La hora de la conciliaci¨®n real
Los principales partidos coinciden en revisar la jornada laboral y en otros cambios que mejoran la vida de la gente. ?Ser¨¢ esta la legislatura de las reformas que pide la sociedad?
Haya o no elecciones, existe un punto en el que todos los partidos est¨¢n de acuerdo: Espa?a necesita conciliar. Jornadas m¨¢s cortas y flexibles de trabajo, adelantar una hora el reloj o tener m¨¢s tiempo para la familia. La coincidencia en este tema, con matices, de los partidos m¨¢s votados suscita esperanzas en asociaciones y expertos que creen que esta puede ser la legislatura de la conciliaci¨®n.
"Falta una persona con voluntad pol¨ªtica, visi¨®n de cambio y poder, como la hubo con la ley antitabaco", opina Nuria Chinchilla, directora del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE Business School. "La pol¨ªtica se tiene que hacer eco de las demandas de la sociedad", afirma Us¨²e Madinaveitia, impulsora del movimiento #mamiconcilia, con peso en redes sociales. "Ya no es un tab¨² ni te miran raro por decir que quieres hacer otras cosas fuera del trabajo o estar con tus hijos", a?ade.
Directiva en una agencia de publicidad y marketing antes de que la "invitaran a irse" tras el nacimiento de su hijo, Madinaveitia cree que el principal fallo de los partidos es que no tienen en cuenta a los ni?os. "Para los pol¨ªticos, conciliaci¨®n es buscar la forma para que los padres pueden trabajar m¨¢s mientras los hijos est¨¢n bien aparcados", critica. Medidas como la ampliaci¨®n de la jornada escolar o la universalizaci¨®n de las escuelas infantiles de 0 a 3 a?os, presente en casi todos los programas electorales, "fomentan un sistema en el que los padres no est¨¢n con los ni?os, sino que son los abuelos o cuidadoras externas los que tienen que asumir la tarea de educar", mientras que "las jornadas de los hijos acaban siendo m¨¢s largas que las de los padres".
Laura Baena, creadora del Club de Malasmadres, con unos 170.000 seguidores en Facebook, coincide en que este tipo de medidas son "un parche" para que las familias sobrevivan mientras llega un cambio real. "No hablamos s¨®lo de padres ni madres. Hay gente que tiene mayores u otras personas a su cargo, o que simplemente quiere tener tiempo para su vida personal. Para que haya un cambio social a largo plazo, tiene que implicar a todos", explica. Baena ha reunido m¨¢s de 287.000 firmas en la plataforma Change.org para pedir incentivos fiscales a las pymes que implanten la jornada continua con flexibilidad horaria, un t¨¦rmino que asegura que Mariano Rajoy olvid¨® en su ¨²ltimo anuncio de que adelantar¨ªa la salida a las 18.00: "Es la palabra clave en conciliaci¨®n: no estar encorsetado en el presencialismo".
En cifras
- Los trabajadores producen un 19% m¨¢s de media en empresas con horaris racionales y flexibles (Ifrei)
- El 68% de los trabajadores por cuenta propia tiene la jornada partida (INE, 2014)
- Los espa?oles trabajan 1.689 horas al a?o, m¨¢s que alemanes (1.371) y suecos (1.609) (Eurostat)
- La productividad por hora trabajada en Espa?a es de 32,1 euros, frente a 42, 8 en Alemania y 45,5 en Suecia (OCDE)
- Ocho de cada 10 mujeres dicen tener dificultades para conciliar (Encuesta #concilia13f)
- El 30% de aut¨®nomas eligieron este r¨¦gimen para tener flexibilidad horaria?(Encuesta #concilia13f)
Madinaveitia, que al igual que su marido trabaja como aut¨®noma en casa, donde se turnan para las tareas dom¨¦sticas y el cuidado del ni?o, comparte esta visi¨®n: "No es tanto una cuesti¨®n de horarios sino de flexibilidad. Que tu jefe entienda que hoy llegar¨¢s tarde por determinada circunstancia, y que saldr¨¢s m¨¢s tarde, o no, porque ?para qu¨¦ vas a estar ah¨ª si cumples tus objetivos?".
Precisamente este presencialismo es uno de los males que aquejan a las empresas espa?olas, en muchas de las cuales a¨²n est¨¢ mal visto irse antes que el jefe. "Mientras que en pa¨ªses m¨¢s avanzados cambiaban la relaci¨®n con los empleados para valorar su trabajo en vez del tiempo que estuvieran presentes, aqu¨ª se pagaban horas extras para maquillar los bajos sueldos", explica Fabi¨¢n Mohedano, promotor de la Iniciativa para la Reforma Horaria en Catalu?a, comunidad donde m¨¢s se ha avanzado en este tema.
Mohedano, que se acaba de estrenar como diputado en la C¨¢mara catalana por Junts Pel S¨ª, es optimista. "El que Rajoy hable de ello constata que es un tema que esta legislatura viene para quedarse", aventura. "?sta es la oportunidad pol¨ªtica" para el cambio, afirma por su parte Jos¨¦ Luis Casero, presidente de la Asociaci¨®n para la Racionalizaci¨®n de los Horarios Espa?oles (Arhoe), aunque muestra cierto escepticismo: "Los ciudadanos estamos muy acostumbrados a sus incumplimientos".
