la ¡°inmensa labor cultural¡± en las dos orillas del Atl¨¢ntico de Jes¨²s de Polanco, fundador del Grupo PRISA.
El profesor mexicano, apoy¨¢ndose y ampliando los argumentos de juristas espa?oles, como el catedr¨¢tico de Constitucional de la UAM y director del M¨¢ster, Antonio Rovira, alert¨® de ¡°cierto envejecimiento de las garant¨ªas del Estado¡± sobre los derechos humanos y anim¨® a los alumnos a ¡°tratar de reanimar al Estado democr¨¢tico nacional¡±. Tambi¨¦n ofreci¨® su propia definici¨®n de ¡°gobernanza¡±, un t¨¦rmino tan polis¨¦mico como dif¨ªcil de captar: ¡°La verdadera gobernanza se resume en la expresi¨®n del siglo XIX y que oigo cada vez menos en el siglo XXI: la felicidad del pueblo. Gobernanza es lograr la felicidad del pueblo, y eso est¨¢ en las antiguas constituciones y tratados¡±, como las de los estados norteamericanos de Maryland y Georgia o la Constituci¨®n de C¨¢diz de 1812.
Garc¨ªa Ram¨ªrez se inspir¨® tambi¨¦n en el magistrado espa?ol del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Luis L¨®pez Guerra, para reivindicar el papel de los jueces a la hora de dar vigencia a los derechos humanos. ¡°Son jueces que no se limitan a pronunciar las palabras de la Ley (¡) son constructores del derecho que miran m¨¢s all¨¢ de la causa sometida a su fuero¡± y que tienen en cuenta ¡°los derechos profundos radicales de las personas que comparecen ante ellos y de las que no comparecen¡±.
En el tramo final de su intervenci¨®n, Garc¨ªa Ram¨ªrez describi¨® el sistema interamericano de protecci¨®n de los derechos humanos nacido de la Declaraci¨®n de Bogot¨¢ de 1948, redactada ¡°mientras en la calle corr¨ªa la sangre y se escuchaba el ruido de la metralla¡±. Los cimientos de este sistema son tres: el ideol¨®gico, nacido del compromiso con el ser humano como eje de la vida; el normativo, las leyes y tratados que se han ido configurando desde cero a lo largo de los ¨²ltimos 60 a?os; y el pol¨ªtico y operativo, los personajes que hicieron que las normas pasaran de proclamaciones a ¡°la tierra que pisamos todos los d¨ªas¡±. En este grupo, Garc¨ªa Ram¨ªrez cit¨® a la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) y a la sociedad civil ¡ª¡°yo prefiero llamarla pueblo¡±, dijo¡ª que consigui¨® que las v¨ªctimas de violaciones de derechos humanos, como los pueblos patag¨®nicos, de la Amazon¨ªa o de los bosques mexicanos, fueran resarcidos.
El profesor explic¨® a los alumnos de las promociones V (saliente) y VI (entrante) del M¨¢ster que la Corte que presidi¨® entre 2004 y 2007, formada por solo siete magistrados, tiene car¨¢cter ¡°permanente¡± y sus resoluciones son ¡°vinculantes¡± para los Estados. ¡°Son disposiciones de car¨¢cter imperativo, a pesar del grado inquietante de incumplimiento¡±, sostuvo. A diferencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, y formado por 17 magistrados, no emite sentencias por cada caso que llega repitiendo argumentos jur¨ªdicos una y otra vez, sino que en su existencia solo ha dictado 204 fallos. Este car¨¢cter institucional permite que en 2016 se emitan sentencias de asuntos que entraron hace solo dos a?os.
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