No hay mimbres para el segundo frente

Cuatro a?os despu¨¦s del cese definitivo de la violencia de ETA, Euskadi crece al 3,1%, tras nueve meses seguidos de auge, con un 119% del PIB per c¨¢pita de la media europea y el 75% de sus ingresos dedicados a pol¨ªticas sociales (sanidad, educaci¨®n...). Tiene un 14% de paro con la expectativa de bajar al 10% en la pr¨®xima legislatura. A su vez, sigue bajando la demanda independentista. Seg¨²n el ¨²ltimo Euskobar¨®metro, el 63% de los vascos no desea la independencia, con un 57% que est¨¢ por la autonom¨ªa y el federalismo y un 5%, por el centralismo.

Son datos del balance de la primera legislatura tras el cese de ETA. Un balance apresurado pues el lehendakari I?igo Urkullu no descarta adelantar las elecciones vascas a junio, en vez de octubre, si en Espa?a se repiten las generales. Pocos cre¨ªan hace cuatro a?os que ETA hab¨ªa cesado definitivamente y, menos a¨²n, que en este plazo Euskadi se colocar¨ªa en el grupo de vanguardia de Espa?a en bienestar social y convivencia.

No es ajena a esta situaci¨®n la decisi¨®n del Gobierno peneuvista de Urkullu, en estos cuatro a?os, de priorizar la lucha contra la recesi¨®n y su salida social, con el respaldo de los socialistas vascos, frente a debates identitarios. De tal manera que, incluso, en Podemos reconocen las pol¨ªticas sociales del Gobierno vasco.

La salida de la recesi¨®n y el esfuerzo por la convivencia, tras 43 a?os de terrorismo, han aplazado la reforma del Estatuto, pendiente tras el fracaso del plan soberanista de Ibarretxe la pasada d¨¦cada. Euskadi es una de las escas¨ªsimas comunidades que no lo ha reformado y lo har¨¢ en su pr¨®xima legislatura. El PNV, probable ganador en las elecciones vascas, seg¨²n los sondeos, sabe que, adem¨¢s del apoyo de sus bases nacionalistas, ha recuperado la centralidad y transversalidad que perdi¨® Ibarretxe. Por eso mantendr¨¢ como prioridad la lucha por el bienestar y, aunque plantea una reforma profunda del Estatuto con el reconocimiento de Euskadi como naci¨®n y la bilateralidad como principales ingredientes, ha adelantado que no se arriesgar¨¢ a una aventura unilateral a la catalana y pactar¨¢ con el Estado el Estatuto que se refrendar¨¢, de acuerdo con la ley.

Solo Bildu defender¨¢ el independentismo v¨ªa refer¨¦ndum en un momento de decadencia, con generaciones j¨®venes m¨¢s preocupadas por los retos sociales que los identitarios. Solo el 22% de los vascos cree que vivir¨ªan mejor en una Euskadi independiente, seg¨²n el ¨²ltimo Euskobar¨®metro.

El tercer actor no parece que sea el PSE ¡ªdefinido por una reforma constitucional¡ª sino Podemos, en alza en Catalu?a y Euskadi, seg¨²n las encuestas. El catal¨¢n Xavier Dom¨¨nech, de En Com¨² Podem, en sus conversaciones con el PSC se ha definido no por una consulta refrendataria, como la del PNV, sino dual: independencia s¨ª o no, con petici¨®n de voto negativo. Podemos Euskadi no ha ense?ado sus cartas. Errej¨®n, muy influyente aqu¨ª, ha hablado de bilateralidad y consulta pactada, lo que le sit¨²a m¨¢s cerca del PNV que de Bildu.

Todo apunta a que el experimento vasco de reforma territorial ser¨¢ complejo. Pero no hay mimbres para el segundo frente independentista, tras Catalu?a, que ha reclamado Otegi. PNV y Podemos lo han rechazado. M¨¢s bien, al contrario, Euskadi podr¨ªa ser referente para que Catalu?a salga del agujero en que le meti¨® Artur Mas. Pero para eso hace falta, tambi¨¦n, un Gobierno dialogante en Espa?a. Y, ?ser¨¢ eso posible?