Razones para la desconfianza
En 2013 y tras un a?o de trabajo, la subcomisi¨®n para la conciliaci¨®n del Congreso logr¨® casi el consenso con un texto en el que se ped¨ªan medidas como las que ahora vuelven a plantear los partidos. El Gobierno del PP deb¨ªa llevar el texto al pleno del Congreso, pero no lo hizo. Tampoco aplic¨® la ampliaci¨®n del permiso de paternidad de dos a cuatro semanas, aprobada en 2009. Y pese a que en 2012 se aprob¨® por unanimidad una proposici¨®n no de ley para "avanzar hacia la equiparaci¨®n de los permisos (...) entre ambos progenitores" para que sean iguales e intransferibles, ning¨²n partido lo llev¨® al pleno.
?Por qu¨¦ creerles ahora? "El grado de exigencia de la sociedad espa?ola en temas de conciliaci¨®n ha rebasado el vaso. El hecho de que se regule ya no es una opci¨®n, es una obligaci¨®n", defiende el vicesecretario sectorial del PP Javier Maroto, portavoz de su partido en estos asuntos. "El PSOE tiene toda la credibilidad de sus ¨²ltimos ocho a?os de Gobierno, aunque claro que quedaron muchas cosas por hacer", a?ade Carmen Mont¨®n, secretaria de Igualdad de la Ejecutiva Federal del PSOE, que desgrana algunas medidas que arrancaron entonces como el Plan Concilia o el Plan Educa3 (ampliaci¨®n de la oferta de educaci¨®n infantil desde los cero a los tres a?os).
"La conciliaci¨®n es una apuesta que impregna todo nuestro programa porque ponemos las necesidades de las personas en el centro", afirma Clara Serra, responsable estatal de Igualdad de Podemos, que lleva en el programa electoral la jornada continua. Por su parte, Antonio Rold¨¢n, el portavoz de Ciudadanos en estos asuntos, asegura que "es una de las pol¨ªticas claves" tambi¨¦n para ellos. Entre las primeras iniciativas que registr¨® su partido en enero, estaba una proposici¨®n no de ley con algunas de las principales medidas que defienden, que todav¨ªa no ha sido debatida en el pleno.
Permisos de paternidad
Aunque la mayor¨ªa de las fuentes consultadas presentan a Ciudadanos como el partido que ha tomado la iniciativa esta campa?a en las propuestas de conciliaci¨®n, una de sus propuestas estrella, la ampliaci¨®n de los permisos de maternidad y paternidad a 26 semanas, cuenta con la oposici¨®n frontal de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopci¨®n (PPiiNA). La propuesta, a la que se ha sumado el PSOE tras el pacto de Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera, reparte esas 26 semanas, de forma que ocho son obligatorias para la madre y ocho para el padre. La pol¨¦mica est¨¢ en las 10 restantes, que son optativas entre ambos, lo que, seg¨²n la plataforma, supone que casi siempre se las acabar¨¢ tomando la madre.
"Nuestro objetivo irrenunciable es que el derecho a la prestaci¨®n, que es un derecho laboral y de Seguridad Social, se conceda por igual a todos los trabajadores, sean hombres o mujeres", explica Mar¨ªa Pazos, coportavoz de PPiiNA, que cifra en 1.400 millones de euros el coste de equiparar ambos permisos.
Rold¨¢n, de Ciudadanos, defiende que ning¨²n pa¨ªs de la Uni¨®n Europea tiene todas las semanas intransferibles. "No se da ni en Suecia", asegura este pol¨ªtico, que considera que "no existen evidencias cient¨ªficas" de que sean las mujeres las que asumen mayoritariamente esas semanas.
Las cifras de la Seguridad Social contradicen a Rold¨¢n. Mientras que las bajas por paternidad supusieron el 87% de las de maternidad en 2015, tan solo el 1,8% de las prestaciones transferibles de la madre fueron disfrutadas por el padre.
Aunque el PP tambi¨¦n vot¨® a favor en 2012 para avanzar en la equiparaci¨®n de permisos, es en este punto donde se ha mostrado m¨¢s tibio. Su programa no recoge la ampliaci¨®n de la baja paternal, aunque ha anunciado que incluir¨¢ la ampliaci¨®n en 10 d¨ªas del permiso para los padres con alguna discapacidad o que tengan hijos discapacitados.
El ejemplo de Catalu?a
Algunas medidas, como la ampliaci¨®n de los permisos de paternidad o la generalizaci¨®n de la educaci¨®n infantil entre 0 y 3 a?os, necesitan una mayor¨ªa suficiente en el Congreso y dotaci¨®n presupuestaria. Otras, como la reforma horaria, requieren un planteamiento integral, que abarca desde la legislaci¨®n, los convenios colectivos y un cambio cultural. De momento, ning¨²n sector se ha opuesto. Incluso el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, ha considerado que implantar la jornada hasta las seis "es bastante f¨¢cil". "No hacerlo de un d¨ªa para otro, pero si nos lo ponemos como objetivo, poquito a poco y adaptando los convenios colectivos, yo creo que es posible y bueno para todos", ha asegurado. "Todos queremos tener m¨¢s tiempo libre".
