¡°Los recortes sanitarios mataron a mi mujer y tengo pruebas¡±
Manuel Garc¨ªa, viudo de una enferma de hepatitis C a la que la Xunta escatim¨® el f¨¢rmaco, esgrime que los documentos hospitalarios acreditan una espera letal de ocho meses
¡°?Cu¨¢nto vale una vida humana?¡±. Esa es la pregunta que lanza a los defensores de la austeridad Manuel Garc¨ªa Sordo, viudo de una enferma de hepatitis C a la que la Xunta retras¨® ocho meses la medicaci¨®n que pod¨ªa salvarle la vida tras casi una d¨¦cada con el virus devorando su cuerpo. Isolina falleci¨® con 72 a?os el 10 de febrero de 2015, dos semanas despu¨¦s de que los gestores de la Conseller¨ªa de Sanidade autorizasen que le fuese dispensado el f¨¢rmaco Sofosbuvir. Ella y su familia llevaban desde junio de 2014 esperando por ¨¦l, desconcertados por el silencio de la Administraci¨®n y escuchando al Ministerio de Sanidad y a las comunidades pelearse sobre qui¨¦n deb¨ªa asumir el elevado coste de los nuevos tratamientos. ¡°Ya entonces solo se hablaba de dinero y ya sospech¨¢bamos que los recortes eran la causa del retraso¡±.
La ansiada medicina lleg¨® demasiado tarde. Y Manuel se reconoce incapaz de superar el dolor y la rabia, mientras escucha al presidente de la Xunta, el popular Alberto N¨²?ez Feij¨®o, calificar de ¡°disparate¡± lo que su familia y la fiscal¨ªa piensan: que Isolina no tuvo su f¨¢rmaco a tiempo por las restricciones que impone la dictadura del d¨¦ficit. ¡°La denuncia afecta a dos o tres pacientes¡±, ha esgrimido Feij¨®o para negar su relaci¨®n con los recortes presupuestarios. ¡°Por esas palabras en un pa¨ªs medianamente serio [Feij¨®o] tendr¨ªa que dimitir¡±, replica el viudo de Isolina.
Aquella espera sin respuestas ha sumido a este vecino de A Coru?a en un duelo que asoma eterno. ¡°No consigo recuperarme. Si ella hubiese muerto de c¨¢ncer o de un accidente de tr¨¢fico llevar¨ªa la desgracia de otra manera. Pero pensar que hab¨ªa un tratamiento que posiblemente la hubiera salvado si se lo hubiesen dado desde el principio¡ Con eso no puedo¡±, se?ala al recordar a la mujer con la comparti¨® su vida desde los 18 a?os, madre de sus dos hijos.
Para Isolina, cuya muerte est¨¢ bajo investigaci¨®n en la causa abierta por un juzgado de Santiago contra dos cargos del Gobierno gallego (F¨¦lix Rubial y Carolina Gonz¨¢lez-Criado, presidente y vicepresidenta de la comisi¨®n que controlaba en qu¨¦ casos se aceptaba el tratamiento recetado por los m¨¦dicos), la comercializaci¨®n del Sofosbuvir fue un rayo de esperanza especialmente intenso. Ella, que arrastraba la enfermedad desde 1997, no hab¨ªa podido tomar ning¨²n otro medicamento contra la hepatitis C porque le provocaban anemia. Por eso cuando su hepat¨®loga le comunic¨® la existencia del nuevo producto en mayo de 2014 y los an¨¢lisis revelaron solo un mes despu¨¦s que su organismo era compatible con su composici¨®n, en su familia empezaron a so?ar con la curaci¨®n. ¡°La doctora nos dijo que mi esposa ser¨ªa de las primeras en tomarlo¡±, recuerda Manuel.
Fue ya entonces, en el final de la primavera de 2014, cuando su doctora solicit¨® para Isolina el tratamiento que no lleg¨® hasta enero del a?o siguiente. En este tiempo fue nula la informaci¨®n que recibieron sobre los reparos de la Administraci¨®n a darle la medicaci¨®n, pero ¨¦l posee dos documentos aportados a la causa que a su juicio acreditan la espera que ahora la Xunta niega. ¡°Estoy totalmente convencido de que los recortes en sanidad mataron a mi mujer y tengo pruebas que lo demuestran¡±, afirma Manuel.
Documentos hospitalarios
Se trata de documentos hospitalarios. En julio de 2014, Isolina sufri¨® una reca¨ªda y tuvo que ser hospitalizada. Cuando se recuper¨® ¡°a base de corticoides, como siempre¡±, el parte de alta recogi¨® una inquietante frase en la que ¡°se dec¨ªa que desde el ¨²ltimo control [m¨¦dico a Isolina] se hab¨ªa solicitado el tratamiento, pero que el Ministerio de Sanidad no hab¨ªa contestado¡±.
Esa misma afirmaci¨®n fue recogida en otro parte de alta de otro ingreso hospitalario de noviembre. La salud de Isolina empezaba a multiplicar las se?ales de alarma. ¡°Posiblemente en enero se lo den¡±, les pronostic¨® entonces una de las doctoras del hospital, ¡°porque adem¨¢s vienen elecciones¡±, relata Manuel, que no olvida las palabras siguientes. ¡°Tambi¨¦n dijo que igual para ella era demasiado tarde porque los an¨¢lisis eran malos¡±.
El 8 de enero de 2015 Isolina volvi¨® al hospital. ¡°Sus doctoras se debieron de poner bravas y llamaron a la Xunta¡±, se?ala Manuel. Una semana despu¨¦s lleg¨® el Sofosbuvir. El cuerpo de Isolina se resquebrajaba. Entr¨® en coma y sali¨® de ¨¦l "malamente". La esposa de Manuel muri¨® el 10 de febrero de 2015.
Mientras su familia desped¨ªa a Isolina, miembros de la plataforma de enfermos de hepatitis C eran desalojados de la tribuna de invitados del Parlamento gallego por sus gritos de protesta contra el PP. El partido de Feij¨®o acababa de bloquear una petici¨®n de AGE y BNG para garantizar a todos los pacientes el Sofosbuvir. Los populares eran rotundos al asegurar que eso ya se estaba haciendo. ¡°?Preg¨²ntale al marido de Isolina, que la est¨¢ enterrando ahora!¡±, bram¨® alguien sobre el hemiciclo.
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