Borb¨®n y cuenta nueva
Do?a Pilar se delata a s¨ª misma disolviendo su sociedad 'offshore' el mismo d¨ªa de la abdicaci¨®n de su hermano
Do?a Pilar de Borb¨®n miraba hacia el horizonte. Tanto ejerc¨ªa la caridad y la filantrop¨ªa en los rastrillos de Nuevo Futuro, tanto hac¨ªa lo contrario en la clandestinidad de Delantera Financiera, cuya posici¨®n delicada en el inventario de los Panama Papers la ha creado la propia hermana del Rey em¨¦rito, disolviendo de urgencia la sociedad offshore el mismo d¨ªa de la abdicaci¨®n de Juan Carlos I.
Parec¨ªa tratarse de una liquidaci¨®n cautelar y simb¨®lica. Cautelar porque la llegada de Felipe VI exig¨ªa un nuevo decoro en las conductas familiares. Simb¨®lica porque el cierre del quiosco caribe?o despu¨¦s de cuarenta a?os operativo implicaba que se hab¨ªan terminado los privilegios, impunidades e inmunidades del reinado.
Es m¨¢s, Pilar de Borb¨®n asumi¨® la presidencia de Delantera Financiera en 1974, no cualquier d¨ªa, sino cuando Don Juan Carlos desempe?¨® a t¨ªtulo interino o provisional la Jefatura del Estado porque la salud del caudillo se hab¨ªa deteriorado. Y porque, seg¨²n parece, proced¨ªa "orientarse" en el cambio de r¨¦gimen y de ¨¦poca.
No vamos a cansarnos de escuchar durante las pr¨®ximas semanas que las sociedades offshore pueden ser legales. Pueden serlo y acostumbran a no serlo, entre otras razones porque el ¨¦xtasis aspiracional de un para¨ªso financiero responde al privilegio fiscal, al secreto bancario, al hermetismo que protege el origen y el destino del dinero, a la obstrucci¨®n judicial y al prosa¨ªsmo del blanqueo de capitales.
La movilizaci¨®n de los islandeses ha logrado forzar la dimisi¨®n del primer ministro. La mera situaci¨®n insolidaria y amoral de una sociedad offshore ha malogrado la carrera pol¨ªtica de Sigmundur Gunnlaugsson. Y no ha sido necesario aclarar el hecho delictivo. Se ha antepuesto el deber de la ejemplaridad en un cargo p¨²blico.
Semejante matiz diferencia la responsabilidad entre pol¨ªticos, actores o futbolistas. Pedro Almod¨®var no es Putin en sus obligaciones. Ni Messi es Macri, pese a compartir la nacionalidad argentina. ?Y Pilar de Borb¨®n? La hermana y la t¨ªa del Rey no ha desempe?ado un cargo institucional, pero su proximidad a la jefatura del Estado implicaba un escr¨²pulo ¨¦tico que no parece haberse observado.
Bien porque la sociedad Delantera Financiera acaso encubri¨® los negocios de su esposo ¡ªLuis G¨®mez-Acebo¡ª o bien porque quiz¨¢ fue utilizada para alojar la herencia millonaria que recibi¨® Pilar de Borb¨®n tras la muerte de su padre en 1993.
M¨¢s que conjeturas, son informaciones que circulan pendientes de confirmaci¨®n. Y que tienen en alerta al ministro de Hacienda, hasta el extremo de que el sheriff Montoro enfatiz¨® ayer que la purga no discriminar¨¢ entre nombres comunes ni ilustres.
Tenemos en el banquillo a la hermana de un Rey Borb¨®n. ?Tendremos a la de otro?
Parece prematuro asegurarlo, aunque Pilar de Borb¨®n puede empezar a mimetizarse con la fecunda estrategia del florero. Diciendo que firm¨® los papeles por amor. Que su marido era el tesorero. O que ella hac¨ªa lo que ve¨ªa en casa.
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