"Si fuera presidente del Gobierno, lo primero que har¨ªa es ajustar el horario del prime time televisivo. No es de recibo que los programas terminen de madrugada", explica Casero, el presidente de la Arhoe. Ciudadanos arrancar¨ªa tambi¨¦n por un ajuste de horarios de televisi¨®n y por un cambio en la jornada laboral: ¡°Empezar una hora antes a trabajar y acabar tambi¨¦n m¨¢s temprano¡±, se?ala Rold¨¢n. El PP cree que la primera medida es tambi¨¦n intentar esa ¡°generalizaci¨®n¡± de una jornada que acabe a las seis de la tarde, seg¨²n Maroto, aunque para esto son patronal y sindicatos los que tendr¨ªan que dar el impulso.
Mohedano detalla que en Catalu?a se inici¨® el proceso hace tres a?os, durante los cuales se ha fundamentado la necesidad de la reforma a trav¨¦s de informes y comisiones de estudio y se han hecho pruebas piloto y creado instrumentos de sensibilizaci¨®n social. Ahora se trabaja ya en la reforma propiamente dicha, con tres ejes: "Una ley ¨®mnibus que toque distintos horarios e incentive a las empresas que lo hagan bien; pactos en los cinco sectores clave, la empresa, la educaci¨®n, la cultura, la funci¨®n p¨²blica y el comercio; y por ¨²ltimo, campa?as de informaci¨®n para el gran p¨²blico". La idea es que una vez aprobada la ley, haya una fase de transici¨®n, como ocurri¨® con el cambio al euro o la ley antitabaco, "y todo el mundo sepa que a partir de tal d¨ªa vamos a ponernos en hora", explica.
"Le dir¨ªa a Rajoy que esto requiere una revisi¨®n absoluta. Por ejemplo, no tiene sentido la liberalizaci¨®n absoluta de horarios comerciales y a la vez adelantar el prime time", aconseja el activista y ahora diputado. La experta en conciliaci¨®n Nuria Chinchilla tambi¨¦n insiste en que no es solo un cambio legislativo, sino tambi¨¦n de estilos directivos. "Los altos ejecutivos y mandos intermedios son los primeros que tienen que apoyar la reforma porque son los que marcan la cultura empresarial", explica. Es decir, si ellos se marchan antes, acortan los tiempos de las comidas o dejan de fijar reuniones por las tardes, el resto de empleados tambi¨¦n lo har¨¢. "El gran reto est¨¢ en cambiar los h¨¢bitos". Un reto que, quiz¨¢s, se produzca esta legislatura.
"Yo no sirvo de ejemplo"
Yo no puedo servir de ejemplo¡±, admite Javier Maroto (PP). ¡°Trabajo los siete d¨ªas de la semana y soy un noct¨¢mbulo¡±. El portavoz popular en temas de conciliaci¨®n asegura que duerme poco, a las 6.30 se levanta para leer la prensa digital y a medianoche sigue ¡°enfrascado con los papeles¡±. Compagina su cargo nacional con la funci¨®n de portavoz en el Ayuntamiento de Vitoria.
Clara Serra (Podemos) asegura que la din¨¢mica de la vida parlamentaria dificulta su conciliaci¨®n. Ella es diputada en la Asamblea de Madrid, cuyo reglamento ¡°ni siquiera contempla el voto telem¨¢tico [a distancia] para las sesiones plenarias¡±. En el Congreso de los Diputados y el Senado s¨ª hay esa opci¨®n. Como los diputados no est¨¢n incluidos en el r¨¦gimen laboral ordinario, en su caso ni siquiera est¨¢ regulada la baja de maternidad. ¡°Si la pol¨ªtica exige renunciar a cuidar y disfrutar de la maternidad, puede llegar a no merecer la pena para muchas mujeres que son madres¡±, a?ade Serra. ¡°Feminizar la pol¨ªtica es asegurar que las mujeres puedan hacerla y que en la pol¨ªtica entren problemas vinculados con lo familiar que hasta ahora han sido muy invisibles¡±.
Cuando Carmen Mont¨®n, del PSOE, tuvo a su hijo hace cuatro a?os, opt¨® por la corresponsabilidad. Ella se tom¨® un permiso de 15 d¨ªas y fue su marido el que asumi¨® el resto de la baja. ¡°Creo que el hecho de que los hombres se impliquen marca la diferencia¡±, asegura. A Antonio Rold¨¢n, de Ciudadanos, a¨²n le cuesta adaptarse a los horarios espa?oles tras tres a?os fuera del pa¨ªs. Antes de integrarse en Ciudadanos, viv¨ªa en Londres con su pareja. ¡°All¨ª a las seis de la tarde, nadie trabaja. Se hacen muchas horas, pero no se pierde el tiempo. En Espa?a lo de los horarios es una cuesti¨®n imposible¡±, considera.
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